Instituciones penitenciarias

La magia regresa a El Acebuche

  • Los ilusionistas Álvaro Segura y Gabimagoo visitan el módulo 20 de la prisión

La magia regresa a El Acebuche

La magia regresa a El Acebuche / D.A. (Almería)

Tal vez una prisión no parezca a priori el lugar más mágico del mundo, pero el poder de los trucos de ilusionismo se ha hecho fuerte esta semana entre sus muros. Y es que los ilusionistas Álvaro Segura y Gabimagoo han llevado esta semana su arte y prestidigitación al módulo 20 del centro penitenciario El Acebuche de Almería.

Según han explicado fuentes de la cárcel de la capital almeriense a este periódico, estos magos son miembros del Círculo Mágico de Almería y lograron "asombrar y distraer a un público difícil de engañar, pero que participó gustosamente en varios de los juegos" en la biblioteca de este departamento.

"Hoy ha sido un día diferente y la magia nos ha sacado de estos muros (...) Una actividad así hace que se pase el tiempo de otra manera", han manifestado algunos de los reos que participaron en este mágico espectáculo.

Desde la dirección de El Acebuche explican que esta actividad es una de las muchas que incluye el programa de actividades de ocio y tiempo libre para estos meses estivales. Porque las olas de calor de este año no han impedido que los internos puedan participar, como de costumbre, en diferentes torneos deportivos, así como en citas lúdicas y culturales de todo tipo.

La magia regresa a El Acebuche. La magia regresa a El Acebuche.

La magia regresa a El Acebuche. / D.A. (Almería)

No es la primera vez que la magia se hace presente en la prisión almeriense. De hecho, Gabimagoo ya pudo participar en una actividad para potenciar los vínculos de los internos con sus hijos con trucos de prestidigitación, juegos, globoflexia, etc., de la mano de la Fundación Abracadabra.

“El hecho del internamiento de una persona no la excluye de otros ámbitos de la sociedad y de las relaciones familiares. Al revés, Instituciones Penitenciarias tiene la misión de potenciar estas facetas con distintos instrumentos, con contactos con sus familias y seres queridos dentro en un amplio abanico de posibilidades. En esta ocasión hemos querido tener un tono más lúdico y amable, normalizar situaciones que en la calle son normales. Si en la calle es normal que un padre esté con su hijo en diferentes actividades, ¿por qué no va a serlo en la prisión?”, decía entonces el director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz.

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