El director del CEIP San Valentín mantuvo ayer una reunión con el Delegado de Educación Antonio Jiménez Rosales, con objeto de analizar la evolución de las medidas adoptadas para el traslado de centro. Ambos comparten la lógica preocupación de las familias y destacan que se “está haciendo todo lo posible para resolver esta situación con la mayor rapidez posible”. En el traslado, afirman, siempre se ha tenido en cuenta que “nuestro alumnado esté en las mejores instalaciones, y por ello se ha decidido utilizar las instalaciones del CEIP Los Millares, que junto con las del CEIP Juan Ramón Jiménez permitirá al alumnado contar con amplios espacios, aulas bien dotadas y espacios de recreo adecuados a su edad”. Esta tarea, subrayan, no ha sido fácil, ya que se han tenido que coordinar diferentes horarios de los centros implicados, reestructurar el uso de instalaciones, así como prepararlas para que en el próximo regreso todo esté a punto. Un traslado como este es bastante complejo, ya que hay que transportar mucho mobiliario, muchos recursos educativos, pantallas digitales, enseres de niños/as, etc.

En un comunicado remitido ayer, destacan que “el Ayuntamiento de Almería, desde el principio, se ha implicado “en la problemática existente en nuestro centro, en concreto por parte del técnico municipal responsable del mantenimiento de centros escolares. De esta manera el área de Servicios Municipales va a colaborar con dos personas y un camión con conductor”.

A pesar de tan excepcional situación, el profesorado se ha implicado al máximo, entregando ejercicios en mano en las puertas del centro, así como creando grupos de Whatsapp para poder atender mejor a las familias y tener una comunicación más fluida, además del uso de aplicaciones como Cisco Webex para garantizar la docencia telemática.

Por ello desde el Equipo Directivo agradece la gran labor que está llevando a cabo las personas que componen el CEIP San Valentín, que compaginan las clases telemáticas con el desplazamiento a los centros educativos, con objeto de trasladar y preparar todo el mobiliario necesario para comenzar las clases.

Reconocen también el interés que ha mostrado el delegado de Educación así como la concejala de Servicios Municipales María Sacramento Sánchez Marín, por su disposición y ayuda en estos momentos tan difíciles así como a las Directoras de los CEIP Millares y Juan Ramón Jiménez ya que han realizado todo cuánto han podido por sentirnos como “en casa”.

El pasado 29 de noviembre el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) San Valentín, ubicado en el barrio de El Tagarete, cerraba sus puertas a cal y canto por riesgo de derrumbe. Sus alumnos, --un total de 104 de Educación Infantil y Primaria-- no volvieron a sus aulas tras el puente de Todos Los Santos.

Hoy se cumple una semana en la que padres, niños y profesores han tenido que adaptarse a la modalidad on line, con la esperanza puesta en la presencialidad anunciada por la Delegación de Educación de la Junta para este lunes día 8, reubicados en el CEIP Los Millares y el Juan Ramón Jiménez. Esto no ha sido así, y madres y padres se han concentrado a las puertas del colegio para protestar por el mantenimiento de las clases online.

Las familias han reclamado durante este tiempo una reunión urgente con el delegado territorial, Antonio Jiménez, y se concentraron sobre las 8:50 horas frente al centro educativo donde, según los acuerdos alcanzados el pasado martes, los alumnos debían ser recogidos mediante transporte escolar discrecional hasta el nuevo centro educativo, ubicado a unos cuatro kilómetros, donde podrían retomar las clases con el equipo docente habitual. A la espera de que las nuevas aulas se adapten a las necesidades de los 104 alumnos, los padres trasladan su inquietud ante el contrato del servicio de transporte, dado que aún no estaría resuelto, según han apuntado en un comunicado que leyeron ayer.

Las familias reclamaron a la administración el cumplimiento de “los tiempos requeridos propuestos por ellos” para dar solución a este asunto. “La preocupación radica en la falta de comunicación de las instituciones con las madres y padres del alumnado, que vemos como las distintas acciones programadas para la vuelta a la presencialidad están muy lejos de poder ejecutarse sintiéndonos profundamente olvidados y desamparados”, han considerado.

Los padres han criticado la situación en la que se encuentran los menores, quienes “han visto truncados de golpe el quehacer diario, así como la construcción de una vida mejor y en igualdad de oportunidades que la de cualquier otro niño independientemente de la ciudad y del barrio del que proceda”, así como el “auténtico drama” que viven las familias al tener que “compaginar una jornada laboral con la tutela de nuestros menores”. Según han explicado, hasta ahora los escolares han contado con una jornada con clases online de 9:00 a 12:00 horas que “no abarca ni toda la franja lectiva de 9:00 a 14:00 ni las necesidades especiales de aquellas familias que tuvieron que recurrir al servicio de comedor y aula matinal”, así como tampoco las actividades extraescolares.

Entienden desde el AMPA ‘Isysama’ que por parte de la Delegación “no se ha hecho ningún esfuerzo para reducir la temida brecha digital que actualmente vive el alumnado de CEIP San Valentín, que les obliga a disponer de un ordenador o tablet y conexión a Internet durante el periodo que dura las clases online, lo que lleva a sufrir un gran distanciamiento y una imposibilidad de garantías en su educación”.

Con ello, han detallado que hasta el momento “no se ha realizado el apuntalamiento de la planta baja” mientras que los operarios de Educación “no han vallado las zonas afectadas para evitar que los niños puedan acceder a ellas durante el uso de aula matinal y comedor”, para el que se pretende habilitar un pabellón de reciente construcción y que, en principio, no estaría afectado aunque se encuentra anejo a la zona que debe ser apuntalada. Tampoco se han empaquetado y trasladado los útiles del colegio San Valentín a las nuevas aulas situadas en el CEIP Juan Ramón Jiménez “necesarios para reanudar las clases”, sentido en que “no han dado permiso al equipo directivo para coger sus pertenencias, así como toda la documentación del centro”, según se han quejado.