Un detenido agrede a dos guardias civiles en Roquetas cuatro días después de la brutal paliza a otro agente

Uno de los agentes sufre una doble fractura con desplazamiento de huesos durante la custodia del arrestado

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El guardia civil resultó lesionado. / D.A.

Dos guardias civiles han resultado lesionados mientras custodiaban a un detenido de origen africano en Roquetas de Mar, apenas cuatro días después de que otro agente fuera agredido brutalmente en el mismo municipio. Así lo ha denunciado la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), desde donde han vuelto a exigir el reconocimiento del riesgo profesional que asumen los agentes del Instituto Armado.

Según el relato difundido por Jucil, durante la custodia del detenido, uno de los guardias sufrió una doble fractura del quinto metacarpiano con desplazamiento de huesos, mientras que el segundo presenta omalagia postraumática, es decir, dolor persistente en el hombro tras la agresión.

Además de las lesiones físicas, los agentes recibieron graves amenazas verbales por parte del arrestado, que les habría dicho frases como: “Maricón hijo de puta, ya verás cuando me pongan en libertad, te voy a matar” o “En cuanto me suelten, voy a ir a buscarte”.

Desde Jucil han trasladado su apoyo a los compañeros heridos y han reiterado su denuncia contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por “seguir sin reconocer la profesión de riesgo que desempeñamos”.

Segunda agresión en menos de una semana

Este nuevo episodio de violencia policial en Roquetas se suma al ocurrido el pasado 3 de julio en la calle Laurel de Aguadulce, donde un guardia civil fuera de servicio fue rodeado y golpeado por varios jóvenes tras intervenir para defender a una mujer mayor que estaba siendo increpada. El agente sufrió una fractura mandibular, contusiones craneales y una lesión ocular.

Durante la detención del presunto agresor, otros dos guardias civiles también resultaron heridos, al resistirse el detenido con violencia. Cuatro días más tarde, el juzgado de guardia decretó para él prisión provisional, comunicada y sin fianza, por delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones graves y amenazas. En el auto, el juez apuntó a un “perfil extremadamente violento” y a un “alto riesgo de reiteración delictiva y represalias” contra los agentes.