La jueza ratifica la prisión para la madre de Lucca y su pareja, que recurrirá a la Audiencia alegando muerte "accidental"
El abogado de Juan David revela que su cliente niega la agresión sexual y justifica las lesiones por la supuesta "torpeza" del niño
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La instrucción por el crimen del pequeño Lucca en Garrucha ha superado este viernes un trámite crucial sin sorpresas, pero dejando tras de sí una batería de argumentos defensivos que intentan dar un vuelco al caso. La Sección Civil y de Instrucción número 3 del Tribunal de Instancia de Vera ha ratificado la prisión provisional, comunicada y sin fianza tanto para la madre del niño de cuatro años como para su pareja sentimental, Juan David R.C., desestimando las peticiones de libertad planteadas por sus abogados.
La magistrada María Ramírez García ha sido contundente en su resolución. Según ha podido saber Diario de Almería, el auto judicial se remite íntegramente a los fundamentos que ya motivaron el ingreso en la cárcel el pasado 6 de diciembre. La jueza ha dictaminado que "procede ratificar la prisión provisional (...) por las mismas razones puestas en el auto en el que se acordó, dándose por reproducidas para evitar inútiles repeticiones en aras a la economía procesal".
Las comparecencias se han celebrado de forma telemática, conectando por videoconferencia con la prisión de El Acebuche para evitar el traslado físico de los investigados. Tras conocer la decisión, el abogado de Juan David, Manuel Martínez Amate, ha anunciado que no recurrirá ante la propia jueza —al considerar que no cambiará de criterio— sino que interpondrá directamente un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Almería en el plazo de cinco días.
Niega el asesinato y la violación
Más allá de la decisión procesal, la jornada ha servido para conocer la línea de defensa de la pareja de la madre. Ante la jueza, Juan David ha tomado la palabra para negar tajantemente uno de los delitos más graves que se investigan. "Miren ustedes, yo en ningún momento he agredido sexualmente al menor. Para eso me sometí voluntariamente a la prueba de ADN y así que lo comprobaran", ha declarado el investigado, según la transcripción literal facilitada por su letrado.
La defensa intenta desmontar los indicios de la autopsia preliminar, que halló una "sustancia blanquecina" y un desgarro anal. El abogado sugiere una hipótesis alternativa macabra pero exculpatoria del móvil sexual: plantea que esos fluidos no son semen, sino restos biológicos expulsados por el propio cuerpo del niño debido al "aplastamiento de intestinos" que le causó la muerte, o consecuencias de un estreñimiento severo.
"Miedo" y "torpeza"
Para el resto de las acusaciones —asesinato y maltrato habitual—, la defensa ha construido un relato de fatalidades. Sostienen que Lucca murió por causas naturales (problemas estomacales) no atendidas. ¿Por qué no llamaron a una ambulancia? Según el abogado, por "miedo a que se descubriera el pastel": la pareja había retomado la convivencia saltándose una orden de alejamiento vigente y temían ser detenidos si aparecían los servicios de emergencia. "Pecaron de imprudentes", admite el letrado, buscando una condena por homicidio imprudente en lugar de asesinato.
Aún más llamativa ha sido la justificación ofrecida para las múltiples lesiones, arañazos y marcas que presentaba el cadáver del pequeño. Martínez Amate ha asegurado que su cliente describe a Lucca como un niño "un poco torpe" que "se caía y tropezaba mucho", atribuyendo así los signos de violencia a accidentes fortuitos y no a las palizas sistemáticas que describen los testigos y el auto de prisión inicial.
La sombra de la santería
El caso sigue sumando elementos extraños. El abogado ha confirmado que en el atestado de la Guardia Civil aparece un detalle inquietante: el día antes del fallecimiento, la madre pidió a Juan David que consiguiera "agua bendita" para "rociar la habitación y echar a los malos espíritus o cargas negativas". Este dato, unido a informaciones "oficiosas" que maneja la defensa, mantiene abierta la vía de la investigación sobre posibles rituales de santería o vudú como contexto del crimen.
Mientras la instrucción avanza en el Juzgado número 3, que ha asumido la competencia, los dos acusados permanecerán en el módulo de ingresos de El Acebuche, a la espera de que la Audiencia Provincial resuelva los recursos que sus defensas ya preparan para intentar sacarlos de prisión.
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