Cuatro meses después del golpe

El alcalde de Zurgena, Francisco Ramos y su compañero, Antonio Fernández, sufrieron un grave accidente colgando los carteles en la pasada campaña electoral · Hoy siguen recuperándose

Ambos se muestran agradecidos por todas las muestras de cariño recibidas en los últimos tiempos.
P. Martínez · J. Colipe / Zurgena

19 de marzo 2012 - 05:01

A las diez hemos quedado en el Ayuntamiento de Zurgena con el alcalde de la localidad, Francisco Ramos y con Antonio Fernández, militante del partido popular local. Hablamos de la mañana del pasado 5 de noviembre, en plena faena de precampaña electoral nacional. En la comarca del Almanzora soplaba mucho viento y sin embargo el alcalde y su compañero de lista están subidos en una canasta para trabajar en las alturas. Colocan seis pasacalles ubicados en lugares estratégicos para que la gente vea la figura de Mariano Rajoy. El aire hizo que la que colocaron en la carretera, de farola a farola al lado de la gasolinera de La Alfoquía, se soltara de uno de los tirantes. Eran las diez y media de la mañana y ese fue tal vez uno de los peores momentos en las vidas de Kiko y Antonio; "no sé por qué se soltó el canasto, pero en cuanto se movió, me agarré de uno de los cordeles como si eso me fuera a sostener", comenta el alcalde, "solo me acuerdo de eso, porque con el golpe estuve algunos minutos inconsciente. Cuando abrí los ojos le pedí a mis compañeros que me ayudaran a levantar porque tenía que celebrar la primera ceremonia civil en mi condición de alcalde. Como no querían ayudarme, intenté levantarme por mis propios medios, y fue ahí cuando me di cuenta que tenía los codos rotos".

Antonio por su parte, cayó de pie, agarrado al canasto, "parecía un gato" comentan. Al golpear contra el asfalto en mitad de la carretera, en un acto reflejo salió saltando a la pata coja, y se sentó en el bordillo. Del susto, ni siquiera reparó en el dolor hasta unos instantes después.

Ambos cayeron de manera diferente, Kiko lo hizo de cara e intentó amortiguar el golpe con sus brazos. Producto de la caída se fracturó ambos codos, y el hombro izquierdo. También se golpeó la cara y se rompió el hueso cigomático, el del pómulo izquierdo, y como consecuencia perdió algo de visión. Con sus propios dientes se rajó toda la boca por dentro. Antonio no perdió el conocimiento y fue trasladado al Hospital la Inmaculada de Huércal Overa, se había triturado el hueso del talón, y se fracturó la planta del pie. Lo tuvieron que intervenir para colocarle tres placas de metal y ahora espera una nueva operación.

El alcalde tuvo que ser evacuado en helicóptero hasta Torrecárdenas. Todo el mundo creía que la caída había tenido consecuencias mucho mayores, incluso la madre de Kiko cuando conoció lo que había sucedido se desmayó. La fortuna hizo que varias personas, personal sanitario, estuvieran cerca del lugar y les atendieran en un primer momento, y es que la altura es de casi 6 metros y podría haber sido una tragedia. Sin embargo ambos le quitan hierro al asunto, su mayor preocupación es la angustia por la que atravesaron sus familias en ese momento, además de lo que les ayudan. Aún les queda una larga recuperación ya que continúan de baja y necesitan ayuda para casi todo.

Ambos solo tienen palabras de agradecimiento, los dos nos piden aprovechar la ocasión para devolver algo del afecto recibido, "a la gente del pueblo y de pueblos vecinos, a compañeros de vida y de partido. Lo que nos ha pasado nos ha reforzado como grupo de trabajo y como personas", susurran antes de despedirnos. Nos volvimos pensando lo que podía haber sido, y por suerte no fue, la cantidad de gente que durante este tiempo nos preguntaban sobre su estado de salud. Por eso quisimos cerrar la historia y contar de primera mano el estado y la situación de ambos; Kiko es peluquero de profesión, aunque ahora se encarga su mujer y Antonio espera volver cuanto antes a su oficio de albañil.

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