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¿Por qué hay tantos mosquitos en Almería este año?

¿Por qué hay tantos mosquitos en Almería este año?

¿Por qué hay tantos mosquitos en Almería este año?

¿Hay algo más molesto que estar durmiendo y escuchar el zumbido de un mosquito sobrevolando cerca de la oreja? ¿O peor sensación que ese picor desesperante después de que varios de estos insectos te hayan acribillado a picotazos? Ambas cosas son, sin duda, situaciones desagradables a las que todos se enfrentan cuando llega el calor, pero especialmente quienes viven en el litoral de Almería. Y si no que se lo pregunten a los vecinos de Roquetas de Mar, Costacabana, Vera o San Juan de los Terreros, por citar solo algunos ejemplos.

La presencia de los mosquitos es irremediable. Siempre han estado y siempre estarán. A pesar de que los ayuntamientos pongan remedio para reducir sus poblaciones, utilizando para ello diferentes técnicas para ello. Pero también es cierto que en las últimas semanas se ha observado un gran aumento de estos dípteros, sobre todo en las zonas de costa donde hay humedales. Según Emilio González, presidente de la Sociedad para el Estudio y la Recuperación de la Biodiversidad Almeriense (Serbal), se ha producido el “cóctel perfecto”: ha llovido una gran cantidad de agua y hay altas temperaturas. Se da la situación perfecta para su eclosión.

¿Por qué hay tantos mosquitos ahora?

El mes de mayo ha sido especialmente húmedo en Almería, algo que no es muy habitual, mientras que el resto de la primavera ha sido seca. Una circunstancia que es ideal para la proliferación de estos insectos: “Los mosquitos de las marismas (los que se dan en zonas de agua salina, como en Roquetas de Mar) son oportunistas: ponen los huevos en el suelo y estos aguantan durante varios años. Así, cuando llueve, pueden eclosionar rápidamente y se producen picos muy fuertes”, explica el presidente de Serbal. No obstante, y aunque estos mosquitos son muy molestos porque atacan incluso de día, su ciclo vital es muy rápido: “tal como aparecen, desaparecen en unas semanas. Viven en charcas temporales y cuando estas se secan, se esfuman”, cuenta Emilio González.

Al respecto, Marta Guntiñas, bióloga de la empresa Athisa, especialista en control de plagas, explica que las temperaturas relativamente altas favorecen el desarrollo de larvas de mosquito, haciendo que el proceso de crecimiento que puede durar entre 10 días o dos semanas se acelere a menos de una semana.

Pero por otro lado, esas mismas temperaturas altas provocan que los mosquitos adultos se mueran antes: “Con temperaturas bajas puede estar activo unos dos meses, pero cuando son más altas su ciclo vital es de una o dos semanas”, dice.

Por eso, cuando deje de llover habrá necesariamente un bajón de las poblaciones de mosquitos, “siempre que no siga habiendo focos de producción de larvas, como piscinas o similares”. Y es que eso, las zonas privadas de agua, son un importante hervidero de larvas. “El mal tiempo ha hecho que este año las piscinas tarden más en estar abiertas, y por eso no tienen un buen mantenimiento”, explica la bióloga.

Los tres tipos de mosquitos que abundan en Almería

En la provincia de Almería conviven tres especies principales de mosquitos, cada una con sus peculiaridades: los mosquitos de las marismas o humedales (Aedes caspius), el zancudo (culífodos) y el mosquito tigre (Aedes albopictus).

En la zona de Roquetas de Mar, donde los mosquitos abundan, tienen muy controladas las zonas de cría de estos insectos para que la lucha sea más efectiva. La bióloga de Athisa explica que el mosquito de las marismas es autóctono que suele presentar altos picos poblacionales a principios de primavera y verano. “Se reproducen en aguas salobres, como la zona de la Ribera de la Algaida y en Punta Entinas”. Pero, al contrario de lo que se cree popularmente, “no están en todas las masas de agua, como las lagunas grandes”, sino que las larvas suelen desarrollarse “en charcos someros, con salinidad, poca profundidad del agua y se ve favorecido por las especies vegetales que haya en el entorno”.

Los mosquitos de las marismas se reconocen fácilmente porque “atacan incluso de día, son muy molestos y hay picos de población muy altos”, dice el presidente de Serbal. Sin embargo, estos mosquitos no se meten en las viviendas. Esos son otros, los mosquitos urbanos.

Dentro de esa tipología de mosquito “urbanita” destacan los zancudos, que también son autóctonos de la zona. A diferencia de los de las marismas, estos se reproducen en cualquier ambiente húmedo con poca higiene, como piscinas, bidones de agua, imbornales y alcantarillado. “Estos son los más difíciles de controlar, porque muchos de los focos están en zonas privadas donde no podemos actuar —explica Marta Guntiñas— por lo que hacemos un llamamiento a las comunidades de vecinos y propietarios de vecinos para que hagan un buen mantenimiento de las piscinas”.

En su labor de rastreo y control de zonas de cría de los mosquitos, la bióloga de Athisa ha encontrado diferentes situaciones que favorecen el crecimiento de los zancudos. “Hay quien deja las piscinas vacías y con la lluvia se crean charcos que son un auténtico hervidero de larvas”, cuenta. Pero dejarlas llenas tampoco es una solución si no se hace un mantenimiento correcto. Como tampoco sirve taparlas con una lona, sino, más bien, todo lo contrario: “la loneta hace que aumente la temperatura del agua, lo que hace que sea un sitio ideal para el surgimiento de mosquitos”.

Y por si los humedales y las piscinas no fuesen ya bastante, en el Poniente Almeriense hay otro elemento que favorece la aparición de mosquitos: los invernaderos. “Se pueden reproducir las larvas en los contenedores que se utilizan para los restos hortofrutículas, ya que cuando llueve se llenan de agua y al haber materia vegetal se produce un magnífico caldo de cultivo para los mosquitos”, explica la bióloga Marta Guntiñas. Incluso los plásticos también pueden ser un nido de mosquitos, porque con el riego o la lluvia se crean bolsas de agua que son usadas para eclosionar los huevos.

El otro tipo de mosquito urbano que cada vez es más frecuente en Almería es el mosquito tigre. No es autóctono, como los otros dos, sino que llegó hace unos años y su origen está en el sudeste asiático. Es fácilmente reconocible porque es negro, con una sola línea blanca de color blanco en la parte posterior de la cabeza y el tórax y con las patas negras con manchas blancas que le confieren un aspecto de cebra. “Es una tipología muy urbanita y le gusta mucho cualquier recalco de agua. Tiene una picadura más potente que los otros”, explica Guntiñas.

Las picaduras de estos tres tipos de mosquitos son molestas, pero no existe peligro de transmisión de enfermedades, por el momento, según los expertos. “Los mosquitos de las marismas y el tigre crean unas ronchas más grandes porque son “nuevos” para nuestro organismo”, explica Emilio González, de Serbal. “Desde pequeño te ha picado el mosquito urbano de toda la vida, pero cuando te pica una especie nueva, tu cuerpo reacciona a una sustancia extraña y responde con reacción alérgica”, asegura.

Pero, ¿cómo se puede acabar con los mosquitos? Hay opciones naturales (animales depredadores) y tratamiento con productos químicos. Para saber más, lea esta otra noticia.

Meme sobre la plaga de mosquitos. Meme sobre la plaga de mosquitos.

Meme sobre la plaga de mosquitos. / Diario de Almería

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