Una familia con carácter oriental

La unidad familiar Rumí del Rosal celebra hoy ocho años desde que tuvieron a su tercera hija de China, Ana Son los primeros de la provincia que adoptaron a una niña de este país

Una familia con carácter oriental
Fran Murcia

13 de marzo 2014 - 01:00

Tal día como hoy pasan ocho años desde que la familia Rumí del Rosal completa a todos sus integrantes con el reencuentro en China de su hija Ana. Aurora y Pepe fueron los primeros en traer a la provincia de Almería una pequeña del país oriental y el camino de la vida les llevó por ampliar dos veces más la familia.

Aurora del Rosal y Pepe Rumí tienen dos hijas biológicas (Aurora y María) pero decidieron repartir su amor entre más personas. Tras muchos palos de ciego, constantes viajes y papeleos, su esfuerzo se vio recompensado con su primera hija adoptada en 1998: Carmen. Tras disfrutar de esta niña, tuvieron la oportunidad de contar con dos pequeñas más: Alicia (2001) y Ana (2006).

Es una familia muy numerosa, siete componentes, pero feliz, unida y con muchas ganas de seguir adelante. Hijas adoptadas y biológicas se quieren sin importar su procedencia. Aurora del Rosal ya contó a este Diario que "la gente confunde la adopción con no poder tener hijos. Mi marido estuvo esperando diez años por miedo. Es una emoción que no se puede callar. Cuando estuvimos seguros fuimos a por ello. Además, fue muy importante el apoyo de mis dos hijas mayores que no tuvieron ningún tipo de egoísmo, incluso nos han prestado dinero".

Pero después de tantos años de lucha, ahora queda disfrutar de sus hijas y hoy celebran el octavo aniversario de ese día tan feliz para la familia. Uno de los momentos que recuerdan los padres fue el encuentro en el Registro Civil de Urünqi (Urumuchi ), capital de la provincia de Xinjiang. "Estábamos muy emocionados porque ya nos entregaron los documentos diciendo que ya era legalmente nuestra hija para siempre. Adopción plena después del larguísimo camino. Fue un momento maravilloso".

Otro de los momentos que rememora la madre fue el reencuentro con sus hermanas Alicia y Carmen: "Jugaba con ellas como si hubieran estado juntas toda la vida y acababan de conocerse".

Ana, antes del reencuentro, viajó con su cuidadora durante 8 horas en tren desde Hami, pueblo donde fue encontrada con un mes y vivió en su orfanato hasta que fue asignada a la familia almeriense. "Ella sonreía, jugaba y no se quejaba del cansancio. Los del Registro nos dijeron que ella hizo ese viaje para que nosotros no tuviéramos que viajar tanto nosotros porque íbamos con dos niñas pequeñas. Hicimos un viaje muy largo, calculamos unas 25 horas entre unos aviones y otros. En ese momento, Alicia tenía 6 años recién cumplidos y Carmen, 9. Era muy cansado pero ellas iban loquitas de alegría a por otra hermanita".

Aurora del Rosal apunta que desde un primer momento la integración de la pequeña en el núcleo familiar fue fantástica: "Al día siguiente les encantaba meterse juntas en la misma cama a las tres y ya posaba para nosotros encantada".

Este acontecimiento fue una fiesta porque al regresar a Almería "había gran cantidad de amigos y familiares que nos esperaban para felicitarnos, fue muy emotivo".

Los padres de Ana, su última hija procedente de China quieren se muestran felices de compartir su vida junto a ella: "Entre nuestro primer encuentro en China donde nos acogiste con risas, la vuelta a casa en Almería donde todos te esperaban con los brazos abiertos y este día de hoy tan especial han pasado 8 años. Años con momentos preciosos, en los que nos has enseñado muchas cosas y haces que sintamos alegría de vivir".

1 Comentario

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último