De qué mueren los almerienses: suben los tumores más agresivos y bajan infartos e ictus
Los fallecimientos por cáncer de pulmón crecen más de un 40% en quince años y las muertes por páncreas se duplican, mientras que los infartos e ictus caen con fuerza en la provincia de Almería
La provincia registra más muertes que nacimientos por primera vez
La provincia de Almería vive un giro importante en el mapa de su mortalidad, con una subida agresiva de los tumores más letales y una notable caída de las muertes repentinas como el infarto y el ictus, lo que confirma el envejecimiento de su población y exige nuevos desafíos para la sanidad en la comarca. El cambio demográfico, avalado por la estadística oficial del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), sitúa a Almería en la senda de las sociedades con alta esperanza de vida, donde la mortalidad se concentra cada vez más en las patologías crónicas; los tumores, los problemas respiratorios crónicos y el deterioro neurológico son los protagonistas absolutos, mientras las muertes súbitas pierden poder estadístico.
Los tumores son el gran foco de preocupación y se consolidan como la principal causa de fallecimiento en la provincia. Los que más vidas arrebatan son los de pulmón, colon-recto y páncreas, y son precisamente los que experimentan los mayores crecimientos en las cifras.
El cáncer de pulmón lidera la mortalidad tumoral al registrar 312 fallecidos en 2024, lo que representa un dramático aumento del 42% si se compara con los 220 casos notificados en el año 2009. Pero el tumor de páncreas se distingue por su extrema agresividad.
El impacto letal del cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas pasa de 50 a 106 muertes anuales, más que duplicando su impacto en el último quinquenio. Los linfomas también reflejan la dureza de las patologías: saltan de 44 a 83 casos en el mismo periodo de quince años analizado por el IECA. Es vital señalar que no todos los tumores crecen al mismo ritmo en la provincia, lo que muestra los diferentes ritmos en la lucha contra esta enfermedad.
El cáncer de colon y recto mantiene un nivel de fallecimientos elevado, pero logra estabilizarse en las estadísticas provinciales. Mientras, los tumores del sistema nervioso y endocrino crecen de manera sostenida, elevando la carga crónica que soporta el sistema sanitario en toda la comarca de Almería.
El éxito de la prevención cardiovascular
En contraste con el drama tumoral, el corazón pierde peso en las estadísticas como causa principal de defunción. Las muertes por infarto agudo de miocardio bajan de 236 en 2009 a 150 en 2024, lo que supone un alivio en las cifras generales.
Los fallecimientos derivados de un ictus también descienden de manera significativa al pasar de 352 a 296 casos anuales. Esta tendencia positiva se explica por la mejora continua en los tratamientos, los hábitos preventivos de la población y el avance en la detección temprana en los hospitales de Almería y el resto de Andalucía.
Sin embargo, no todo es un claro retroceso en el ámbito cardiovascular, y los datos obligan a la cautela. Las llamadas “otras enfermedades del corazón” suben de 165 a 248 fallecimientos, una señal que interpretamos como el resultado de una mayor supervivencia inicial que deriva en cuadros cardíacos crónicos y más complejos.
La fragilidad del envejecimiento extremo
El envejecimiento poblacional es el factor principal que reescribe el nuevo mapa de la mortalidad en la provincia. Este cambio también afecta al comportamiento de las patologías respiratorias.
Las muertes por EPOC y otras enfermedades crónicas pulmonares caen ligeramente de 184 a 152, un dato esperanzador. Pero el resto de enfermedades respiratorias no especificadas aumentan con gran fuerza, pasando de 154 a 272 defunciones en la provincia. La neumonía, una enfermedad clásica, crece un notable 60%, pasando de 70 a 112 muertes en quince años en la comarca.
Las otras causas que se disparan
El deterioro cognitivo y la fragilidad son las caras más visibles de la longevidad. Los trastornos mentales orgánicos y seniles suben de 127 a 178 muertes al año, y las enfermedades del sistema nervioso pasan de 77 a 150. La enfermedad de Alzheimer mantiene un drama silencioso con 149 fallecidos en 2024, manteniendo cifras altas y estables.
La fragilidad física se consolida como una causa de muerte en la población más longeva de Almería. Las caídas mortales se disparan de 16 a 52 casos, y los fallecimientos por osteoporosis y fracturas pasan de un solo caso a 59 en el periodo analizado.
El desafío de los cuidados continuados
La población de Almería vive más años, pero también está más expuesta a lesiones graves y a una pérdida de autonomía considerable. Un grupo que gana peso y añade complejidad diagnóstica es el de “paro cardiaco, muerte sin asistencia u otra causa no determinada”, que aumenta de 116 a 255 casos en 2024.
En un dato positivo para la salud pública, la diabetes retrocede de forma notable en Almería: pasa de 191 fallecidos en 2009 a 126 en 2024, lo que supone una bajada de más del 30%, mientras otras enfermedades metabólicas se mantienen en niveles elevados.
Almería avanza, de esta forma, hacia un modelo donde se muere menos por causas repentinas y más por patologías de largo recorrido, que obligan a incrementar la prevención, los cuidados continuados y la dotación de recursos sociosanitarios en toda la provincia que envejece.
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