Un joven sobrevivió una semana tras caerse a un pozo en Mojácar

El lado oscuro de Almería

El pequeño Julen de dos años y medio que cayó en un pozo en Totalán, Málaga, tiene en vilo al país. Un antecedente en Almería puede dar la esperanza de que el niño siga con vida

Labores de rescate a contrarreloj en Totalán
José Ángel Pérez

21 de enero 2019 - 05:04

El 31 de marzo de 2006, poco después de las cinco y media de la tarde fue hallado con vida en el interior de un pozo seco de unos treinta metros de profundidad el joven de Mojácar, David López de 30 años de edad desaparecido la noche del día 23 en este municipio cuando salió de su casa, para irse de acampada hasta la barriada de La Alcantarilla donde había quedado con unos amigos. Se van a cumplir dentro de dos meses trece años del dramático suceso, que afortunadamente tuvo un final feliz y que mantuvo en vilo a todo la provincia almeriense.

Ocho días estuvo el muchacho sobreviviendo en el interior del pozo a donde cayó y tuvo que ser rescatado por los efectivos del parque contra incendios de Turre. El lugar de su ubicación es una zona de complicado acceso situada a la altura del kilómetro 2.800 de la carretera local AL-151 que une la localidad de Alcantarilla con Turre muy cerca del lugar donde los amigos del joven iban a hacer una acampada. El muchacho, pese a que conocía la zona, hizo un largo rodeo para sorprender a los amigos que le esperaban, con tan mala fortuna que en la oscuridad de la noche cayó en el pozo, salvando la vida milagrosamente. Durante más de una semana, los familiares, amigos y vecinos del desaparecido “peinaron” toda la zona tratando de encontrar alguna pista o dato que facilitase su localización mientras la angustia y la tensión iban creciendo vertiginosamente entre la familia.

El joven fue hallado consciente por dos agentes de la Policía Local de Mojácar, fuera de servicio, a quienes le pidió retiradas veces agua para beber. Los policías, al escuchar los ruidos se acercaron al pozo tranquilizando al muchacho al tiempo que cursaban de inmediato aviso al servicio de emergencias generales del 112 que activó a los pocos minutos todos los mecanismos de auxilio. En los primeros momentos acudió un medico del centro de Salud de Mojácar y una ambulancia que tuvo que ser escoltada por la Policía Local para conducirlos hasta el lugar donde se produjo el accidente.

Después de más de dos horas de laborioso trabajo y con extremadas dificultades el joven pudo ser izado a la superficie por los bomberos de Turre en una camilla. Con visibles muestras de emoción agradeció a todos su intervención viviéndose momentos de gran emoción entre todas las personas asistentes a su rescate, muchos de lo cuales no daban crédito a que después de tantos días sin beber agua, ni tomar alimentos y pese a las lesiones sufridas estuviese aún con vida. El muchacho estaba afectado de un cuadro de deshidratación, hipotermia y presentaba múltiples fracturas, erosiones y magulladuras y aunque su estado era grave no se temió por su vida.

Tras ser estabilizado por el personal sanitario, alrededor de las ocho y media de la tarde fue trasladado en ambulancia hasta el hospital comarcal de La Inmaculada de Huércal Overa en donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Durante las primeras horas de la noche fue sometido a distintas exploraciones y pruebas médicas para evaluar su estado de salud y una vez totalmente superada la situación, fue trasladado a planta donde se recuperó rápidamente.

La aparición con vida del muchacho fue acogida con grandes muestras de alegría lógicamente entre sus familiares y amigos así como en todo el pueblo de Mojácar, La noticia de su hallazgo con vida después de pasar ocho días en el pozo fue noticia en todos lo medios de comunicación del país.

Durante estos tensos días numerosos agentes de la Guardia Civil con la ayuda de perros adiestrados procedentes del Servicio Cinológico de Sevilla, personal de Protección Civil y efectivos de la Policía Local de Mojácar, intervinieron junto a familiares y amigos en la búsqueda del muchacho. El ayuntamiento de Mojácar reaccionó de inmediato haciendo un llamamiento a la población por si alguna persona pudiese facilitar algún tipo de datos que posibilitara su localización. El pueblo entero se volcó en la búsqueda del muchacho.

David López salió de su domicilio en las inmediaciones del campo de fútbol de Mojácar a primeras horas de la noche del pasado día 23 y su intención era ir hasta la barriada de La Alcantarilla a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano para pasar el Día de la Vieja, donde le esperaban sus amigos y a donde no llegó.

Pasadas las primeras veinticuatro horas y no tener noticias suyas ni los amigos verle la familia angustiada se puso en contacto con la Guardia Civil para denunciar formalmente su desaparición y la petición de unirse a su búsqueda fue difundida a través de los medios de comunicación de Almería. Una historia intensa y dramática, que habrá dejado profundamente marcado al joven muchacho, pero que gracias a Dios, a pesar del sufrimiento vivido ha podido contarlo.

En Piedras Redondas no hubo final feliz hace treinta y cuatro años

La fecha fue el 11 de febrero de 1985. El mes que viene se cumplirán treinta y cuatro años de esta horrible tragedia. Un niño de apenas 14 años de edad, Jesús Santiago falleció prácticamente en el acto al caerse a un pozo abandonado y sin señalización alguna de peligro mientras jugaba con unos amigos de su misma edad en la barriada de Piedra Redonda. Ese día se vivieron en la capital y en general en toda la provincia varias horas de angustia e incertidumbre, mientras que activamente la Policía Local, Policía Nacional y los bomberos de Almería buscaban incesantemente al menor en un radio de varios kilómetros en toda la zona norte de la barriada, recorriendo e inspeccionando metro a metro toda la zona donde existían un indeterminado número de pozos sin estar previamente tapiados ni señalizados. Tras más de un día y medio de incertidumbre y angustia de sus familiares, amigos y vecinos, finalmente la Unidad de Salvamento del parque contra incendios de Almería, rescató el cadáver del infortunado menor del interior de un pozo de sesenta metros de profundidad que se encontraba a casi un centenar de metros del núcleo urbano. El caso provocó una honda consternación en la capital y se vivieron momentos de intenso dolor en la barriada donde residía la familia del pequeño.

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