La Fundación de Julio Visconti declara que "legalmente" no puede poner una lápida en la tumba del acuarelista

El patronato de la entidad cultural sin ánimo de lucro que fundó el propio acuarelista en 2009 asegura que "sólo será posible dar la respuesta adecuada a esta cuestión mediante la iniciativa y gestión de los titulares de la tumba"

El acuarelista almeriense más internacional, casi tres años enterrado y sigue si lápida

Tumba en la que descansan los restos mortales del acuarelista Julio Visconti
Tumba en la que descansan los restos mortales del acuarelista Julio Visconti / Marian León

La Fundación Pintor Julio Visconti ha contactado con este periódico para dejar constancia de que "ha intentado solucionar" la situación tan incomprensible como indignante que recogía una información de Diario de Almería en su edición del 3 de septiembre al hacer público que la tumba de su fundador, el acuarelista almeriense más internacional que da nombre a esta entidad, seguía sin lápida casi tres años después de haber sido enterrado en el cementerio de la capital. El patronato de esta organización privada, sin ánimo de lucro y de carácter cultural constituida ante notario en julio de 2009, asegura que no ha sido posible "legalmente" revertir ese imperdonable olvido al carecer de la titularidad de la propiedad o uso del nicho en el que descansan los restos de Julio Visconti Merino desde el 28 de octubre de 2021. 

En el escrito de la Fundación Pintor Julio Visconti, firmado al día siguiente de la publicación de la información de Diario de Almería, también han querido manifestar que "sólo será posible dar la respuesta necesaria a esta cuestión mediante la iniciativa y gestión de los titulares" de la tumba del acuarelista que está situada en el número 48 de la calle 56 del camposanto almeriense de San José. Esta organización, que preside el alcalde de Guadix tras la muerte de Visconti, fue fundada por el propio acuarelista a la que donó una casa-palacio con huerto construida en el siglo XVIII que había rehabilitado, amueblado y decorado con pinturas, antigüedades y objetos de época para convertirla en su residencia y estudio frente al convenio de las Clarisas en la calle Santiago de la localidad granadina.  

Última reunión de los patronos de la Fundación Pintor Julio Visconti
Última reunión de los patronos de la Fundación Pintor Julio Visconti

El acuarelista falleció a los cien años de vida y después de convertirse en todo un referente para la cultura con una trayectoria jalonada de premios y reconocimientos dentro y fuera de la provincia. Casi un siglo de dedicación exclusiva al arte sobresaliendo como un virtuoso de la luz, los colores y la transparencia encumbraron al pintor nacido en Fiñana el 20 de junio de 1921 como maestro de la acuarela de reconocido prestigio que conseguiría que sus paisajes de la provincia, tanto naturales como urbanos, viajaran por medio mundo. Su obra ha trascendido la muerte y el olvido, pero inexplicablemente su tumba sigue sin lápida casi tres años después de su entierro en el cementerio de Almería al día siguiente de su muerte. El nicho del artista de ascendencia italiana sin flores ni fotografías ni lápida que lo identifique, sólo un cartel informativo con el nombre y la fecha del sepelio que deja de forma provisional el Grupo ASV Servicios Funerarios. Un olvido imperdonable a la memoria de cualquier fallecido, una ignominia al tratarse de uno de los iconos de la cultura almeriense. 

La casa-palacete de la Fundación en Guadix acoge actividades culturales con frecuencia
La casa-palacete de la Fundación en Guadix acoge actividades culturales con frecuencia

Una situación incomprensible que no ha pasado desapercibida para algunos de los amigos que tanto lo admiraron como persona y artista y hoy lo siguen recordando. Julio Visconti fue nombrado hijo adoptivo de la capital en 2008, el año en el que fundó la Asociación de Acuarelistas de Almería, su pueblo natal de Fiñana le dedicó una plaza, Roquetas un pasaje situado en el Castillo de Santa Ana y también lo reconocieron la Diputación y la Universidad de Almería con su insignia de oro en la inauguración de los cursos de verano de 2006. Fue nombrado socio de honor de la Agrupación de Acuarelistas de Madrid y ganó, entre otros galardones, el Premio Nacional de Acuarela en 1973, el Jesús de Perceval de la Casa Almería en Barcelona, el de Mejor Acuarelista del Año en 1997 por la revista Correo del Arte, el de Pintores y Escultores de África, la medalla de Felipe Trigo del Ayuntamiento de Madrid, la Uva de Oro de la Casa Almería en Madrid y el de Diario de Almería en 2013. 

Aunque el artista se instaló en Almería en la década de los ochenta, emprendió otros proyectos personales fuera de la provincia como la Fundación Pintor Julio Visconti en la localidad accitana, una entidad que ha venido gestionando este histórico inmueble, su colección personal y legado pictórico. El Ayuntamiento de Guadix también quiso reconocer al artista almeriense este esfuerzo personal, económico y artístico por hacer posible el proyecto y lo reconoció como Hijo Adoptivo y Predilecto. Es más, el alcalde de este municipio recogía a título póstumo la Medalla de Oro de la Provincia que concede la Diputación de Granada pocos días después de su fallecimiento. Pero ni los múltiples premios a su trayectoria, ni los reconocimientos de las instituciones públicas de Almería y Granada, ni la herencia millonaria que dejó a familiares han sido suficientes motivos para que este maestro de la acuarela tenga una triste lápida en su tumba.

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