Así luchan contra el fuego en León los zapadores de la Legión

Dos equipos de la Bandera de Zapadores de la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión se han desplazado en la última semana a varios puntos que han sufrido incendios devastadores en la provincia de León, con al menos cuatro fallecidos y una decena de heridos, para combatir el fuego en labores de apertura de cortafuegos y prevención para frenar el avance de las llamas. Según ha podido conocer este periódico de fuentes del Ejército de Tierra, uno de los dos equipos de empujadoras ha estado trabajando contra el fuego en el Valle de Valdeón y Riaño, en el parque nacional de los Picos de Europa, y el segundo lo ha hecho en la comarca de Yeres-Las Médulas en la que han tenido que ser realojados los vecinos de una veintena de pueblos.

El primer grupo de legionarios ha estado trabajando desde el 15 de agosto con la maquinaria empujadora, además de un volquete, en la vertiente sur de la montaña palentina del Espigüete en Valverde de la Sierra en la apertura de la línea de defensa para cerrar la cola del incendio forestal. El segundo equipo de zapadores desplazado a León ha trabajado con una empujadora y maquinaria retroexcavadora bajo el mando de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en diferentes operativos sobre el terreno con los que abrir cortafuegos y establecer defensas que permitieran parar la propagación del incendio forestal. La Bandera de Zapadores de la Legión se dedica a tareas de apoyo al combate, construcción y mantenimiento de infraestructuras, así como a la desactivación de explosivos, entre otras funciones.

La Legión de la esperanza

La Legión se volcaba el pasado año labores de reconstrucción y ayuda humanitaria a los damnificados por las inundaciones de la gota fría que han devastado una treintena de localidades y barrios valencianos. Los legionarios tienen una trayectoria jalonada de solidaridad y han participado activamente en el auxilio y recuperación de zonas castigadas por otras inundaciones y también terremotos sin olvidar el desastre ambiental del Prestige en la costa gallega a finales de 2002 al que acudieron en autobuses más de 600 legionarios que se afanaron en retirar el chapapote. La Legión intervino en las riadas de la gota fría de septiembre de 2012 en pueblos del Levante almeriense como Vera y Pulpí, una actuación por la que recibirían meses después la Medalla al Mérito de la Protección Civil del Ministerio del Interior, y también en las tareas de reconstrucción de Lorca tras los graves daños causados por un seísmo en mayo de 2011.

En Murcia como en Valencia lo principal era la asistencia a las víctimas, que pasaron de tenerlo todo a quedarse sin nada, para que notaran su aliento y se vieran amparados por sus medios humanos y logísticos. En el Huerto de la Rueda montaron tiendas modulares, literas, bancos, mesas y alumbrado para suministrar bandejas de comida a cientos de personas que se habían quedado sin hogar o habían sido desalojados de forma preventiva. En septiembre de 2022 hicieron posible que llegara el material escolar, deportivo, juguetes y medicamentos donado por los empresarios de la patronal almeriense a los niños y familias en el Líbano al transportarlos en su despliegue en la misión Libre Hidalgo de la ONU, una acción cívica y solidaria por la que fueron reconocidos por la comisión de responsabilidad social de Asempal.

El Tercio Alejandro Farnesio, 4º de la Legión, se sumó desde Ronda al operativo para paliar los destrozos de la crecida en 1989 del río Guadalhorce y también ayudó al abastecimiento de agua a los vecinos de Montejaque facilitando sus aljibes durante las restricciones de la sequía de 2012. Y en la Operación Balmis de la pandemia, el que había sido mayor despliegue militar en España hasta las inundaciones de Valencia, cambiaron sus fusiles y ametralladoras ligeras por mascarillas, guantes y lejía para completar hasta 189 actuaciones en veinte localidades de seis provincias (Almería, Málaga, Albacete, Alicante, Granada y Jaén) encaminadas a la prevención y control del orden público, la vigilancia de infraestructuras estratégicas para el transporte y a la desinfección de centros sanitarios y geriátricos durante 98 días.