Dispositivo provincial del Plan Infoca en Almería

Bastiones de la defensa forestal

  • El éxito de la labor preventiva y la inmediatez en la extinción se articula sobre los Cedefo de Serón, Alhama de Almería y Vélez-Blanco

Pese a las condiciones especialmente duras para la masa forestal, por las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones, no está siendo un mal año para el Plan Infoca en Almería. Casi 40 actuaciones de las que 33 quedaron en conato, en lo que va de temporada de riesgo, que permanecerá vigente hasta mediados de octubre, y una previsión esperanzadora, sobre todo porque la gota fría de finales de agosto ha refrescado la vegetación. Sin embargo, en la guerra del fuego nunca se puede bajar la guardia y el Servicio Operativo de Extinción de Incendios Forestales mantiene la vigilancia intensiva de las sierras y bosques de la provincia. Es una de las claves de su éxito, junto a la profesionalización del dispositivo y la formación continua de sus especialistas.

Cuentan con 19 puntos fijos de observación distribuidos estratégicamente por los montes almerienses, al igual que una red móvil de una treintena de retenes que se sitúan cada día lo largo del cauce del río Andarax (Rágol, Padules, Instinción), Levante (Níjar, Cuevas y Turre), Poniente (El Ejido, Dalías) y Nacimiento (Abla). Son grupos integrados por seis especialistas y un conductor que se desplazan en sus vehículos todoterreno a los enclaves de mayor densidad vegetal de la geografía almeriense con el apoyo de una quincena de vehículos autobomba y, en caso necesario, de los tres helicópteros y un avión Air-Tractor 802 con base en Gérgal. Tanto las torres de vigilancia como los retenes dependen de los Centros de Defensa Forestal (Cedefo) situados en Vélez-Blanco, Alhama y Serón para controlar la mayor extensión posible de terreno agreste.

Los tres centros tienen formación permanente y preparador físico y un equipo médico comúnLas enfermedades más frecuentes del personal son las traumatológicas y las cardiovasculares

Son los bastiones el Infoca, los pilares sobre los que se cimenta el laborioso arte de prevenir incendios, además de ser el refugio y cuartel de los guardianes del patrimonio natural. La red provincial de custodia se ha tejido de tal manera que en un periodo de 15 minutos estaría desplegado un grupo de especialistas en helicóptero y si fuera preciso el avión en una zona con aviso de incendio.

Si la alerta afecta a las zonas más calientes, las que presentan mayor peligro por ser arboladas como las sierras de Los Filabres, Gádor, Cabrera y María, al menos se movilizarían tres retenes en labores de extinción en menos de 20 minutos. El Cedefo constituye el centro operativo del que parten los recursos de extinción a los incendios y el punto de encuentro desde el que se coordinan las múltiples actividades de carácter preventivo que se realizan en los meses de menor riesgo. Pueden considerarse centros de extensión forestal porque desempeñan un relevante papel en la concienciación y formación de los agentes sociales de las comarcas en las que se ubican. Están ubicados en zonas de importancia forestal y próximos a vías de comunicación en recintos cerrados de entre 8.000 y 12.000 metros cuadrados.

Con la profesionalización del Plan Infoca en el año 1993 se dotó al dispositivo de instalaciones desde las que poder llevar a cabo la formación y que sirvieran como lugares de trabajo permanente. Así nacieron los Cedefos. Distribuidos por el territorio andaluz son los verdaderos centros de trabajo del personal que participa en la prevención y lucha contra los incendios forestales, el hogar durante la jornada laboral distribuida en turnos de casi ocho horas de los mayores conocedores del terreno en el que se ubican. En los 23 Centros de Defensa Forestal que hay distribuidos por Andalucía se realizan las funciones de supervisión y tareas de vigilancia, detección y extinción de incendios en la unidad territorial asignada, además de servir de alojamiento del pesonal adscrito, entre los que figuran técnicos de operaciones, especialistas en extinción, pilotos, mecánicos y conductores. Permiten, además, el despacho automático de un helicóptero con un retén de especialistas a bordo que sale de inmediato tras el aviso, lo que favorece la eficacia e inmediatez del dispositivo. En las dependencias comunes de los Cedefos existen sala de descanso, aula de formación, vestuarios y servicios, oficinas administrativas, almacén para materiales, enfermería, cocina, hangares para vehículos todoterreno y autobombas y un helipuerto con instalación normalizada para combustible y depósito para carga de agua. Tienen un centro de comunicaciones para el seguimiento de los medios terrestres y aéreos y es el que recibe siempre el aviso y lo comparte por megafonía con los retenes especialistas de guardia. El helicóptero siempre está en la pista preparado para despegar, equipado con los materiales necesarios por el grupo de operaciones que lo va a utilizar. Extintores de mochila, herramientas manuales como la azada y el batefuegos -una especie de remo-, productos retardantes y una motosierra que por normativa está a unos metros de la aeronave hasta el momento de partir. El que hay en el Cedefo de Serón, un semipesado Bell 412, dispone de una bambi buckets, nombre con el que se denomina la cesta con la que cargan el agua, con capacidad para 1.200 litros. Cada grupo especialista tiene sus propios materiales y los cambian cuando hay relevo de turnos. La tripulación del helicóptero siempre consta de piloto, copiloto y mecánico más el retén. La rapidez en la respuesta permite que el personal helitransportado comparta más información durante el vuelo, fundamental para las funciones posteriores de extinción como, por ejemplo, el acceso de camiones, la existencia de viviendas o la situación de los tendidos eléctricos. Además de ser una instalación desde la que se controlan las funciones de extinción y movilización de los medios disponibles, también es fundamental para la formación y adiestramiento de la plantilla, así como para el almacenamiento y operación de los medios terrestres y aéreos.

