El detenido por la muerte de Lucca alega que no lo llevaron al médico para ocultar que convivían ilegalmente

La defensa de Juan David R.C., en prisión provisional por la muerte del pequeño Lucca en Garrucha, ha desvelado este miércoles las líneas maestras de su estrategia: negar el asesinato y admitir, a lo sumo, una negligencia fatal motivada por el miedo a volver a la cárcel. Su abogado, Manuel Martínez Amate, ha explicado que la versión del acusado es que el niño falleció por "unos problemas intestinales o estomacales que venía arrastrando desde hacía unos diez días".

Según el letrado, Juan David ha reconocido ante el juez que tanto él como la madre decidieron conscientemente no pedir auxilio médico ni llamar a una ambulancia cuando el estado del menor empeoró. El motivo alegado no fue ocultar una agresión, sino evitar ser descubiertos por las fuerzas de seguridad: "Habían reanudado la convivencia voluntariamente a sabiendas de que no podían hacerlo por la existencia de una orden de alejamiento". El miedo a que "se desencantara el castillo" y fueran detenidos por quebrantamiento de condena les llevó, según su testimonio, a tratar al niño con medicamentos caseros confiando en que fuera "una cosa pasajera".

Bajo este argumento, la defensa luchará para rebajar la calificación penal de los hechos y esquivar la prisión permanente revisable. "El asesinato nunca lo vamos a defender; en el peor de los casos hablaremos de homicidio imprudente y no doloso", ha avanzado Martínez Amate, quien admite que su cliente reconoce haber "pecado de imprudente" al no socorrer al menor.

Sobre la posible agresión sexual, el abogado cuestiona las conclusiones preliminares de la autopsia respecto a la "sustancia blanquecina" hallada en el cuerpo. La defensa plantea una hipótesis alternativa para desmontar el móvil sexual: "No descartamos que dicha sustancia no sea semen y pueda ser contenido del aplastamiento de los intestinos" que, según el informe forense, provocó el fallecimiento. Para esclarecer este punto, el detenido se ha sometido voluntariamente a un frotis bucal de ADN.

El investigado comparecerá mañana viernes mediante videoconferencia desde prisión ante la Sección Civil y de Instrucción número 3 del Tribunal de Instancia de Vera. El trámite, que se prevé breve ("10 o 15 minutos", según el letrado), tiene como único fin ratificar la medida de privación de libertad tras el cambio de titularidad del juzgado instructor del número 4 al número 3, una decisión que la defensa da por segura al "99,99%".