Una comarca de Almería, única zona de España aún en sequía prolongada
Almería registra solo 102,5 mm de lluvia desde octubre: muy lejos de los 550 mm de media nacional
Almería dice adiós a las lluvias y llegan temperaturas de más de 30 grados
Níjar es hoy el epicentro de la sequía en España. Mientras otras regiones mejoran poco a poco gracias a las lluvias de primavera, la comarca natural del Campo de Níjar sigue siendo la única unidad territorial de todo el país en situación de sequía prolongada, según el último informe del Ministerio para la Transición Ecológica, con datos cerrados a 30 de abril de 2025.
Este fenómeno no se debe a la sobreexplotación ni a una mala gestión del recurso. Se trata de una sequía natural y estructural, sostenida exclusivamente por la ausencia continuada de precipitaciones. Es decir, Níjar no ha mejorado porque simplemente no ha llovido.
Según el informe, el mes de abril fue húmedo en gran parte de la península, con una media de 70,6 mm frente a los 62,3 mm del periodo de referencia (1991–2020). Sin embargo, el sureste peninsular —y en especial Almería— quedó al margen de esa mejoría.
La estación del Aeropuerto de Almería registró solo 11,5 mm de lluvia en abril, un valor muy por debajo de la media histórica. Desde octubre, la provincia acumula 102,5 mm, lo que supone una desviación negativa de 58,4 mm respecto al promedio. En otras palabras, una de las cifras más bajas de toda España.
Además de Níjar, el informe también sitúa al Levante Almeriense en escenario de emergencia por escasez de agua, una situación coyuntural que implica dificultades serias para atender las demandas del territorio.
Estas dos zonas almerienses son las únicas de toda Andalucía oriental que siguen en los niveles más graves del mapa nacional de escasez. Y no es algo puntual: Níjar lleva meses en esta situación, sin visos de mejora mientras no cambie el patrón de precipitaciones.
La Comunidad Autónoma de Andalucía cuenta con varias demarcaciones hidrográficas, pero es en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas donde se concentra esta doble emergencia: Níjar por sequía estructural y el Levante Almeriense por escasez de recursos.
El embalse de La Viñuela, también en esta demarcación, se mantiene en escenario de alerta, pero no llega al nivel de emergencia. Eso deja a Níjar y al Levante Almeriense como los dos únicos territorios andaluces en la categoría más crítica del sistema oficial de indicadores.
A nivel nacional, solo siete unidades territoriales en todo el país permanecen en escenario de emergencia por escasez. Dos de ellas están en Almería, lo que demuestra la gravedad local en contraste con la mejora general del resto del país.
Por ejemplo, zonas como Galicia, el Cantábrico, el Tajo o el Segura están en niveles de normalidad o prealerta. Incluso en cuencas con históricos problemas, como el Guadiana o el Guadalquivir, se ha notado una mejoría paulatina.
En el Júcar, la situación es aún preocupante, pero solo una unidad permanece en emergencia: la Marina Baja. En el Guadiana, dos unidades siguen en emergencia, mientras otras ya bajan a alerta o prealerta tras cinco años críticos.
Esto significa que Níjar es el único territorio del país que sufre al mismo tiempo una sequía estructural y un estado de emergencia por escasez, aunque este último dato aún está en revisión. Aun así, los técnicos del Ministerio lo incluyen en los mapas de riesgo más elevado.
El informe detalla que, pese a los episodios húmedos de marzo y principios de abril en buena parte de España, el patrón climático sigue castigando al sureste, sin cambios que permitan una recuperación del nivel de agua en el subsuelo ni en los embalses.
Esta persistencia en la falta de lluvias tiene efectos directos en la agricultura, el abastecimiento urbano y el estado de los ecosistemas. Níjar, con una alta concentración de cultivos bajo plástico y presión sobre los acuíferos, se enfrenta a un riesgo prolongado de colapso hídrico.
De hecho, los indicadores oficiales alertan de que si no se toman medidas estructurales y no cambia el régimen de lluvias, esta situación puede mantenerse durante los próximos meses, lo que condicionaría el verano más allá de lo habitual.
La media nacional de precipitaciones acumuladas desde octubre es de 549,8 mm, por encima del valor normal (464,9 mm). En los últimos 12 meses, incluso se ha superado la media con 721,7 mm. Pero Almería está muy lejos de esos números, y Níjar aún más.
Las predicciones estacionales de la AEMET no son optimistas para la zona. Los modelos de primavera y verano apuntan a un posible mantenimiento de la sequía en el sureste, mientras otras regiones podrían beneficiarse de lluvias esporádicas.
Níjar, por tanto, no solo es el símbolo actual de la sequía en España, sino también un termómetro de lo que podría ser el futuro climático si no se actúa. Una sequía sin humanos como culpables, pero con humanos como principales afectados.
El informe de mayo lo deja claro: la situación mejora en casi todo el país. Pero en Níjar, sigue empeorando.
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