Las obras de la nueva estación de Almería descubren el acceso a un refugio de la Guerra Civil
Un equipo de arqueólogos de la Junta valora el hallazgo para conocer el protocolo a seguir
Los restos de una antigua bodega del casco histórico de Almería son usados como contenedor
Los trabajos que se vienen realizando en la segunda fase de soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por Almería y la construcción de una nueva estación con parking subterráneo a la que llegará la futura línea de Alta Velocidad desde Murcia han dejado al descubierto el acceso a uno de los refugios antiaéreos de la Guerra Civil que se construyeron bajo la ciudad. Fuentes de Adif han confirmado a Europa Press que ha sido durante la excavación del aparcamiento subterráneo cuando se ha dado con ese acceso que conduce a unas de las galerías aunque, por sus condiciones, la misma no sería transitable. El hallazgo era difundido públicamente en la tarde de este lunes por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL) que captaba la imagen de la entrada subterránea que se ha detectado durante los trabajos en curso.
Conforme al protocolo establecido, desde la entidad constructora estatal se ha contactado con la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía para que pueda proceder a la valoración de este pasadizo con casi un siglo de antigüedad. Por su parte, fuentes del Gobierno andaluz han explicado que la obra de la estación Intermodal tiene un seguimiento "desde el primer momento" por parte de un equipo de arqueólogos de la administración regional, de manera que el hallazgo "se está estudiando" por parte de los técnicos "para ver cuál será el procedimiento a seguir".
La asociación de amigos del ferrocarril de Almería (Asafal) ha dado a conocer este hallazgo a través de sus redes sociales, en la que ha avanzado cómo los trabajos para las nuevas instalaciones ferroviarias han destapado uno de los corredores de los refugios antiaéreos de la Guerra Civil. Los Refugios de la Guerra Civil de Almería cuentan con entramado subterráneo de galerías construidas entre 1936 y 1939 para dar cobijo a los civiles durante los bombardeos, de manera que unos 4,5 kilómetros de esta red diseñada por Emilio Langle son transitables mediante visita turística.
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