Un mercadillo de antigüedades y de segunda mano en Almerimar

En torno a medio centenar de puestos ofertaban sus productos para dinamizar el consumo en la zona · Es una iniciativa conjunta entre Ayuntamiento y Comerciantes que durará 5 meses

Un mercadillo de antigüedades y de segunda mano en Almerimar
Carmen López / El Ejido

09 de abril 2012 - 01:00

De no ser por el radiante sol, visitar la urbanización ejidense de Almerimar ayer casi era sinónimo de viajar hasta Londres y acercarse a uno de sus rastros más famosos, Portobello. El terreno aledaño al hotel AR Almerimar, destinado a zona de aparcamiento, se convertía durante toda la mañana de ayer en un magnífico punto de encuentro entre la artesanía, la música, la bisutería, la literatura, fotografía, el arte en general plasmado en diversos enseres, reclamo de multitud de visitantes con motivo de la primera edición del Mercadillo 'Portobello' en Almerimar, que durante los próximos cinco meses se dará cita en la urbanización cada segundo domingo del mes. Si bien a partir de la próxima cita, este original rastro se instalará en los aparcamientos del edificio Jaleo de Almerimar.

Aunque no existía límite en el número de empresas participantes ya que el objetivo es llegar al centenar, en principio estaba previsto fueran 30 los puestos que se instalaran en este pistoletazo de salida de este espacio destinado "a dinamizar la vida en este núcleo, animar a la gente a salir a la calle y convertir esta actividad en un reclamo turístico más. Pero por suerte, el buen tiempo ha hecho que sean muchos más los comerciantes animados a instalarse en este mercadillo. De hecho hasta el último momento han estado llegando comerciantes, y es que esperaban hasta ver si el viento de días anteriores se repetía, pero el sol ha reinado en esta jornada, animándoles a ofertar sus productos en este espacio, y finalmente rondan el medio centenar de puestos", afirmaba Luisa Barranco, concejal de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de El Ejido. Un mercadillo, inspirado en el rastro londinense Portobello en el que se pueden encontrar desde antigüedades a productos de segunda mano, muebles, libros, cuadros, arte, fotografía, zapatería, ropa, complementos, marroquería, bisutería y todo tipo de productos artesanales, si bien quedaba totalmente prohibida la venta de bebidas y alimentación. Se trata de una iniciativa novedosa, puesta en marcha de forma conjunta entre el Consistorio y empresarios con la que se persigue "ayudar tanto al sector del comercio como al consumidor en estos momentos difíciles de crisis", matizaba Barranco.

Un punto de partida al que acudían diversos miembros del equipo de Gobierno desde donde han augurado al ver el índice de asistencia que "este mercadillo de antigüedades y enseres de segunda mano será un éxito en todas sus ediciones". Una iniciativa a la que no ha faltado detalle ya que a fin de conseguir que los asistentes con niños pequeños pudieran disfrutar de sus compras, junto al mercadillo se ha instalado un espacio de ocio infantil con hinchables y columpios, supervisado en todo momento por monitores municipales, para que los niños disfrutaran entre juegos y risas durante la visita de sus padres a este rastro.

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