Megaproyectos: Almería abraza el futuro a golpe de obras
Los demandados desarrollos públicos a gran escala han dejado de ser promesas políticas, invadiendo la ciudad de zanjas que traen la revolución urbanística de este trienio
Las obras del Puerto-Ciudad en imágenes
Así avanza el soterramiento ferroviario en Almería
El futuro de Almería se ha hecho presente en este año 2025 que ha sobrecargado a la capital de megaproyectos en marcha. Esos que la ciudadanía llevaba décadas reclamando porque van más allá de obras corrientes. Son las que aportarán competitividad y suficientes atractivos para acunar inversiones y empleo en una ciudad que también aspira a la sostenibilidad y a ese ideal de la urbe en la que echar raíces. La Alta Velocidad y el soterramiento de las vías del ferrocarril, la integración de la ciudad con su Puerto y la remodelación de la tradicional ‘milla de oro’ del comercio, el Paseo de Almería, traen consigo la revolución urbanística del trienio.
La capital ha estado durante este 2025, al que poco le queda para despedirse, literalmente sitiada por las obras en sus ejes principales de comunicación. No han dado tregua a lo largo de estos meses pero Almería, lejos de protestar, se ha ido adaptando en su rutina. Una convivencia dura la de los almerienses pero, a la par, silenciosa en quejas, porque llevan luchando por estos desarrollos públicos, de gran magnitud, presupuestos muy elevados y largos periodos de ejecución, desde un cuarto de siglo atrás. Especialmente por el AVE y el soterramiento que aportará, además de un gran impulso económico a los sectores estratégicos, la ansiada sensación de libertad. Se acabará con la insularidad en materia de comunicaciones –con la perspectiva añadida de un probable abaratamiento de los billetes de avión–, y se podrá, con el soterramiento, discurrir por una ciudad de barrios cohesionados y aspecto mejorado.
Trenes
Mientras que la Alta Velocidad se abre camino con la fecha, aún mantenida, de 2027 y más de 2.400 millones ejecutados, la segunda fase del soterramiento ha impacto de lleno en la paisaje urbano. El avance de esta intervención, que comparten Gobierno central, Ayuntamiento y Junta de Andalucía con una inversión de unos 187 millones de euros (incluido el modificado), ha traspasado su ecuador, derribando los puentes de Los Molinos, el de la autovía del aeropuerto y el de la avenida del Mediterráneo, además de cerrar para siempre el túnel de las inundaciones en La Goleta.
Las obras prosiguen conforme al cronograma marcado con vistas a dejar la ciudad preparada para el regreso del tren y su entrada a la era de la Alta Velocidad durante la próxima primavera, momento en el que también estará terminada la nueva versión de la estación intermodal. Al periodo de pruebas y de restablecimiento del ferrocarril, en 2027, se sumarán, nuevas obras.
Las prepara el Ayuntamiento, desde donde se completarán los viales ahora en creación con, a modo de resumen, el bulevar del soterramiento, el cual terminará de consolidar los barrios bajo su influencia. De hecho, ya están floreciendo próximas edificaciones. Un ejemplo del impacto económico que las obras pueden aportar a una ciudad deseosa de sacar el máximo provecho.
Pendiente quedará el ramal del Puerto –catapulta sin duda para el comercio de mercancías–, si bien la ansiada apertura portuaria a la ciudad está más que activada, tras largos años de espera en los que parecía toda una entelequía la reapropiación ciudadana de los espacios vetados por uso portuario.
El derribo de los primeros 300 metros de valla de separación en este 2025 ha sido un momento cargado de significación para esa Almería que, en 2028 –fecha prevista para la conclusión de todas las intervenciones hoy en marcha bajo el paraguas del Puerto-Ciudad con una inversión próxima a los 35 millones de euros– volverá abrazar el Mediterráneo con un nuevo espacio de ocio y recreo en el muelle de levante y Rivera 1. Dos extensas hectáreas dotadas de áreas de restauración, elementos patrimoniales recuperados y visitables, y un tinglado que, después del proceso de rehabilitación, está siendo cuidadosamente reinstalado para estrenarse estas Navidades como cubierta de conciertos, mercados y otros eventos lúdicos y culturales bajo 16 millones de combinaciones lumínicas.
El muelle de levante y de Rivera 1 no son los únicos que la Autoridad Portuaria ha puesto patas arriba. En el otro extremo, la APA también ha procedido a la eliminación de barreras físicas entre el Puerto y la ciudad por la zona de poniente. En cuestión de días, los trabajos de esta primera fase de conexión con la A7 habrán concluido con un acceso directo de la N-340 que contribuirá a la diversificación e incremento de tráfico de mercancías y beneficiará a la ciudad al evitar la circulación de tráfico pesado a su entrada a Almería por la rotonda del barrio de Pescadería.
Además, la Autoridad Portuaria inauguraba en junio la restauración del edificio Varadero, que en 2026 cumplirá un siglo. Mucho más funcional y acorde a las necesidades actuales, se suma a la oferta de espacios en la ciudad para la celebración de eventos con aforo de hasta 600 personas.
Son soterramiento y Puerto-Ciudad intervenciones extraordinarias por su escala y repercusión. Almería no las sufría desde hace prácticamente un cuarto de siglo, cuando la ciudadanía pudo disfrutar de la Rambla al concluir, en 2001, el último tramo de la desembocadura en esa, ya lejana, revolución urbanística.
Paseo de Almería y conexión con el Puerto-Ciudad
Precisamente y bajo la misma batuta del arquitecto Antonio Góngora, este espacio se prepara para entrar en obras con un proyecto que aguarda en el Ayuntamiento de Almería y que afecta de igual modo al inicio del parque de Nicolás Salmerón, pulmón verde, al que le espera una nueva reforma. Son dos actuaciones complementarias que, unidas a otras anteriores como el Hospital Provincial y el MUREC, abren nuevos caminos de mejora social y económica para el conjunto del centro histórico y, especialmente, para Pescadería-La Chanca.
Este proyecto de enlace con el Puerto-Ciudad desde la Rambla también es puerta de conexión con el Paseo de Almería. Las obras en marcha desde el 13 de enero conforman la perpendicular de esa T de desarrollo (soterramiento-integración del Puerto). Están dirigidas a convertir la arteria principal de la capital en un salón urbano con más zonas peatonales, espacios verdes y una reducción considerable del tráfico rodado. Una invitación a la ciudadanía sin precedentes a retornar al Paseo y así restituir la categoría de ‘milla de oro’ que la irrupción de los centros comerciales le ha hecho perder.
El resultado de los 11 millones de inversión –con posible modificado– será cuestión ya de 2026, en una carrera a contrarreloj para llegar al próximo 14 de enero como reclaman comerciantes y hosteleros. La incógnita de su impacto quedará a partir de entonces desvelada.
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