Inquietante estadística de lesiones graves por accidentes de patinete

Las estadísticas de usuarios de patinete eléctrico accidentados son inquietantes. En los tres últimos años, este medio de transporte se han posicionado entre los más populares, especialmente entre los jóvenes e incluso entre menores de edad que los usan para ir al instituto, pero también entre los trabajadores del campo que han hecho de él su medio de transporte habitual por ser más rápido que una bicicleta, y más económico que una moto o un coche. Con el auge del patinete eléctrico se ha visto incrementado también el número de accidentes relacionados con su utilización. Esto se debe principalmente a dos causas: la falta de regulación clara, y el uso imprudente por parte de los usuarios, que, combinado con elementos externos como la infraestructura urbana, los coches o los peatones, crean escenarios que favorecen en gran medida los accidentes. Esto ocurre en Almería al igual que en el resto del país, donde se ha generado un problema que ni siquiera los agentes especializados en tráfico saben cómo regular.

El director de la Unidad de Maxilofacial del Hospital Universitario Torrecárdenas (HUT), el doctor Fernando Espín Gálvez, señala que casi el 60% de los accidentados presentan lesiones craneofaciales, con más de la mitad de ellas consideradas como severas, que conllevan intervención quirúrgica con anestesia general e ingreso de varios días. Y la mayoría con afecciones en la mandíbula, los pómulos, la nariz o la frente.

Este tipo de lesiones en personas accidentadas por circular en patinete son patologías que cinco años atrás eran prácticamente “inexistentes”, como señala Espín Gálvez, quien además advierte que “en los últimos años el número de pacientes con traumatismos por este tipo de siniestros ha ido en aumento, pero ha sido en los últimos meses cuando la estadística se ha disparado de forma exponencial”. Explica, alarmado, que “todos los días se atienden en el Servicio de Urgencias o en los quirófanos a víctimas que presentan fracturas que hay que reparar con placas o tornillos. Son lesiones graves”. Los datos dan buena cuenta del cambio de paradigma. Como indica Espín, hasta el año 2020 sobre todo se atendían fracturas de personas mayores que se caían y presentaban las lesiones en la cara, o de adultos que llegaban tras haber tenido un accidente de tráfico de moto o de coche, aunque este último medio de transporte en menor medida. Sin embargo, desde la pandemia hasta hoy, el incremento de la circulación de patinetes con motor, no solo en la capital sino en toda la provincia, ha ido aparejada al aumento de asistencias a víctimas con lesiones que se atienden únicamente en la Unidad de Maxilofacial del Hospital Universitario Torrecárdenas, que es referente para toda la provincia.

“Tenemos un problema muy grande y es necesario que los ciudadanos sean conscientes de la importancia de adoptar medidas de prevención y protección para evitar secuelas graves en caso de siniestro con este tipo de transporte que además es muy inseguro. Y esto tanto en el caso de los menores de edad, como en los adultos, y también en el caso de trabajadores, que son principalmente del sector agrícola y entre el colectivo de inmigrantes, que hacen uso de los patinetes eléctricos como medio de transporte habitual, en numerosas ocasiones en horario nocturno y sin usar ropa reflectante ni protecciones como el casco”, tal como señala el doctor Espín.

Un problema de salud pública y aumento del gasto

La problemática, como indica el especialista que dirige la Unidad de Maxilofacial, “es un tema obligado ya en todos los congresos, ponencias y comunicaciones por lo alarmante del aumento de pacientes, pero también por el hecho de que se están generando nuevos problemas de salud pública y aumento, por tanto, los costes de ésta”. Y es que cuando se produce una lesión craneofacial es necesaria la intervención del cirujano maxilofacial. Éste puede indicar un amplio rango de tratamientos que van desde una sencilla ferulización dentoalveolar, técnica para estabilizar los dientes permanentes, hasta una compleja reconstrucción facial.

En los últimos seis meses se han atendido en la Unidad de Maxilofacial del Hospital Universitario Torrecárdenas más de 80 pacientes con traumatismo directos. La mayoría de ellos se han resuelto bajo anestesia local pero 21 pacientes han precisado de intervención quirúrgica bajo anestesia general con hospitalización. No se incluyen en estos datos los traumatismo banales que han podido ser resueltos en el Servicio de Urgencias, según las estadísticas que maneja Fernando Espín Gálvez. Este aumento de la incidencia hace que el uso del patinete se haya convertido la principal causa de traumatismo facial que precisa intervención quirúrgica superando a los accidentes de coche, moto o agresiones.

El doctor apela a la concienciación de los ciudadanos para cambiar la situación y advierte de que “los usuarios no son conscientes de que llevan en sus manos un vehículo a motor, que alcanza una velocidad importante y que en caso de accidente el golpe puede producir lesiones graves con secuelas irreparables y también la muerte”. Señala al uso del casco como un hábito que puede reducir los alarmantes datos.

Apelan al uso del casco integral

Los patinetes eléctricos pueden alcanzar velocidades de hasta 45 km/h, y la poca o, en la mayoría de los casos, nula protección de los usuarios les hace muy vulnerables en las caídas, siendo especialmente frecuentes las lesiones traumáticas en las extremidades y, mucho más preocupante, en la zona craneofacial. En la actualidad el 94% de usuarios de patinete eléctrico circulan sin casco; es por ello que desde la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (Secom CyC) se hace un llamamiento al uso del casco integral para circular en patinete eléctrico para reducir los traumatismos craneofaciales. La Unidad de Maxilofacial de Torrecárdenas se une a este llamamiento.

Las autoridades tratan de regular la movilidad

La Policía Local de Almería trata de regular la movilidad en una ciudad en la que en los últimos tres años ha experimentado un aumento exponencial de patinetes eléctricos. Según los últimos datos que ha facilitado a los medios de comunicación el propio Ayuntamiento de la capital, los agentes han multado a 52 conductores que circulaban en patinetes eléctricos (VMP) sólo en el mes de junio. Todos por incumplir la normativa de circulación. Las sanciones, impuestas atienden a infracciones como circular por aceras, usar el móvil o conducir de forma temeraria, alcanzan hasta 1.000 euros. En un solo día, el 19 de junio, se llegaron a registrar 18 denuncias.

El área de Seguridad Ciudadana ha revelado que en la capital se ejecutan una media diaria de 4,3 sanciones, lo que refleja el creciente problema del uso inadecuado de los vehículos de movilidad personal en entornos urbanos.

Alcohol, drogas y móvil

Entre las infracciones más comunes detectadas se encuentran la conducción temeraria, circular en sentido contrario, llevar pasajeros no autorizados, usar el móvil al manillar o ignorar señales de tráfico y agentes. También se han impuesto multas por usar los VMP en aceras y zonas peatonales. Las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol oscilan entre 500 y 1.000 euros, dependiendo de la tasa. En caso de consumo de drogas, la multa es de 1.000 euros y el vehículo queda inmovilizado. Usar el móvil o llevar auriculares mientras se conduce implica multas de 200 euros, igual que circular sin luces o prendas reflectantes por la noche.

El Reglamento General de Vehículos establece que los VMP deben ser de una sola plaza, tener motor eléctrico y alcanzar una velocidad máxima de entre 6 y 25 km/h. Solo pueden llevar asiento si cuentan con sistema de autoequilibrado. No pueden circular por aceras, vías interurbanas, autopistas, autovías ni túneles urbanos. Tampoco está permitido conducir con auriculares, manipular dispositivos móviles ni superar los límites de alcohol o drogas. El Ayuntamiento recomienda el uso del casco y contar con seguro de responsabilidad civil, aunque es obligatorio todavía.