La madre de Gabriel clama por dignidad y olvido para Ana Julia en el cumpleaños de su hijo

Patricia Ramírez difunde una carta en la que denuncia la “fama” de Ana Julia Quezada y pide un “nuevo escenario” donde se respete la memoria de su hijo

La juez cita a Ana Julia Quezada tras reabrir la investigación por las amenazas a la madre de Gabriel

Patricia Ramírez en el Senado.
Patricia Ramírez en el Senado. / Efe/ Fernando Alvarado

“¿Cómo felicitarte, nano? ¿Cómo?”. Así arranca la carta que Patricia Ramírez, madre del niño Gabriel Cruz Ramírez, ha hecho pública este 16 de junio, fecha en la que su hijo habría cumplido 16 años. La misiva, escrita con la crudeza del dolor sin cicatrizar, es una denuncia, una súplica y un homenaje. También es un nuevo golpe sobre la mesa de una madre que, siete años después del crimen que conmocionó al país, sigue luchando por preservar la memoria y la dignidad de su hijo.

En el texto, difundido a última hora del domingo, Patricia se dirige directamente a Gabriel, fallecido el 27 de febrero de 2018 a manos de la que entonces era pareja de su padre, Ana Julia Quezada, condenada en firme a prisión permanente revisable. “Mi Gabriel cumple 16 años. Me siento a escribirte entre lágrimas, a corazón abierto, sin saber si podré seguir transitando por este dolor”, confiesa. A partir de ahí, despliega un testimonio cargado de impotencia, rabia y amor.

La “bruja” que aún hace daño

Ramírez vuelve a referirse a la asesina de su hijo como “la bruja”, tal y como se acuñó en su entorno más íntimo durante los días de búsqueda. “¿Cómo felicitarte por haber parado a la bruja cuando ella, desgraciadamente, parece que campa a sus anchas y aún sigue sin arrepentirse?”, se pregunta.

La madre denuncia que Quezada no sólo no ha mostrado nunca arrepentimiento, sino que “sigue haciendo daño” desde prisión, supuestamente manipulando a su entorno, saltándose las normas, consiguiendo lo que quiere y proyectando una imagen pública que, en su opinión, ensucia la memoria del niño. “Nada que no se sepa o se haya ya analizado. En criminología se correspondería con una psicópata”, añade, aludiendo a su formación.

Pero el escrito va más allá de la crítica a la interna. Patricia dirige su mensaje a la sociedad y a las instituciones que, según ella, han permitido esa situación: “Me obligan a salir públicamente a pararla porque quienes deberían ver tu carita cuando la miran la complacen”. Y lanza una de las frases más impactantes de la carta: “Me gustaría regalarte mi vida para que tú volvieras”.

Una súplica por un nuevo escenario

El núcleo del escrito es una llamada a construir un “nuevo escenario”. Un entorno en el que no se dé espacio ni atención mediática a los autores de crímenes atroces, donde el recuerdo de las víctimas no quede expuesto a la manipulación ni al espectáculo. “Un escenario donde jamás vuelva a aparecer su imagen junto a tu preciosa sonrisa”, escribe. “Donde se le nieguen los beneficios derivados de la fama obtenida por tu cruel asesinato”.

Y remata: “Ojalá hoy, Gabri, desapareciese su imagen dando paso al olvido”. Esa es su petición. Un deseo para el día que su hijo debería estar soplando velas, rodeado de amigos, profesores, primos, familia. No está. Y su madre siente que tiene que pelear incluso para que su ausencia no sea utilizada como recurso mediático o reclamo comercial.

Un contexto judicial activo

Esta carta se difunde apenas una semana después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmase la reapertura de unas diligencias penales por presuntas amenazas de Quezada a Ramírez. El caso, inicialmente archivado, se reabrió tras la declaración de una interna que coincidió con la condenada en prisión y que habría escuchado a Quezada decir que quería “matar” a la madre de Gabriel.

Como parte del procedimiento, la juez instructora ha acordado citar a declarar a Quezada y a varios testigos, aunque aún no se ha fijado fecha. La investigación se suma a las denuncias públicas de Patricia, que en mayo ya advirtió de que la condenada tendría acceso a móviles, estaría participando en grabaciones de contenido sexual y preparando un documental.

Entonces, Patricia ya alertó: “Nadie me atiende, nadie me protege. El sistema me ha dejado sola”.

El crimen que marcó una generación

El caso de Gabriel Cruz conmocionó a España. El niño de ocho años desapareció el 27 de febrero de 2018 cuando se dirigía desde la casa de su abuela a la de unos primos. Durante doce días, se activó una intensa búsqueda en Níjar que mantuvo en vilo a todo el país. El 11 de marzo, Ana Julia Quezada fue detenida en Vícar con el cuerpo del niño en el maletero de su coche. Lo había matado por asfixia y enterrado en una finca de la familia.

Fue condenada en 2019 a prisión permanente revisable, una de las pocas veces en que esta pena se ha aplicado en España. El tribunal consideró probada la alevosía, la especial crueldad y la intención de ocultar el crimen.

Un regalo para Gabriel

La carta concluye con una súplica sencilla, profunda y desgarradora:

“Espero me ayuden a regalarte el mejor regalo de cumpleaños: poder brindarte la alegría de estar viva con tu sonrisa por estandarte”.

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