Discusión, ocupación y agresión a un guardia civil: madrugada caótica en Aguadulce
La Guardia Civil detiene a un varón por agredir a un agente tras negarse 20 veces a identificarse. Ha sido condenado en un juicio rápido a cuatro meses de prisión
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La madrugada del lunes al martes ha dejado un tenso y caótico episodio en Aguadulce que ha terminado con dos personas detenidas, un guardia civil herido, y una condena judicial firme en menos de 24 horas. Lo que empezó como una fuerte discusión vecinal, según alertaron varios testigos, derivó en una secuencia encadenada de incidentes: ocupación de una vivienda, agresión a un agente y desobediencia grave a la autoridad.
A las 00:50 horas de la madrugada del 4 de agosto, la Central Operativa de Servicio (COS) de la Guardia Civil recibía un aviso urgente: varios vecinos alertaban de una fuerte discusión en el interior de una vivienda de la calle Espejo del Mar, en las Colinas de Aguadulce. Al lugar se desplazaron cuatro agentes, que se distribuyeron para atender la situación.
Nada más llegar, una persona salió al encuentro del equipo policial indicando que también había escuchado los gritos. Mientras tres agentes accedían al inmueble para intervenir en el conflicto, uno de ellos se quedó fuera para identificar a ese individuo, tal y como marca el protocolo. Lo que sucedió a continuación rompió por completo el curso habitual de una actuación rutinaria.
Golpes al agente y detención en la calle
El individuo que había recibido a los agentes se negó hasta en una veintena de ocasiones a identificarse. Lejos de entrar en razón, su reacción se tornó violenta: golpeó en el hombro y después en la cara al agente, causándole una herida de un centímetro en el labio inferior, además de empujarlo e intentar huir.
Ante la situación, otro de los guardias civiles bajó en apoyo mientras sus compañeros seguían atendiendo el incidente principal dentro del edificio. Ambos agentes siguieron al agresor, que fue interceptado a unos 50 metros del portal. Pese a nuevos requerimientos, el individuo volvió a negarse a identificarse, lo que obligó a los agentes a proceder a su detención inmediata por los delitos de resistencia, desobediencia y atentado a la autoridad.
Durante el cacheo se halló su documentación personal, y se le leyeron los derechos in situ, conforme al artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El guardia civil agredido fue trasladado posteriormente al centro de urgencias, donde recibió atención médica. El parte médico confirmó la lesión bucal y estimó en cinco días el perjuicio personal básico para su recuperación.
Una denuncia por ocupación con violencia
Mientras tanto, en el interior de la vivienda, el resto del equipo policial atendía la denuncia de la propietaria del domicilio, quien aseguró que otra mujer había entrado en su casa sin consentimiento y la había agredido físicamente. Según su versión, la presunta ocupante forzó la entrada tras llamar a la puerta y se negó a abandonar el piso.
Cuando los agentes interrogaron a la mujer señalada por la denunciante, esta aseguró que había pagado un alquiler, pero no pudo aportar ningún contrato, justificante ni testigo que respaldara su afirmación. Los agentes, tras verificar que la vivienda era efectivamente propiedad de la denunciante, instaron a la presunta ocupante a abandonarla de inmediato, advirtiéndole expresamente de que si regresaba sería detenida por desobediencia grave a la autoridad.
Segunda llamada, segunda detención
Apenas media hora más tarde, sobre la 01:20 horas, la Central recibió una nueva llamada de alerta. El motivo: la misma mujer había regresado a la vivienda y se estaba produciendo de nuevo una alteración grave del orden.
Esta vez fueron otros dos agentes quienes acudieron al lugar, y procedieron directamente a su detención por desobedecer la orden expresa de no regresar, instruyéndose un nuevo atestado policial independiente del anterior.
Condena en tiempo récord: prisión y multa
En la mañana de este martes 5 de agosto, el detenido por la agresión al agente ha sido juzgado en un juicio rápido celebrado en el Tribunal de Instancia de Roquetas de Mar. El acusado ha reconocido los hechos y se ha conformado con la acusación del Ministerio Fiscal.
La sentencia, dictada inmediatamente y de forma firme, lo condena a:
- Cuatro meses de prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad.
- Veinte días de multa (80 euros en total) por un delito leve de lesiones.
- Indemnización de 250 euros al agente agredido por las lesiones.
- Pago de las costas procesales.
La pena de prisión ha sido suspendida por un periodo de dos años, con la condición de que el condenado no delinca nuevamente y abone previamente la indemnización impuesta.
La AUGC representa al guardia agredido
En este procedimiento, como en otros similares o que afectan a sus derechos, el guardia civil lesionado, afiliado a la AUGC, ha sido asistido por los servicios jurídicos de esta asociación. Así, ha estado representado por la abogada Marta Ortiz, letrada de la Delegación de la AUGC Almería, que ha ejercido la acusación particular en su nombre contra este acusado.
La Guardia Civil mantiene abiertas diligencias respecto a la segunda detención —la de la presunta ocupante— y no se descarta que se sigan depurando responsabilidades penales o administrativas adicionales.
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