No tienen el plus para el salón para ver el fútbol, como el destacamento naval de la isla de Alborán, pero disponen de unas instalaciones confortables, nada que ver con las barracas que improvisan los retenes móviles en los puntos calientes de la provincia. Son instalaciones rudimentarias que se han ido mejorando y ampliando con el paso de los años. El último en ponerse en marcha, el de Vélez-Blanco, se remodeló en 2011 con una inyección económica de casi cuatro millones de euros y el de Alhama y Serón, que se remontan a la década de los noventa, han ido recibiendo partidas año tras año -en el actual ejercicio más de 700.000 euros- para la modernización de sus instalaciones. El de Serón está pendiente de la ampliación de la pista de helicópteros porque las aeronaves hoy son más grandes que cuando se diseñó. También la única base aérea de la provincia, la del Llano de Gérgal, tiene prevista una mejora de instalaciones complementarias como una sala de formación y almacenes.

El director del Cedefo de Serón, Cayetano Espigares, explica que dispone de instalaciones deportivas y tanto el turno de mañana como el de tarde tienen horas de entrenamiento con un preparador físico. Además han improvisado un gimnasio en un hangar y en la sala de estar disponen de una tabla de tenis de mesa con la que seguir ejercitándose en el tiempo libre. Las horas de ocio se dedican a la lectura principalmente, también para pasear y convivir con los compañeros y algunos aprovechan para realizar estudios. Cuentan con una sala de formación para sesiones diarias y también con equipos informáticos para realizar cursos online. El adiestramiento práctico es fundamental, sobre todo en los meses de bajo riesgo, de ahí que realicen con frecuencia prácticas de desembarque de helicóptero, atacar la línea de fuego y trabajo con mangueras. Suelen analizar concienzudamente los siniestros una vez extinguidos. "Hay que sacarle el máximo jugo a los incendios para buscar errores y tratar de mejorar", añade el director.

Uno de los seminarios habituales es el de primeros auxilios que imparten las dos sanitarias que conforman el equipo médico del Infoca en Almería. Isabel Martos y Trinidad Simón. Preparan las bolsas del botiquín individual, imparten la formación en los tres Cedefos y acompañan al dispositivo cuando hay más de 50 efectivos sobre el terreno. También se encargan de supervisar la alimentación -hidratación- y de realizar las pruebas físicas. El equipo de los bomberos forestales, además del botiquín, cuenta con casco y las gafas, cantimplora, guantes de extinción, linterna y comida deshidratada para avituallamiento rápido en largas jornadas. Las principales enfermedades a las que se enfrentan los guardianes de los bosques son cardiovasculares, las traumatológicas por caídas y las picaduras porque los insectos se vuelven muy agresivos cuando el bosque es pasto de las llamas. La media de edad de los bomberos forestales está en torno a los 46 años y después de un retroceso en las tasas de reposición durante la crisis se ha conseguido consolidar el crecimiento de la plantilla con nuevas ofertas de empleo. Es más, desde el dispositivo y la Junta se está trabajando para que el Gobierno aplique coeficientes correctores sobre la edad de jubilación. en Andalucía, que ya fue pionera en 1993 en la profesionalización de la plantilla de bomberos forestales, que anteriormente se contrataban en el medio rural a través de los jornales del PER, ya se ha reconocido la cateogríaprofesional y a los mayores de 60 años se les retira de primera línea de fuego para que pasen a otras labores administrativas. Hay retenes al completo que apenas han tenido bajas e incorporaciones como, por ejemplo, el de Ohanes, el 207, integrado por un grupo de especialistas desde que el Infoca dio sus primeros en los noventa para defender del fuego los 4,4 millones de hectáreas del patrimonio natural de la comunidad. Del Cedefo de Serón dependen 12 grupos especialistas y 8 tripulaciones de camiones y suele acoger a dos retenes que permanecen allí en alerta. En Andalucía son 23 los Centros de Defensa Forestal y 27 las bases de helicópteros para un grueso de más de 4.500 bomberos. Una extensa red de instalaciones y profesionales para un dispositivo de referencia.

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