Patrimonio histórico
  • CSIC publica un estudio de un arqueólogo almeriense sobre dos piezas de artillería recuperadas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes que se hundió en 1804

Las culebrinas de Tejeda

Las culebrinas de Tejeda Las culebrinas de Tejeda

Las culebrinas de Tejeda

Escrito por

· Iván Gómez

Redactor Jefe

El joven historiador y arqueólogo subacuático almeriense Juan Jesús Oliver, natural de Vélez Rubio, ha visto cumplido una de sus aspiraciones profesionales después de años de duro trabajo. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha publicado el estudio que ha elaborado conjuntamente con Abraham Ramírez del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) de Cartagena. Las tres campañas de exploración que realizó entre 2015 y 2017 esta institución de referencia, en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía y la Armada, del pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, un buque que se hundió frente a la costa portuguesa en 1804 tras ser atacado por la marina británica.

La embarcación acabó en el fondo del mar en aquel episodio, que desencadenaría el final del acuerdo de paz de Inglaterra y España y fue el preludio de la Batalla de Trafalgar, con su cargamento de oro, plata, telas de vicuña, quina y canela. La compañía cazatesoros Odyssey Marine Exploration expolió 600.000 monedas de la carga en 2007, aunque España terminó recuperándolas en los tribunales estadounidenses un lustro después. Fue entonces cuando entró en escena el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) de Cartagena, dependiente del Ministerio de Cultura, iniciando en 2014 un proyecto para que España excavase científicamente el pecio. Se trataba de un reto nunca acometido por ningún país. Los dos o tres casos anteriores en los que se había bajado por debajo de los 500 metros se habían limitado a filmar y fotografiar pero nunca a extraer las piezas que hoy se exponen al público.

Las culebrinas en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena Las culebrinas en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena

Las culebrinas en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena

La fragata que había sido botada en el puerto de La Habana en 1786 y que fue hundida por el ataque británico en su desplazamiento a España desde el puerto del Callao en Lima (Perú) transportaba múltiples tesoros que se han podido recuperar entre los que se encuentran dos culebrinas, que son piezas de artillería que se trasladaban a una fundición sevillana por la escasez de cobre y estaño de nuestro país en la necesidad de crear armamento para custodiar las rutas marítimas. Y la investigación sobre esos ‘cañones’ de gran tamaño, que habrían sido determinantes si la contienda judicial contra los cazatesoros no hubiera tenido una sentencia firme, ha recaído en un arqueólogo almeriense de 31 años de edad. Las culebrinas aparecen en los documentos de carga y recuperando esas piezas se podría identificar claramente que la fragata era española

En su estudio publicado por el CSIC, titulado “Bernardino de Texeda Me Fecit: Artillería virreinal del Perú a finales del siglo XVI analiza y desgrana las piezas recuperadas en el yacimiento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y a su vez revisa el estado teórico de la artillería española de los siglos XVI y XVII. También ha permitido realizar un acercamiento a la trayectoria profesional del maestro fundidor Bernardino de Tejeda. Los resultados que aporta el trabajo han sido bien acogidos en el ámbito investigador por ser novedosos y su aportación al ámbito del patrimonio histórico subacuático al ser halladas a más de mil metros de profundidad.

Juan Jesús Oliver durante el tratamiento de las piezas de artillería Juan Jesús Oliver durante el tratamiento de las piezas de artillería

Juan Jesús Oliver durante el tratamiento de las piezas de artillería

Han encontrado incluso restos de un roedor perfectamente reconocibles en el ánima de la culebrina Santa Bárbara. “Los cañones tienen interés por la información científica que dan, piezas de esa época no se conservan muchas. Son los más importantes junto a dos obuses y otros de hierro. Venían de América para fundirse porque el bronce era caro en aquella época y se empleaba para campanas y cañones. Hemos querido explicar por qué iban en el barco y reconstruir la figura de la persona que había fabricado esos cañones a los que llamó Santa Bárbara y Santa Rufina, en su día patrona de Sevilla”, argumenta el historiador almeriense.

A poco más de cien kilómetros de distancia de su centro de trabajo, Juan Jesús Oliver sigue colaborando con el ARQUA de Cartagena, pero en la actualidad es profesor de historia en el IES Alyanub de Vera. La publicación en julio de su estudio reaviva su pasión por la arqueología después de intensa dedicación en el largo proceso de tratamiento, desalación y limpieza de las culebrinas parar interpretar y reconstruir su origen y trayectoria contrastándola siempre con los archivos e investigaciones sobre la época. Este joven velezano, apasionado de la historia militar, cursó los estudios superiores en la Universidad de Murcia y se especializó en arqueología subacuática. Su tesis doctoral fue sobre armamento naval español y hoy es el presidente de la Asociación Española de Historia Naval y Marítima.

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