Una expedición por Alborán para el recuento de la lapa gigante
La especie marina del Mediterráneo está en peligro de extinción desde 1999 · El delegado de Medio Ambiente de la Junta, Clemente García, visitó la Isla para observar los pasos a seguir de los expertos
La preocupación por una especie en peligro de extinción se hace patente en la Isla de Alborán, perteneciente a Almería y, más concretamente, al distrito de Pescadería. Con mochila a la espalda y subido en el barco, el delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Clemente García, y expertos en el medio marino escogieron el día de ayer para hacer el recuento de la lapa gigante del Mediterráneo que se encuentra en la parte semilitoral de la zona.
Los dos barcos, Punta Polacra y Ama 7, zarparon de la Torre del Puerto de Almerimar en El Ejido, y tardaron dos horas y media en llegar hasta Alborán.
En el recuento, se medía con exactitud el tamaño de la lapa que las más grandes oscilaban de 9 a 10 centímetros. Además, los técnicos llevaban una cinta métrica y un GPS para ubicar las lapas. Muchos de los presentes, se remangaron los pantalones para apreciar de cerca la lapa gigante.
En el 2006, la Junta registró 120 ejemplares de la lapa gigante del Mediterráneo y el año pasado aumentó casi el triple, con 350. "No se sabe porque creció la población tan rápido el número. No se sabe si se han reproducido de manera totalitaria o venían de otras procedencias", explicó el delegado de Medio Ambiente.
En toda Andalucía, en el 2007, se contabilizaron un total de 750 ejemplares. "La mitad de las lapas están en este entorno. En su primera etapa es macho y después se convierte en hembra", explicó el delegado de Medio Ambiente, Clemente García.
Esta especie muy característica de la Isla Alborán se declaró en peligro de extinción en 1999. "Antes no se había hecho recuento. Las lapas se extienden desde Murcia hasta Huelva, pero desapareció en el resto del Mediterráneo porque se las comían las personas", aseguró García
La lapa gigante del Mediterráneo recorre gran parte de las provincias andaluzas. "Hay en la costa de Almería, Granada, Málaga, Huelva, Cádiz y, fuera de Andalucía, en Murcia", señaló García.
También indicó la exclusividad de la especie y la gran cantidad de lapas que existían en otras épocas: "Fue muy abundante. Aparece un gran número en las sierras litorales y hasta en yacimientos arqueológicos".
Para García, es preciso que se realicen una serie de acciones y restricciones para que no se pierda la especie: "Están protegidas. No se pueden ni comer, ni pescar. Tenemos que facilitar que la lapa gigante se perpetúe".
Además, desde la Consejería se realizan investigaciones para que la lapa gigante pueda vivir en otro hábitat: "Estamos haciendo un estudio para que esta lapa no viva sólo en la roca natural sino en el hormigón".
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