Hace tan sólo un par de días, la ministra de Defensa, Margarita Robles, respondía al ser preguntada por la evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania que "la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente". Tan sólo un día antes, un buque de guerra de la Federación Rusa era seguido de cerca por el patrullero Centinela de la Armada en aguas del Mar de Alborán frente a la costa de Almería. La fragata Admiral Grigorovich, de la flota rusa en el Mar Negro, ha estado realizando una operativa de protección y escolta de un convoy formado por los mercantes Sparta IV y Ursa Mayor y el petrolero Yaz durante su tránsito por aguas del Mar de Alborán, entre Argelia y el Estrecho de Gibraltar.

La Armada ha confirmado la interceptación del buque de guerra ruso en el límite norte entre aguas argelinas y españolas por parte del Centinela (P-72) y de su seguimiento ininterrumpido entre los días 10 y 16 de marzo hasta que la fragata Admiral Grigorovich abandonó aguas del Mediterráneo oriental una vez que el convoy de mercantes ya había partido en dirección al Atlántico. Desde el comienzo del conflicto bélico en Ucrania, los buques de guerra de la Federación de Rusia son seguidos muy cerca en cada uno de sus movimientos en el Mediterráneo tanto por la Marina Británica -en las inmediaciones de Gibraltar- como por la Armada cuando son aguas españolas. Nada más tener constancia de la presencia rusa en el límite con Argelia, el patrullero Centinela, dentro de su misión de vigilancia y seguridad marítima, se reposicionó poniendo rumbo al Estrecho en seguimiento y monitorización permanente de la fragata y los mercantes rusos.

El convoy ruso fue escoltado en su desplazamiento de Argelia hasta el Estrecho

Tanto el Sparta VI como el Ursa Mayor vienen siendo relacionados por la comunidad internacional con el transporte de armamento desde el comienzo del conflicto, por lo que todo apunta a una nueva ruta a través del Mediterráneo en respuesta a las amenazas ucranianas, principalmente con drones, en aguas del Mar Negro. El Admiral Grigorovich es el primero de la clase a la que da nombre y forma parte de la flota del Mar Negro desde 2016. Ese mismo año se integró en el grupo de combate del portaaviones Almirante Kuznetsov que participó en el ataque a Alepo en la guerra de Siria.

El arma más destacada de esta fragata es un sistema de lanzamiento vertical (VLS) de 8 celdas para misiles de crucero supersónicos Kalibr (SS-N-27 Sizzler). Estos misiles pueden atacar barcos y objetivos terrestres. El mismo VLS también puede disparar misiles de crucero antibuque Oniks (SS-N-26 Strobile), que tienen un alcance de hasta 600 kilómetros. Tiene 3.800 toneladas de desplazamiento y 125 metros de eslora, también tropedos antisubmarinos y cañón de doble propósito A-190 de 100 mm, que puede alcanzar objetivos aéreos, barcos de superficie y bombardear objetivos terrestres.

Buques rusos en el Mediterráneo

No es la primera vez que esta fragata es interceptada en aguas del Mar de Alborán. En abril del pasado año formó parte de una operativa de hasta cuatro buques de la marina rusa junto a las corbetas Soobrazitelny y Stoikiy y el buque de aprovisionamiento petrolero Kola. Un mes antes, el patrullero de altura Centinela interceptó en marzo a dos buques de la marina rusa, la fragata Admiral Kasatonov y el buque cisterna Akademik Pashin en el Mediterráneo. Y en enero, el patrullero de altura Serviola y la fragata Méndez Núñez efectuaron un seguimiento similar a la fragata rusa 417 Admiral Gorshkov que está equipada con misiles hipersónicos Zirkon durante su navegación por aguas del Atlántico.

La presencia de estos buques de guerra en la zona no es nada nuevo al tratarse de una autopista marítima de paso obligado en la ruta que conecta los puertos del Báltico con los del Mar Negro y las bases rusas en Siria. En cada una de sus incursiones aparece la Armada que realiza labores de vigilancia y seguridad marítima en aguas del sur peninsular con el objetivo de mantener presencia y garantizar los intereses nacionales en los espacios de soberanía española. La vigilancia de buques de otros países es un procedimiento habitual, si bien la presencia de buques rusos en aguas próximas a la península adquiere una especial relevancia en un momento de máxima tensión entre la OTAN y la Federación Rusa por la guerra de Ucrania.

Patrullero de altura Centinela

El patrullero de altura de la Armada Española Centinela (P-72), con base en Ferrol, viene realizando campañas de vigilancia en el Estrecho desde abril de 2021, además de otras áreas del sureste peninsular y peñones de soberanía española en el norte de África. Con una dotación aproximada de 40 personas, el Centinela se encuadra en el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima. Su principal misión comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad marítima en los espacios de soberanía e interés nacional. Asimismo, es habitual su apoyo a otros organismos del Estado en la lucha contra la inmigración ilegal, narcotráfico y otras actividades delictivas. El buque está preparado para efectuar operaciones de interdicción marítima –visita, registro y, en su caso, apresamiento de buques– y prestar auxilio, rescate y asistencia en la mar en el caso de que se le requiera.

Patrullero de altura Centinela de la Armada Española

La Fuerza de Acción Marítima, integrada en la flota, está formada por el conjunto de unidades que tienen por cometido principal prepararse para proteger los intereses marítimos internacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional, encargándose, con un enfoque integral, de asegurar la cooperación permanente con los diversos organismos de la administración con competencias en el ámbito marítimo, lo que constituye la contribución de la Armada a la Acción del Estado en la mar. El Mando Operativo Marítimo es el órgano de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al jefe de Estado Mayor de la Defensa responsable, a su nivel, del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones permanentes de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se encuentra bajo el mando del almirante de Acción Marítima  y tiene sede en Cartagena.

Las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis. Los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aeroespacial (MOA) y Ciberespacial (MOC) conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en este tipo de operaciones bajo control operativo del Mando de Operaciones.