La Diputación cesa a sus asesores tras la dimisión de Javier Aureliano García a la espera del nuevo presidente
El decreto firmado por Ángel Escobar formaliza la salida del personal eventual, un trámite que precede a la reestructuración que liderará José Antonio García Alcaina
La crisis política desencadenada en la Diputación de Almería por la segunda fase del 'caso Mascarillas' ha tenido ya su primera consecuencia administrativa palpable: el cese en bloque de todo el personal de confianza. El presidente en funciones, Ángel Escobar, ha rubricado el decreto por el cual se oficializa la salida de los asesores y cargos eventuales de la institución.
Esta medida no es una decisión política discrecional, sino un imperativo legal. Según recoge el decreto, la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local establece que el personal eventual cesa automáticamente cuando se produce el fin del mandato de la autoridad a la que prestan asesoramiento. Al hacerse efectiva la renuncia del expresidente Javier Aureliano García ante el Pleno el pasado 24 de noviembre, sus nombramientos han quedado sin efecto.
El cese afecta a la estructura nuclear de la presidencia y a los grupos políticos. Entre los nombres que figuran en el decreto de cese están la Jefa de Gabinete; o la secretaria personal. También dejan sus puestos los asesores de estrategia y comunicación, así como los coordinadores de áreas específicas. Del mismo modo, cesan los asesores asignados a los grupos del PP, PSOE y VOX.
Este "reinicio" administrativo llega tras una semana convulsa, marcada por el arresto el pasado 18 de noviembre de Javier Aureliano García y de su mano derecha, el exvicepresidente segundo Fernando Giménez. Ambos renunciaron a sus cargos institucionales tras ser suspendidos de militancia por el Partido Popular.
Ahora, la institución se prepara para una nueva etapa. Todas las miradas están puestas en José Antonio García Alcaina, alcalde de María y diputado de Deportes, Vida Saludable y Juventud, quien se perfila como el próximo presidente de la Diputación.
Aunque es habitual en estos casos que el nuevo mandatario renueve la confianza en gran parte del equipo técnico y de asesoramiento anterior, la llegada de García Alcaina abre la puerta a una reestructuración. Se prevé que muchos de los cesados vuelvan a ser nombrados una vez tome posesión el nuevo presidente, pero no se descartan cambios de cromos ni la entrada de nuevos perfiles afines a la nueva dirección para afrontar el final del mandato.
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