El agro almeriense requiere de un cambio de modelo a la hora de comercializar. Y se está trabajando en ello como una de las fórmulas para que las crisis de precios no perduren en el tiempo. Pero con eso solo no basta y así se lo han hecho llegar al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que ha visitado la provincia para ofrecer su apoyo al municipio de Níjar y a los agricultores afectados por la granizada de la borrasca Gloria y para mantener una reunión con las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, Cooperativas Agroalimentarias, Coexphal, Hortiespaña y Ecoha.

A ellos les aseguró que  "el Gobierno tiene la intención" de integrar la nueva directiva europea sobre prácticas comerciales desleales y proceder a una revisión del conjunto de la ley Agroalimentaria vigente, un instrumento poderoso de cara al establecimiento y la mejora de cara a la posesión de los productores en la cadena agroalimentaria.

Opiniones de las organizaciones agrarias

"Hay la necesidad de la UE cumpla estrictamente con los controles en fronteras respecto a los productos fitosanitarios o las cuestiones vinculadas al etiquetado como lo referente a los precios de referencia para la entrada de distintos productos”, sostiene Planas, quien argumenta que “de vez en cuando” es necesario recordar a la Comisión la aplicación de las normas para que lleguen a los estados miembro que tienen que ponerlas en marcha ya que a través de las diferentes fronteras se reciben esos productos. “Creo que de esa forma, quien exporte a España lo hará en plenitud de legalidad y nosotros también, lógicamente, tenemos que defender nuestra provisión en otros mercados”.

"Hay la necesidad de la UE cumpla estrictamente con los controles en fronteras respecto a los productos fitosanitarios"

Una de las novedades surgidas de la reunión es la creación de una hoja de ruta para que el proceso de cambio se sustente de forma ordenada y eficacia en el tiempo. “Estamos dispuestos a llevarla a rajatabla la hoja de ruta. Sería un paso de gigante para resolver los problemas que estamos teniendo en al provincia. La agricultura está tocada, hay que reconocer los problemas que tenemos y eso da pie a poder solucionarlo”, explica Pascual Soler, presidente de Asaja-Almería.

Francisca Iglesias, secretaria provincial de UPA-Almería, especifica que hay una crisis estructural importante no solo en la horticultura sino en todo el sector primario. “Lo que tenemos es un problema de precios y rentabilidad. No podemos repercutir en los alimentos que producimos los costes de producción pero al contrario, estos cada vez son más altos. Y esto nos lleva a un deterioro de un modelo del que estamos orgullosos que es el modelo Almería, que se basa en la producción de alimentos por parte de una explotación familiar. Y eso es lo que tenemos que defender a cal y canto. Hay que paliar esos efectos en los costes de producción”, argumenta.

Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería, sostiene que “es importante que desde el Gobierno central se reconozca que el sector está atravesando una situación estructural de pérdida de rentabilidad. Hay un compromiso por parte del Gobierno para hablar de precios y de crisis de precio y de posición de dominio de grandes supermercados y de control de las importaciones”.

Aun así, Góngora cree que no es momento de frenar sus reivindicaciones: “Hoy no tenemos nada, solo el compromiso. Vamos a colaborar con la administración para que esos compromisos se desarrollen. Vamos a seguir reivindicando en la calle. Lo haremos con cabeza, como siempre lo hemos hecho”.

Visita a la zona de la granizada de Níjar

Durante la jornada de ayer, el ministro Luis Planas también estuvo presente en Níjar. Visitó la zona cero donde hace ya casi dos semanas cayó una granizada que tiró al suelo decenas de invernaderos y, trágicamente, provocó la muerte de un trabajador aplastado en el interior de una explotación.

Planas se reunió con Esperanza Pérez, alcaldesa de Níjar, para informarse de los daños infraestructurales municipales y de servicios públicos y los provocados en el campo por la borrasca Gloria: “Quería conocer de primera mano cuáles eran los daños y tener conversaciones con los propietarios de las parcelas afectadas”, explica.

Trabajadores reparan los daños en los invernaderos.

El ministro lamenta la pérdida de José Bautista, el trabajador como lo único que no es reparable. Asimismo, ha explicado cuáles son las garantías que existen para que los agricultores se recuperen de los daños causados. “El seguro agrario es un seguro cada vez más necesario ante estos acontecimientos porque todos los daños tanto de cosecha como de estructura son asegurables. Ya se han comenzado las primeras peritaciones”, explica.

En el caso de que algún agricultor hubiera suscrito su póliza en el pasado pero que no lo hubiera hecho en esta campaña, y todavía se encontrara abierto el plazo para suscribirlo, podría acogerse a las ayudas públicas. También cabe la posibilidad de financiar la reconstrucción de los invernaderos a través del FEADER.

En algunos casos que no se puedan acoger a las situaciones anteriores, las explotaciones pueden acogerse a la vía de los avales de Saeca, financiados a través del Ministerio. Y el Gobierno tendrá en cuenta los daños producidos en los meses de septiembre y diciembre en los módulos del IRPF de 2019.

“Además de eso, tendremos en cuenta esta situación en los módulos de declaración de renta. Lo que visitamos hoy no es para este año, sería para 2021. Quienes tengan trabajadores fijos en las explotaciones se pueden acoger a las bonificaciones de la Seguridad Social”, agrega.

“Esta tierra tiene un inmenso futuro, la horticultura es una joya de la corona de la agroalimentación y su trabajo tiene que continuar a pesar de todas las intemperies y problemas”, apostilla.

El ministro señala señalado que la subida del Salario Mínimo Interprofesional es un compromiso social del Gobierno y representa un avance importante para el conjunto de la sociedad. Esta subida resulta totalmente asumible para el sector primario, cuyos trabajadores deben tener la misma dignidad que los trabajadores del sector servicios o la industria.

En todo caso, el Gobierno vigilará el impacto que el SMI pueda tener en determinados sectores como el agrario para que, si los efectos no son los deseados, se proceda a realizar las correcciones necesarias.