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La empresa de la zona azul no paga a sus trabajadores por la deuda del Consistorio
Eysa toma esta decisión al no cobrar 9 millones de euros acumulados desde 2002
La empresa concesionaria de la regulación de los aparcamientos mediante la zona azul y de la grúa, Estacionamientos y Servicios (Eysa), ha decidido no pagar más nóminas a sus empleados debido a la elevada deuda que el Ayuntamiento de Almería tiene pendiente de abono y que, según la concesionaria, alcanza los nueve millones de euros. Un adeudo éste que deja a la delegación de Eysa en Almería en una situación comprometida hasta el punto de que "no puede soportar más el pago de las nóminas".
Es la comunicación que el delegado de la concesionaria en Almería, José María de Benito, tuvo que realizar al presidente del Comité de Empresa en una reunión mantenida por la tarde. Según ha explicado De Benito -hasta el día de ayer siempre reticente a hacer público estos datos-, el Ayuntamiento de la capital debe a Eysa entorno a nueve millones por servicios de la zona azul y de la grúa que se retrotraen incluso hasta tres Corporaciones, siendo la factura pendiente de pago más antigua del año 2002, correspondiente al gobierno de PSOE e IU.
Aunque desde el Ayuntamiento se ha mantenido durante estos meses que la deuda estaba siendo renegociada, a la dirección de Eysa en Madrid parece habérsele agotado la paciencia dando orden directa de que no se ingrese la nómina correspondiente al mes de marzo al medio centenar de empleados de Almería capital.
De Benito ha explicado que, de las facturas pendientes, el Ayuntamiento había aprobado en Pleno proceder al abono de cuatro recibos, si bien el ingreso no se ha hecho efectivo pese a su paso por sesión plenaria. "Tengo en mis manos la carta de pago de estas cuatro facturas, pero el Ayuntamiento ha perdido la documentación de soporte -los avales técnicos- y seguimos sin poder cobrar". Una de estas cuatro facturas corresponde al servicio de retirada de vehículos que Eysa prestó durante el año 2005 en su totalidad, cuya cuantía, no obstante, no llega a los 500.000 euros.
Los empleados por el momento continúan trabajando y no descartan medidas de protesta ante el Ayuntamiento, que serán determinadas en una pronta reunión.
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