Cinco detenidos en El Puche con dos toneladas de hachís, marihuana y armas de guerra
La Policía Nacional desmantela una red criminal asentada en Almería capital que almacenaba droga de alta pureza y mantenía un arsenal militar en un cortijo de El Acebuche
Intervenidos más de 10.000 litros de gasolina del “petaqueo” en Adra y El Ejido
La Operación Olea ha supuesto un golpe directo al corazón del narcotráfico en Almería capital. Cinco personas han sido detenidas por su presunta participación en una organización criminal que operaba desde varios inmuebles situados en la barriada de El Puche, donde cultivaban marihuana, y desde un cortijo aislado en el paraje de El Acebuche, próximo al centro penitenciario, utilizado como centro logístico y "guardería" de grandes alijos de hachís.
El dispositivo ha sido ejecutado de forma íntegra por agentes del Grupo II de la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) de la Comisaría Provincial de Almería, bajo coordinación de la Brigada de Policía Judicial. En total, se han intervenido unos 2.000 kilos de hachís, 740 kilos de marihuana, armas de guerra, inhibidores de frecuencia, localizadores GPS, material de vigilancia, vehículos y otros medios utilizados para el ocultamiento y la distribución de sustancias estupefacientes.
Uno de los elementos más llamativos de la operación ha sido el arsenal militar localizado en el cortijo de El Acebuche. La finca, que contaba con medidas de seguridad avanzadas y estaba estratégicamente ubicada para evitar la vigilancia, albergaba fusiles de asalto, subfusiles UZI, ametralladoras y munición en cantidad suficiente como para calificar el hallazgo como depósito de armas de guerra, un delito que puede acarrear penas de hasta 14 años de prisión.
El jefe de la Brigada de Policía Judicial, Juan Francisco López, explicó que el grupo repartía sus recursos por inmuebles diferenciados: plantaciones 'indoor' en El Puche, dinero y armas en otras ubicaciones y, finalmente, el hachís en el cortijo, que funcionaba como “guardería”. En el argot policial, se denomina así a los lugares donde se custodian alijos tras su entrada en territorio nacional, a la espera de su reparto o reexpedición.
“Este grupo organizado servía de apoyo logístico a otras redes criminales internacionales. Nos sorprendió la cantidad de armas y la sofisticación de los medios técnicos que usaban”, detalló López.
Una red violenta, profesional y conectada con el mercado europeo
La operación, que sigue abierta y no descarta más detenciones, ha permitido desmantelar la cúpula de una red criminal de origen español, con raíces locales en Almería y conexiones con redes internacionales. La organización, según el comisario provincial Antonio Delgado, combinaba el cultivo de marihuana con el almacenamiento y comercialización de polen de hachís de “extraordinaria calidad”, muy cotizado en mercados como el centroeuropeo, donde su valor podría duplicarse respecto al nacional.
“La valoración económica del hachís intervenido podría rondar los cinco millones de euros en destino. Es un material muy demandado fuera de nuestras fronteras”, explicó Delgado.
La investigación se inició tras informaciones reservadas que alertaron de movimientos sospechosos en la zona. El Puche, como reconocen los propios responsables policiales, no es un entorno fácil para obtener colaboración ciudadana, debido al arraigo de ciertas estructuras delictivas y la presión ambiental en el vecindario. Sin embargo, tras semanas de vigilancia y cruce de datos, los agentes lograron identificar a los miembros de la red y sus distintos puntos de actividad.
Colaboración institucional y contexto delictivo
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, subrayó durante la presentación de la operación el riesgo que estas organizaciones suponen para la convivencia en barrios como El Puche y la importancia de que la Policía actúe con firmeza:
“Detrás de estas redes hay violencia, desprecio absoluto a la legalidad y una profesionalización creciente. La actuación policial garantiza seguridad y responde a la preocupación de los vecinos”.
Martín también aprovechó para reconocer el trabajo constante de la Guardia Civil, que en las últimas horas ha ejecutado otra operación en El Ejido y Adra, con dos detenidos por tráfico de drogas y de personas, y la intervención de cuatro embarcaciones y 10.000 litros de combustible destinados a redes de narcotráfico.
El Puche, en el punto de mira
La Operación Olea se suma a otras grandes actuaciones recientes en la provincia: una en Pechina, con la incautación de miles de plantas de marihuana y 18 armas, y otra en Huércal de Almería, donde se intervinieron 15,3 toneladas de hachís en colaboración con unidades centrales y el GRECO Costa del Sol.
En lo que va de 2025, la Comisaría Provincial ha realizado más de 800 intervenciones relacionadas con plantaciones de marihuana, una cifra que evidencia, según Delgado, el peso de Almería como enclave en la economía del narcotráfico, especialmente por su geografía, la dispersión de núcleos rurales y la existencia de redes ya consolidadas.
“No es fácil erradicar este fenómeno, pero seguiremos golpeando hasta desmantelar por completo las infraestructuras criminales que lo sostienen”, concluyó el comisario.
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