Condenado por morder a un guardia civil cuando vigilaba la vivienda de su expareja
Sucesos
Los hechos ocurrieron en Roquetas de Mar y fueron los vecinos quienes alertaron la actitud sospechosa del detenido durante ya varios días
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Un juzgado de Roquetas de Mar ha condenado a cuatro meses de prisión, con suspensión de la pena durante dos años, a un hombre de 45 años que el pasado 18 de agosto se enfrentó de forma violenta a tres guardias civiles tras ser sorprendido merodeando por el bloque de viviendas donde reside su expareja, a la que llevaba días vigilando.
La sentencia, dictada este miércoles por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Roquetas de Mar en procedimiento de juicio rápido, declara probado que el acusado se negó a identificarse cuando fue requerido en la calle Santa Fe, emprendió la huida y, al ser interceptado, mordió en la mano a un agente, propinó un codazo a otro y golpeó a un tercero en la espalda y la mano, causándoles lesiones que necesitaron asistencia médica.
El fallo, que es firme por conformidad de las partes, le condena como autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad a 4 meses de prisión e inhabilitación especial para el sufragio pasivo, y por tres delitos leves de lesiones a tres multas de 20 días con cuota diaria de 8 euros. La ejecución de la pena privativa de libertad queda en suspenso durante dos años, condicionada a no delinquir en ese periodo.
En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 250 euros al agente mordido y con 200 euros a cada uno de los otros dos guardias civiles, cantidades que devengarán los intereses legales correspondientes.
Los hechos ocurrieron cuando vecinos alertaron a la Guardia Civil de que un individuo se encontraba observando con actitud sospechosa las ventanas de los bajos del bloque donde reside su expareja.
Según han apuntado fuentes del caso, la mujer manifestó a los agentes que llevaba días sufriendo la presencia de esta persona merodeando su domicilio, que había llamado varias veces a la Guardia Civil y que sentía miedo, aunque no quiso presentar denuncia. Durante la intervención, los agentes intentaron reducirlo mientras se resistía activamente, manteniendo una actitud violenta incluso durante su traslado al acuartelamiento, donde se le intervino además una bolsita con unos tres gramos de lo que parecía cocaína.
La acusación particular en nombre de los agentes la ha ejercido la letrada Marta Ortiz López, abogada de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Almería, que ha mostrado en las últimas semanas su preocupación por el repunte de agresiones a efectivos en la provincia.
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