El chumbo agoniza por una plaga implacable

Cuatrocientas consultas ha recibido en apenas dos años la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía con un interrogante en común: ¿qué se puede hacer frente al ataque de la cochinilla del carmín a las chumberas? El dato pone de relieve la magnitud que está alcanzando la plaga que, según los últimos datos facilitados por la Administración andaluza, afecta al 8O% de la Comarca del Almanzora y en torno a un 60% de las comarcas del Campo de Tabernas, Níjar y Poniente.

La cochinilla ha ido avanzando de forma implacable. Entró en la provincia desde Murcia, donde en 2006 se detectó la presencia de este insecto en Alcantarilla. De ahí, se extendió rápidamente por el levante almeriense y a los municipios de la Comarca del Almanzora. Ahora por la capital y Poniente. Chumbos pocos comerán este verano.

Y no son pocos los que llegan a afirmar que la plaga está descontrolada. Puede que con razón. A la voracidad de este mosca blanca se le une que la mayoría de las chumberas se encuentran en propiedades privadas, de ahí que la intervención de la Junta de Andalucía ha estado más centrada en el asesoramiento. Por teléfono, en las dependencias de la Delegación Territorial o en las Oficinas Comarcales Agrarias, personal de la Consejería ofrece recomendaciones para actuar en el caso de que se detecten las temidas manchas blancas algodonosas. Ha de actuarse rápidamente al objeto de frenar la expansión. Pero, a tenor de los resultados, no se está consiguiendo.

Ayuntamientos como Huércal de Almería, Albox o Zurgena han alertado a sus ciudadanos, algunos, como el último de estos municipios, con bandos en los que se pone de relieve la Ley de Seguridad Vegetal, que estipula que corresponde a los titulares de las explotaciones o de otras superficies con cubierta vegetal mantener sus cultivos, plantaciones y cosechas en buen estado fitosanitario para la defensa de las producciones propias y ajenas.

Propietarios afectados y colectivos que defiende entornos como el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, donde la chumbera es considerada patrimonio natural a la vez que icono, solicitan una colaboración más intervencionista por parte de la Administración andaluza, poniendo a disposición de vecinos, ayuntamientos y agricultores, medios humanos, técnicos y materiales para frenar el avance de la plaga y erradicarla de la provincia de manera definitiva. De hecho, existe una plataforma que ha organizado una recogida de firmas a través de change.org, iniciativa a través de la cual se insta a la Junta a ampliar esfuerzos.