Grito de libertad y repulsa tras los muros: El Acebuche conmemora el 25N con voz propia

Las mujeres del Módulo 1, junto a la Asociación Engloba, protagonizan una jornada cargada de simbolismo con la performance 'El muro de la violencia'

El Acebuche ha acogido un nuevo acto con motivo del 25N.
El Acebuche ha acogido un nuevo acto con motivo del 25N. / D.A.

La lucha contra la violencia de género no conoce de rejas ni de muros, y la reivindicación de una vida libre de miedo resuena con la misma fuerza dentro que fuera de una prisión. El Centro Penitenciario de Almería 'El Acebuche' ha vivido este jueves una jornada de profunda carga emocional y reivindicativa con motivo del 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En un acto organizado por la Asociación Engloba —con la coordinación de sus técnicas y el equipo de Igualdad del centro—, han sido las propias internas del Módulo 1 las que han tomado las riendas para alzar la voz "desde dentro, por todas las que no están y por las que no pueden hablar".

La jornada ha contado con la apertura institucional a cargo del director del centro penitenciario, Nahum Álvarez, y la clausura por parte de la subdirectora de Régimen, Pilar Casado. Sin embargo, el protagonismo absoluto ha recaído sobre las mujeres privadas de libertad, quienes han diseñado un evento dirigido a concienciar tanto a sus compañeras como a la población reclusa masculina. El acto ha arrancado recordando el origen histórico de la fecha: el asesinato de las hermanas Mirabal, 'Las Mariposas', bajo la dictadura de Trujillo en 1960, para dar paso a una radiografía de la situación actual. Se han puesto sobre la mesa cifras estremecedoras que justifican la conmemoración: en 2024, la tasa de víctimas fue de 1,6 por cada 1.000 mujeres, con más de 34.600 registradas y 48 asesinadas a lo largo de ese año. En 2025 ya son 38 las víctimas mortales.

Una performance ha dado voz a la lucha contra la violencia machista.
Una performance ha dado voz a la lucha contra la violencia machista. / D.A.

Uno de los momentos más sobrecogedores de la mañana ha sido la dinámica titulada 'Cartas a mi yo del pasado'. En un ambiente de respeto absoluto, varias participantes han compartido textos íntimos, conectando con su propia historia de sufrimiento y resiliencia en un "espacio seguro y de cuidado". Esta actividad ha servido, según los asistentes, para realizar un duro ejercicio de empatía y "ponerse en los pies del otro", generando un clima de emoción visible entre internos y funcionarios.

El simbolismo ha cobrado fuerza visual con la performance 'El muro de la violencia'. Las participantes han subido al escenario portando cajas que simulaban ladrillos, cada uno rotulado con una palabra clave que representa las distintas caras del maltrato explicadas durante la jornada: desde la violencia física y sexual hasta la económica, la simbólica o la institucional. Tras apilar las cajas formando un muro que visibiliza las barreras que enfrentan las mujeres, la escenificación ha culminado de forma catártica: las protagonistas, tras pintarse la cara con pintura roja simulando las heridas de la violencia, han derribado el muro al grito unánime de "¡Nos queremos vivas, basta!". Todo ello, acompañado por la música en directo de la guitarra de Baldomero.

La actividad se ha desarrollado en el salón de actos de 'El Acebuche'.
La actividad se ha desarrollado en el salón de actos de 'El Acebuche'. / D.A.

Durante la lectura del manifiesto, elaborado íntegramente por las participantes del taller de Engloba, se ha lanzado un mensaje directo a la sociedad y, muy específicamente, a los hombres, pidiendo su implicación activa para erradicar esta lacra y romper con la complicidad del silencio. "No somos marionetas de una sociedad absorbida por el machismo", han sentenciado en su escrito. El texto también ha puesto el foco en la violencia vicaria, alertando sobre el repunte de agresiones hacia hijos e hijas para dañar a la madre, y ha exigido medidas concretas: formación obligatoria para profesionales en perspectiva de género, mayor apoyo institucional y una asesoría jurídica de calidad.

El acto ha finalizado con una nota musical y una promesa de esperanza. Tras las canciones interpretadas con la colaboración de los internos Baldomero y Jonathan, el mensaje final ha invitado a todas las mujeres a "ponerse el disfraz de mariposa, echar a volar y ser libres", recordando que el 25N no es solo un día de luto, sino un punto de partida para el cambio.

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