Un fallo del banco permite a una pareja de Almería gastar 350.000 euros de una herencia ajena en joyas y perfumes

Cuatro años y medio para el autor de la estafa, condena a título lucrativo para su mujer y absolución para el cliente del abogado Nabil El Meknassi

La pareja de la madre de Lucca violó y golpeó hasta la muerte al niño mientras ella miraba

Un cajero electrónico instalado en la provincia de Almería.
Un cajero electrónico instalado en la provincia de Almería. / DDA

10 de diciembre 2025 - 08:52 Actualizado: 10 de diciembre 2025 - 09:05

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería ha dictado una sentencia condenatoria contra Laurentiu Marian N. por un delito continuado de uso fraudulento de medios de pago, imponiéndole una pena de cuatro años y medio de prisión tras quedar acreditado que gastó 352.207,69 euros de una cuenta ajena. Los hechos, ocurridos entre octubre de 2022 y marzo de 2023, han revelado una cadena de errores de seguridad bancaria que permitieron al condenado vivir a todo tren con el dinero que la víctima había heredado de su madre.

Según recoge la resolución judicial, el acusado dispuso del capital mediante una tarjeta de débito que había sido contratada "sin conocimiento ni consentimiento de su titular" a través de la banca a distancia. Durante cinco meses, Laurentiu Marian N. realizó extracciones masivas en cajeros y compras en comercios. El fraude solo se detuvo cuando el perjudicado, que no usaba la banca electrónica y reservaba ese dinero para la compra de una vivienda, consultó su saldo y descubrió que su cuenta había sido vaciada, quedando apenas un remanente de 4.000 euros.

Dinero en la persiana y perfumes de lujo

La Guardia Civil, tras recibir la denuncia, procedió a la entrada y registro en la vivienda de los acusados en la localidad de Campohermoso (Níjar) en abril de 2023. Allí, los agentes encontraron 82.800 euros en efectivo escondidos en el cajetín de la persiana del dormitorio principal. Además del dinero, se intervinieron numerosos efectos adquiridos con la tarjeta fraudulenta, tales como "productos de higiene, complementos, joyas, aparatos de telefonía móvil, aparatos electrónicos y perfumes de lujo".

Este hallazgo ha sido clave para determinar la responsabilidad civil de la esposa del condenado, Daniela N. Aunque ha sido absuelta de los cargos penales al no aparecer en las grabaciones de los cajeros, el tribunal la ha condenado como "partícipe a título lucrativo". Los magistrados razonan que, pese a que el matrimonio estaba desempleado y subsistía con una pensión de 425 euros, ambos disfrutaban de un nivel de vida injustificable gracias al dinero sustraído, llegando incluso a realizar envíos de dinero a Rumanía. Por ello, deberá indemnizar solidariamente a la víctima.

Absolución para el cliente del letrado El Meknassi

La sentencia también resuelve la absolución de un tercer implicado, Sorin Lucian M., quien había sido señalado por el autor principal como la persona que le facilitó la tarjeta. La defensa, dirigida por el abogado Nabil El Meknassi Barnosi, logró desmontar la acusación argumentando la falta de pruebas objetivas. El tribunal ha dado la razón al letrado, subrayando que la declaración incriminatoria del coacusado no estaba corroborada y que, además, se vulneró el principio de contradicción, ya que el principal acusado "se negó a contestar a las preguntas de la defensa letrada de Sorin", impidiendo a Nabil El Meknassi cuestionar la veracidad de la imputación. Al no existir otros indicios periféricos ni rastro en sus cuentas, el cliente de El Meknassi ha quedado libre de todo cargo.

Duro reproche a la entidad bancaria

Uno de los aspectos más destacados del fallo es la contundencia con la que se aborda la negligencia del BBVA, entidad declarada responsable civil subsidiaria. La Sala afirma que el banco "incumplió el deber objetivo de cuidado" al cometer errores graves: envió la tarjeta a un domicilio en Viator facilitado por el estafador, en lugar de a la dirección real del cliente en Roquetas de Mar, sin realizar ninguna llamada de comprobación.

Además, el tribunal censura que la entidad permitiera "numerosas extracciones de 2.000 euros, casi a diario", superando el propio límite de 1.000 euros diarios que tenía la tarjeta, sin que saltaran las alarmas ni se contactara con el titular ante unos movimientos tan sospechosos.

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