Durante 2023 han fallecido 28 personas en 27 accidentes de tráfico que se registraron en las carreteras de la provincia de Almería y en los que también resultaron hospitalizados 79 heridos. Los periodos con más muertes en las vías interurbanas no se han correspondido, como suele ocurrir tradicionalmente, con el incremento de la movilidad durante las vacaciones de verano y fueron abril y diciembre que se saldaron con 6 fallecidos en cada mes, fechas en los que sí desarrollaron operaciones de tráfico importantes por la Semana Santa y Navidad. De hecho, en el último mes del año se incrementó la siniestralidad un 100% en relación al mismo periodo del año anterior. En julio y agosto, según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, se contabilizaron 130 accidentes con víctimas, si bien solo tres personas perdieron la vida en carretera convencional frente a los siete fallecidos de esos dos meses en 2022.

De los 28 almerienses que han perdido la vida en los accidentes de tráfico en el último año en vías interurbanas, más de la mitad la mitad (16) no viajaban en vehículos de cuatro ruedas: 9 eran motoristas (32%), 1 ciclomotorista, 3 ciclistas y 3 peatones. De los conductores de los turismos, furgonetas y camiones siniestrados, 9 no hicieron uso del cinturón de seguridad en el momento del percance, una imprudencia que acabó siendo determinante en el trágico desenlace de los accidentes. El análisis pormenorizado de la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería permite trazar un perfil con las variables más presentes en los siniestros que pone de manifiesto que 18 personas fallecieron en fin de semana (64%), 22 lo hicieron en vías convencionales (78%) y 15 por salida de la carretera (53%).

La valoración inicial de los accidentes mortales evidencia que nada menos que un 57% de las muertes del último año se corresponden con usuarios vulnerables, es decir, motoristas, peatones y ciclistas. Es una cifra que se ha venido incrementando y que ya en 2021 rozaba el 50%. El jefe provincial de Tráfico de Almería, José María Méndez, ha mostrado su preocupación por el incremento de fallecidos en vehículos de dos ruedas en un 46% con respecto a los años anteriores. Las carreteras secundarias siguen siendo las que concentran la mayor letalidad, siendo la salida de vía el principal factor detonante del siniestro, normalmente por una distracción, velocidad inadecuada o la conjunción de ambos factores.

Uno de los siniestros en los que perdió la vida un ciclista en la provincia

En la provincia, al igual que ocurre con la estadística de ámbito nacional, tres de cada cuatro fallecidos se producen en accidentes en vías convencionales. En este tipo de carreteras ya se han llevado a cabo actuaciones importantes por parte de la Dirección General de Tráfico como la reducción de los límites de velocidad o recientemente la eliminación de la posibilidad de adelantar superando lo establecido, como se venía haciendo hasta ahora, en 20 kilómetros por hora. Además, se han consolidado las denominadas rutas ciclistas seguras y hay cinco puntos fijos de control de velocidad en la red provincial. "Hay que seguir trabajando en concienciación, prevención y vigilancia", argumenta el jefe provincial de Tráfico, José María Méndez, quien ha destacado que este año se han registrado más muertes en fines de semana que en días laborales.

Tres años consecutivos de aumento de muertes

La mortalidad en las vías interurbanas se viene incrementando en los tres últimos años pasando de 25 en 2021 a 26 en 2022 y 28 en el ejercicio más reciente. Con anterioridad fueron 37 en 2020, 25 en 2019, 18 en 2018, 17 en 2017, 28 en 2016, 19 en 2015 y 14 en 2014. El cómputo global de fallecidos en accidentes de tráfico del último ejercicio estaría pendiente de las muertes en vías urbanas, cuyo dato aún es provisional. La suma de las dos variables arroja una última década de crecidas y descensos, siendo especialmente abultado el que se experimento entre los años 2016 y 2017 pasando de 40 a 22 fallecidos. Un total de 30 personas perdieron la vida en siniestros viales en 2013, 19 en 2014, 26 en 2015, 40 en 2016, 22 en 2017, 27 en 2018, 35 en 2019, 38 en 2020, 34 en 2021 y 41 en 2022.

A pesar del repunte de los últimos años, son datos muy positivos en cuanto a la evolución desde principios de siglo cuando la cifra de muertes al volante rondaba el centenar: 99 en 2001 y 96 en 2004. Fruto de la consolidación de los objetivos del carné por puntos y otras medidas legislativas implementadas por la DGT se consiguió bajar considerablemente la estadística, contabilizando un mínimo histórico de 19 fallecidos en 2014, pero las cifras han vuelto a incrementarse en los últimos años a pesar de la intensificación de la proyección y crudeza de los mensajes y campañas de concienciación contra la siniestralidad vial.