COEXPHAL defiende el compromiso del sector agrícola almeriense con el empleo digno y la sostenibilidad

En reiteradas ocasiones se señala a la agricultura y los invernaderos solares como responsables del fenómeno de la inmigración irregular y los problemas de vivienda de este colectivo. No son los agricultores, ni las empresas de comercialización los culpables de esta delicada situación. En numerosas ocasiones somos la solución, abriendo las puertas al futuro para miles de extranjeros, facilitando un empleo digno en las mismas condiciones laborales que a los trabajadores españoles. En este sentido, podemos encontrar trabajadores foráneos en las tareas de recolección, envasado, control de calidad, administración, comercial, … Todos ellos con contrato de trabajo y permisos de residencia.

Desde COEXPHAL llevamos tiempo reclamando soluciones al problema de la vivienda para la población inmigrante, colaborando con entidades sociales y administraciones públicas. Participamos en la Fundación Almería Tierra Abierta, que trabaja por mejorar las condiciones de vida de los migrantes, reflejando así el compromiso del sector con la inclusión y los derechos humanos. La escasez general de viviendas en alquiler, especialmente en zonas agrícolas, agrava esta situación, y la falta de un organismo coordinador limita la eficacia de las iniciativas existentes.

Datos de empleo

Durante la campaña 2022-2023, el sector hortofrutícola generó una media de 57.900 empleos registrados en el régimen especial agrario, de los cuales 38.800 corresponden a trabajadores extranjeros y 19.100 a nacionales, según datos de la Tesorería General de la Seguridad Social. A esta cifra hay que añadir el 30% de mano de obra familiar que no se contabiliza oficialmente. Aquí los propietarios de la tierra son más de 11.000 familias, con algo más de dos hectáreas de media, contando un 4% de agricultores extranjeros que han terminado adquiriendo tierra para poder seguir ganándose la vida. Esta situación refleja un tejido productivo profundamente arraigado en la comunidad local.

Que las noticias hagan constantemente referencia a la contratación ilegal muestra un desconocimiento del funcionamiento del sector. Los datos refutan estas afirmaciones. Si atendemos a las necesidades de mano de obra por cultivo (por ejemplo, 435 jornales en tomate por hectárea, 270 para el caso del pepino, o 250 para pimiento) y la distribución de estos por campaña, las 33.100 hectáreas de invernadero requieren la contratación de 52.700 personas en plena temporada. Estos datos están por debajo de las cifras aportadas por la Seguridad Social en su régimen especial agrario, algo lógico ya que habrá que sumar la mano de obra en otros cultivos al aire libre.

Sin duda, podrán existir casos de malas prácticas, pero COEXPHAL los denuncia en cuanto tiene conocimiento de ellos. Por otro lado, es importante entender que la agricultura intensiva requiere un alto nivel de especialización, lo que hace que el trabajo temporal o esporádico, lejos de aportar soluciones, pueda perjudicar seriamente el rendimiento y la gestión de las explotaciones agrícolas.

Modelo agrícola sostenible

El modelo agrícola almeriense ha evolucionado hacia sistemas de producción tecnificados y sostenibles que es reconocido internacionalmente. Los invernaderos de última generación, con estructuras de hasta 8 metros de altura y sistemas de drenaje avanzados, permiten una producción eficiente y respetuosa con el medio ambiente. El uso de fertilizantes orgánicos e inorgánicos equilibrados, el control biológico de plagas y sistemas de riego por goteo, gestionados por comunidades de regantes, a partir de acuíferos subterráneos, plantas desaladoras, aguas reutilizadas y captación de agua de lluvia mediante balsas. Son sólo algunas pruebas del compromiso del sector con la sostenibilidad y la innovación.

El sector también reconoce los desafíos existentes. Diversos informes señalan que en Almería podría haber miles de personas trabajando sin contrato, ni derechos, algo que no se corresponde con la realidad. Esta situación preocupa a los productores y los comercializadores. En este sentido, el sector agrícola almeriense reafirma su voluntad de seguir colaborando con las autoridades para mejorar la trazabilidad laboral, reforzar los mecanismos de inspección y favorecer las condiciones de trabajadores en situación vulnerable.

Cabe destacar que, según la Tesorería General de la Seguridad Social (2024), el 59% de las afiliaciones de personas extranjeras en Almería corresponden al sector agrícola, y estas representan el 49% del empleo agrario en la provincia, lo que convierte a Almería en un ejemplo de integración laboral y multiculturalidad.

La inmigración ilegal es una cuestión estructural que compete al conjunto del Estado, las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y también a las autoridades europeas. El sector agrícola, lejos de ser el origen del problema, forma parte de las soluciones posibles, ofreciendo empleo legal, oportunidades de integración y desarrollo en zonas rurales que dependen en gran medida de esta actividad.

No debemos olvidar que el sureste de España se encuentra en una de las rutas más importantes de migración ilegal dentro de Europa, siendo una de las fronteras más desiguales en términos de renta per cápita en todo el mundo, con una diferencia salarial de 10 contra 1, entre el norte y el sur del Mediterráneo. Relacionar la agricultura y la migración ilegal supone atribuir un problema complejo a un sector específico que lleva más de 65 años funcionando, muchos de ellos exclusivamente con mano de obra local o de provincias limítrofes, que utilizó la agricultura como fórmula de mejorar su nivel de vida, algo que se repite.

El campo almeriense no solo alimenta a millones de personas en Europa, sino que también ofrece una oportunidad a miles de familias, tanto locales como migrantes. Frente a los estigmas, el sector sigue apostando por la profesionalización, la transparencia y la mejora continua de las condiciones laborales, convencido de que el desarrollo económico y el respeto a los derechos humanos deben ir siempre de la mano.

Sobre COEXPHAL

COEXPHAL es la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería, aunque tiene ámbito nacional, se encuentra formada en la actualidad por 98 empresas productoras y comercializadoras de frutas y hortalizas y 40 empresas del sector ornamental, contando con una representatividad a nivel provincial del 70% en exportación, el 65% en producción hortofrutícola y un 75% en producción ornamental.

En la campaña 2023/2024 los asociados han comercializado un volumen total de 2.907.117 toneladas, de las que 1.553.733 toneladas han sido destinadas a la exportación. La totalidad de la comercialización procede de 11.000 agricultores, cuya producción se cultiva en 33.300 hectáreas de las que 25.000 son invernadas. Dichos horticultores dan, a su vez, trabajo a cerca de más de 60.000 personas que proceden de más de 150 nacionalidades diferentes, entre los que se encuentran trabajadores de difícil inserción laboral (mujeres sin formación, inmigrantes, personas mayores de 45 años y personas con discapacidad).