El infierno sónico de las obras del AVE en Almería: "Un generador 24 horas nos impide dormir"
El generador industrial funciona sin parar frente a los portales de Fernández Bueso, en el corazón de Almería capital, "por la falta de conexión eléctrica para el drenaje de las obras"
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La llegada del AVE a Almería capital avanza bajo tierra, pero en la superficie, en la confluencia de la calle Sierra Alhamilla con La Marina, hay vecinos que llevan semanas enteras sin poder dormir debido a un generador industrial que funciona sin interrupción, 24 horas al día, frente a sus viviendas. Este equipo, ubicado a apenas 15 metros de los pisos de Fernández Bueso, se ha convertido en la banda sonora forzada de las obras del soterramiento ferroviario, emitiendo un zumbido constante y una vibración que atraviesa tabiques, una situación que los residentes califican de insostenible y que ya ha sido denunciada ante las autoridades locales. La constructora utiliza el motor de emergencia, alimentado por dos grandes depósitos de diésel, "como solución provisional para drenar el agua del futuro aparcamiento debido a la falta de una conexión eléctrica estable".
Este generador está colocado justo en la esquina de Sierra Alhamilla con La Marina, justo enfrente de los principales portales de Fernández Bueso. Los vecinos afectados aseguran que el motor funciona de manera ininterrumpida desde hace casi dos semanas, generando un "zumbido molesto y penetrante que no cesa, ni siquiera durante la noche, cuando la obra habitual concluye sus trabajos". El problema, tal y como relatan los afectados, es que el motor de apoyo "no para nunca" y se convierte en el ruido dominante en el barrio una vez que la actividad diaria de los operarios cesa.
El ruido persistente se agrava durante el anochecer, justo cuando la tranquilidad debería retornar al barrio. Los residentes explican que ni siquiera el uso de tapones para los oídos consigue mitigar el sonido constante del motor. A ello se suma una vibración perceptible que se propaga por el entorno, una situación que se "encañona" o amplifica de forma molesta en el interior de los bloques de viviendas más cercanos al punto de instalación de la máquina.
Una pantalla que empeora el aislamiento
Tras las primeras quejas vecinales por la falta de descanso, la constructora instaló un cerramiento de madera alrededor del ruidoso generador, explican estos. Sin embargo, la percepción de los afectados es que esta medida ha resultado contraproducente y que ha generado un efecto contrario al esperado por la obra. Los residentes señalan que la pantalla de madera" no amortigua el sonido", sino que consigue que este "retumbe más" y se propague con más fuerza hacia las fachadas de las viviendas colindantes.
Aunque el principal foco de la denuncia vecinal es el ruido constante, también existe una seria inquietud por la cercanía del depósito de combustible que alimenta el motor. Los vecinos afirman que "hay dos depósitos, cada uno de unos 2.000 litros de diésel, colocados a apenas diez o quince metros de sus ventanas". La sola presencia de esta cantidad de combustible inflamable tan próximo a una zona residencial desata la desconfianza e incertidumbre sobre la normativa de seguridad que aplica en este tipo de instalaciones provisionales.
Respuestas contradictorias sobre la luz
El origen del problema reside en que la empresa aún "no dispone de la conexión eléctrica necesaria para que las bombas que drenan el agua del futuro aparcamiento puedan funcionar", explican los vecinos según le han dicho. "Para suplir esta carencia de suministro, se mantiene el generador en funcionamiento 24 horas", argregan. Los residentes de esta zona de Almería capital aseguran que, durante estos días de protestas, han recibido numerosas explicaciones contradictorias sobre el problema.
Según los afectados, la empresa ha ofrecido "distintas respuestas" en cada ocasión que preguntaban, atribuyendo el retraso a compañías como Endesa o Iberdrola, o prometiendo la llegada de la luz de forma inminente, "algo que hasta el momento no se produce". Los vecinos resumen el sentir general con un claro "Díganos la verdad", ya que consideran que la falta de una respuesta clara y la sensación de estar siendo "mareados" ha aumentado de forma exponencial el malestar social.
El residente afectado insiste en que la sensación es que "nos están dando largas" para evitar una denuncia formal o un escalamiento del conflicto. De haber sabido que el generador iba a permanecer dos o tres semanas, afirman que podrían haberlo asumido, pero la incertidumbre continua y las promesas incumplidas son el verdadero factor que ha desbordado la paciencia del barrio. El afectado ya ha acudido a la Policía Local, que ha facilitado un número de expediente tras registrar el aviso de las molestias.
El barrio lleva meses conviviendo con el avance del ambicioso proyecto ferroviario: ruido de obra, polvo, restricciones de tráfico y largas jornadas de trabajo. "Me como la obra", resume el residente, pero recalca que el funcionamiento continuo del generador junto a viviendas es "otra cosa" y un problema específico que exige una solución inmediata.
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CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA