La climatología, una mala aliada
Coag y Asaja vigilarán las "malas prácticas" de las comercializadoras
Las altas temperaturas registradas a lo largo la primera parte de esta campaña agrícola han provocado una "sobreproducción" de frutas y hortalizas, especialmente en aquellas que se cultivan bajo abrigo, de forma que la campaña de invierno se ha acelerado en un momento en el que otros países europeos también mantienen buenas condiciones climáticas para sus plantaciones, lo que ha conllevado que las exportaciones se resientan.
Así lo vienen manifestando las organizaciones agrarias Coag, Asaja y UPA, quienes han explicado que tanto la abundancia de productos hortofrutícolas como la escasa demanda exterior ha desencadenado una crisis de precios en las cosechas de tomate, calabacín, pimiento y berenjena, que se cultivan por debajo de los costes de producción. Todo ello, unido a la saturación de mercados provocada también por el veto ruso, que obliga a buscar nuevos destinos alternativos a Rusia.
Según el presidente de Asaja, Francisco Vargas, el crecimiento de los cultivos se produce a un ritmo más rápido del habitual, por lo que las plantas comienzan antes su producción y además, lo hace de manera más intensa. "Lo que una planta tiene que dar en varios meses lo produce en pocas semanas, lo que lleva a su agotamiento precoz", explica.
En esta línea, la producción se realiza a un ritmo "fuera de lo común en estas fechas del año", según añade el responsable provincial de Coag, Andrés Góngora, quien observa que las altas cantidades de productos han dado lugar a que los precios disminuyan y se sitúen por debajo de los costes de producción sin posibilidad de mantener las hortalizas en la mata por los altos índices de maduración.
"Hay una psicosis en el campo", expresa el representante de Coag, quien coincide con la secretaria general de UPA Almería, Francisca Iglesias, en que la "congestión" en el campo se debe también a las dificultades para exportar estos perecederos a otros países europeos, ya que hasta hace muy pocos días, las temperaturas han sido favorables en Francia, Italia y Holanda, con lo que en buena medida se consume producto autóctono.
Como consecuencia de estos factores, los precios se han "derrumbado" para casi todos los productos. Así, según las estimaciones de las distintas organizaciones, el precio del pimiento se ha situado en unos 40 céntimos de euro por kilo cuando el coste de producción ronda los 60 céntimos de euros por kilo, mientras que el del tomate o el pepino, según las variedades, ha estado entre los 20 y 25 céntimos de euro por kilo, cuando el coste se eleva al doble.
Mientras unos abogan por "paralizar" la recolección para tratar de motivar un incremento de la demanda, y así, de los precios, a la espera de los ansiados aumentos en las indemnizaciones por la retirada del producto, otros consideran que esta opción no resulta viable, ya que supone una "pérdida de calidad" del producto -principal baza de las producciones almerienses- al tiempo que se corre el riesgo de perder clientes que busquen proveedores en otros mercados al no verse abastecidos desde Almería. Y ante ese miedo a perder el cliente en destino, se recrudece la guerra de precios de las comercializadoras almerienses, a las que las organizaciones agrarias han llegado a tachar de cómplices de la gran distribución, diciendo que han "abandonado a los agricultores" porque "malvenden o regalan el producto y están enriqueciendo a las cadenas de distribución, que si nadie las presiona, por qué van a pagar más".
Estas "malas prácticas" provocan que organizaciones como Coag y Asaja hayan anunciado que van a estar vigilantes ante las operaciones de compraventa de frutas y hortalizas, con "inspecciones en los supermercados de Almería y otras provincias para comprobar qué comercializadoras son las que abastecen a los supermercados a perdidas, y en caso de poder demostrarlo, se dará difusión pública de las prácticas desleales de dichas empresas".
Al margen de los efectos sobre la producción y comercialización, el calor también ha favorecido la aparición de plagas sobre todo en algunas variedades como el cabalacín, si bien de manera general hay una "alta incidencia de mosca blanca, trips y virosis", según Coag, desde donde han instado a los Ministerios de Agricultura y Hacienda a que tengan en cuenta estas circunstancias excepcionales que vive el campo almeriense para aplicar una rebaja fiscal.
Pero no todo son frutas y hortalizas. Las organizaciones agrarias recuerdan que la ganadería, el cereal, el almendro y la apicultura corren peligro debido a la ausencia de lluvias y el retraso en la entrada del frío. Desde el verano, cuando hubo alimento para los animales, los ganaderos están teniendo que buscar y comprar el alimento de forma que se les genera un sobrecoste muy importante. el adelanto de la floración de los almendros en más de 20 días consecuencia de las temperaturas de los últimos meses y que tiene muy preocupados a los productores, pues hasta el mes de abril es habitual que se produzcan heladas en esta zona y de hecho se prevé la llegada de heladas en los próximos días por lo que existe riesgo de poder perder la cosecha.
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