Confirman once años de cárcel para un vecino de Vera que secuestró y agredió sexualmente a su expareja en Murcia

El agresor viajó desde la localidad almeriense el pueblo de la mujer, donde esperó escondido durante diez horas a que la víctima regresara a su casa para abordarla

Indemnización de 5.000 euros para la familia de un paciente que cayó de una camilla en un traslado desde El Toyo

La fachada del Tribunal Supremo. / Fernando Villar (Efe)

El Tribunal Supremo ha declarado firme la condena de más de 11 años de prisión impuesta a un hombre, residente en la localidad almeriense de Vera, por los delitos de agresión sexual en concurso con detención ilegal y amenazas en el ámbito de la violencia de género. La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso de casación presentado por la defensa, ratificando así el fallo previo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia y de la Audiencia Provincial.

Los hechos probados narran una secuencia de terror que comenzó en la provincia de Almería. El condenado, que mantenía una relación sentimental con la víctima con la que había convivido tanto en Vera como en una pedanía murciana, no aceptó la ruptura definitiva planteada por ella tras un viaje a Portugal en octubre de 2018.

Según recoge la sentencia, el 30 de octubre de ese año, el agresor realizó varias llamadas amenazantes a la mujer, advirtiéndole con frases como: "Te voy a encontrar, me da igual con quién estés" y "la echo abajo [la puerta], ¿me has oído?, la echo abajo".

Dos días después, el 1 de noviembre, el acusado se desplazó desde Almería hasta la pedanía murciana en la que residía la mujer. Allí, con una premeditación que el tribunal ha considerado probada, permaneció esperando en las inmediaciones de la vivienda de la víctima desde las 18:00 horas hasta pasadas las 04:00 de la madrugada del día siguiente.

Cuando la mujer llegó al portal, el agresor la asaltó por la espalda. Utilizando la propia bufanda de la víctima para taparle la boca y la nariz, la arrastró por la fuerza hasta su vehículo, un Opel Insignia blanco, aparcado en el exterior. A pesar de la resistencia de ella, la introdujo en el coche y condujo hacia una zona aislada de huertos de limoneros en la carretera hacia Fortuna.

El fallo judicial detalla que, en un paraje sin viviendas ni construcciones, el hombre intentó sonsacar violentamente a la víctima la clave de su teléfono móvil para saber con quién había estado. Acto seguido, la sometió a una agresión sexual sobre el capó del vehículo, profiriendo expresiones como "ahora vamos a follar", ignorando las súplicas de la mujer y llegando a amenazarla.

El relato de hechos probados destaca la astucia de la víctima para escapar de su captor. Aprovechando que el agresor no lograba la erección y su obsesión por el contenido del teléfono, la mujer le dijo que lo desbloquearía. En un descuido, arrojó el terminal por encima de una valla cercana, lo que provocó que el hombre saltara para recuperarlo. En ese instante, ella se quitó los botines para no hacer ruido y huyó corriendo hacia la carretera, donde logró pedir auxilio a un camionero que dormía en las inmediaciones.

La Guardia Civil, alertada por el conductor del camión, interceptó poco después al agresor cuando intentaba huir de la zona en su vehículo.

La sentencia definitiva condena al acusado a diez años y cinco meses de prisión por el delito de agresión sexual en concurso con detención ilegal, y a siete meses más por un delito de amenazas. Además, se le impone una orden de alejamiento de 500 metros durante una década, libertad vigilada posterior y la obligación de indemnizar a la víctima con más de 15.000 euros por los daños morales y las lesiones físicas sufridas.

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