Coronavirus Almería

Una botica de altos vuelos

  • La farmacia Aeropuerto permanece abierta de lunes a domingo a pesar de la parálisis de la terminal. Un oasis en el desierto que mantiene las ventas por su localización estratégica y horario ampliado

Con el cambio de hora se inició la temporada alta de los aeropuertos que este año ha sido desoladora en Almería al paralizarse toda la programación de las compañías con motivo del estado de alarma. Desde el lunes 23 no aterriza ningún avión de pasajeros y al día siguiente quedó cerrada al público la terminal de El Alquián. Sólo está operativa a demanda para otro tipo de operaciones no comerciales más que improbables en tiempo de coronavirus. Ni la Semana Santa ni el Imserso darán vida estos días como cada año a unas instalaciones que se mantienen blindadas con la presencia mínima de vigilantes, técnicos de Aena y empleados del mantenimiento. Es un aeropuerto fantasma, sin maletas en carritos y facturación, ni pasajeros en la cafetería ni colas en el control de seguridad.

Una imagen insólita de una instalación casi deshabitada que contrasta con la vida de la farmacia Aeropuerto que no sólo se mantiene abierta, sino que además cuenta un goteo permanente de clientes. Es un oasis en el desierto y así se mantendrá durante la crisis sanitaria. La farmacéutica titular del establecimiento desde hace tres años, Cristina Vázquez, asegura que nunca había visto la terminal así, ni tan siquiera en los inviernos más fríos del aeródromo en los que la reducción de vuelos es drástica. Es una de las pocas boticas de los barrios de la periferia del levante del término municipal y cuenta con horario de apertura y cierre ampliado, además de la proximidad con el hospital de alta resolución de El Toyo. Factores determinantes para el buen funcionamiento a pesar de la inactividad aeroportuaria. Están abiertos los 365 días del año de ocho de la mañana a diez de la noche.

"Siempre tenemos trabajo tanto presencial como por teléfono. Tenemos muchas llamadas para consultas sobre las recetas, para renovar el catálogo de medicamentos y también para saber si seguimos abiertos", comenta Cristina Vázquez. En este establecimiento trabajan con pantallas de seguridad y siguen a rajatabla los protocolos y recomendaciones que les ha hecho llegar el Colegio de Farmacéuticos de Almería, una institución que ha hecho posible también el reparto gratuito de productos a domicilio a los pacientes vulnerables. Trabajan con medidas de higiene máximas, además de las mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos y han establecido turnos para no coincidir si se diera un contagio. "Necesitamos protección porque tratamos a diario con muchos pacientes que aún siendo asintomáticos podrían estar contagiados y transmitirnos el virus", explica.

El abastecimiento de medicamentos sufrió algunas lagunas terapéuticas al inicio de la cuarentena como ocurrió con el Ibuprofeno y Paracetamol, pero se ha ido normalizando y disponen de todo el catálogo, incluidos los geles, siendo el único déficit, al igual que ocurre con la mayoría de farmacias del país, el de mascarillas y guantes. "No damos con proveedores porque ahora mismo la prioridad son los hospitales y centros de salud", asegura la propietaria de la Farmacia Aeropuerto. Todos los demás productos están entrando ya sin problema de forma periódica, una garantía para un negocio que mantiene al alza las ventas a pesar del estado de alarma. Abren todos los días, incluidos los fines de semana, con un horario más amplio de lo normal y localización estratégica que evita los desplazamientos de los vecinos del levante a las farmacias de guardia. Cuenta, además, con una clientela fija a la que no importa lo más mínimo que no esté operativa la terminal del aeropuerto. Es una botica de altos vuelos en tiempos de coronavirus

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