Un establecimiento divino para las almas más devotas de la provincia

Oropel es un lugar lleno de misticismo entre el cielo y el suelo. La tienda está repleta de imágenes y estampas con las oraciones particulares a cada Santo

Los rosarios de diferentes Santos y Vírgenes cuelgan de las estanterías llenas de imágenes religiosas.
Juani Olivares / Almería

17 de septiembre 2008 - 01:00

La fe es un sentimiento que vive dentro de cada uno. Las imágenes de los Santos y Vírgenes pueden resultar la compañía necesaria en un momento de soledad. El creer que todo no acaba cuando comienza el sueño eterno es una de las formas de alargar la presencia efímera del hombre en la tierra, la finitud de las personas.

Existe un rincón en las calles de Almería donde misticismo y realidad se conjugan para aportar un sentido diferente a la visión particular que se puede tener de cada imagen religiosa.

Estampas, belenes, rosarios, medallas, cuadros, pasos de Semana Santa en miniatura o figuras son algunos de los objetos que se pueden encontrar. Además de restaurar imágenes y pintar cuadros por encargo, tanto la dueña de la tienda, Mara Maldonado, como su hijo, Luis Fernández.

La biografía de los Santos no tiene misterio para esta familia, puesto que proporcionan la vida de cualquier icono religioso. "En nuestra modesta tienda ofrecemos, sobre todo, caldees, para que la gente que viene se vaya satisfecha. Además respondemos de la pieza que vendemos. Incluso si es muy grande, tanto la pieza como el cuadro, lo llevamos a su casa", afirma Mara.

La creencia en la religión va en declive, pero "hay gente que tiene fe y necesita un lugar donde recurrir", continúa. Las imágenes pequeñas de cualquier Santo, Virgen Mártir, son las que más salidas tienen. "Estamos esperando que nos lleguen los belenes de José Luis Mayo, un escultor de renombre", comenta Mara. Este artista estuvo llamado desde la infancia a reproducir la realidad y sus inquietudes a través de una materia pobre, humilde y sencilla. De modo que, en el barro, la forma de expresar sus percepciones, ha realizado exposiciones y colaboraciones importantes en el ámbito nacional, galardonado con numerosos premios.

Más de mil imágenes llenan las estanterías de la tienda, San Benito, Santa Gema, San Judas Tadeo, San Antonio, San Pancracio, La Virgen María, La Virgen de la Cabeza, la Virgen del Carmen, Fray Leopoldo, la Virgen del Pilar, la de Fátima, la de Lourdes, San Francisco, San Juan, Nuestro Padre Jesús, el Sagrado Corazón de Jesús... son algunas de las imágenes que tapan las paredes de la tienda. Estampas con la oración específica de cada santo, medallas de todos los tamaños materiales, o agua del río Jordán son los productos con los que los clientes suelen salir de este espacio místico, en el que la fe crece un poco más, incluso en los más incrédulos.

"Mi hijo no es un creyente muy convencido, pero trabajamos aquí a gusto, a él lo que apasiona es la pintura. Crea lienzos con los que llega a trasmitir sensaciones", cuenta Mara, orgullosa de su hijo Luis. "La restauración de las imágenes o la confección de vestidos para las figuras también forma parte de nuestro trabajo. En hacer un traje a la Virgen del Carmen, con su bordado en oro suelo tardar una semana, porque el bordado es un trabajo muy minucioso. Pero todo lo que realizamos está hecho con una gran fe, y no queremos que ese valor se pierda", concluye, con gesto serioy esperanzador.

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