Greenpeace celebra el paso del Ayuntamiento pero critica el retraso de siete años en cumplir el fallo sobre El Algarrobico
La organización ecologista considera innecesario llevar a pleno una decisión obligada por el TSJA y advierte de nuevos incumplimientos que podrían derivar en multas al alcalde
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Greenpeace ha valorado de forma positiva la decisión del Ayuntamiento de Carboneras de iniciar la revisión de la licencia del hotel de El Algarrobico, aprobada este viernes en un pleno extraordinario, aunque ha lamentado que el cumplimiento de una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se haya demorado siete años y se haya llevado a cabo por un procedimiento que consideran innecesario.
El Consistorio ha aprobado esta mañana la incoación del procedimiento de revisión de oficio de la licencia de obras concedida en 2003 al hotel, tal como ordenó el TSJA en su sentencia de 2018, ratificada por el Tribunal Supremo. Esta licencia debía declararse nula de pleno derecho al estar otorgada sobre suelo no urbanizable protegido. El Ayuntamiento ha fundamentado la propuesta en el artículo 47.1.f) de la Ley 39/2015 y ha abierto un trámite de audiencia a los interesados.
Greenpeace denuncia que el paso dado, aunque positivo, llega muy tarde y con una fórmula que podría haber evitado más dilaciones. “Era del todo innecesario celebrar un pleno para una decisión que tendría que tomar el alcalde”, ha declarado Luis Berraquero, coordinador territorial de Greenpeace en Andalucía. “Aun así, todo paso que se dé para que el fin del hotel ilegal esté más cerca, bueno es”.
La organización advierte además que persisten incumplimientos. En concreto, el Ayuntamiento no ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con las correcciones exigidas judicialmente, cuyo plazo expiró el pasado 28 de junio. Hasta que no se publique, esas modificaciones no tendrán efecto legal, motivo por el cual Greenpeace ha solicitado al TSJA la imposición de multas coercitivas contra el actual alcalde, Salvador Hernández.
Por último, la organización insta a la Junta de Andalucía a iniciar un procedimiento de expropiación sobre la parte del hotel que invade el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, como ya ha hecho el Estado. Esta actuación permitiría acelerar el desmantelamiento definitivo del hotel, símbolo —según Greenpeace— de los efectos del urbanismo depredador sobre el litoral.
“Es una oportunidad para que la Junta de Andalucía plasme su compromiso de acabar con el problema de El Algarrobico con hechos y no sólo con palabras”, ha concluido Berraquero.
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