'Perico el de los palotes' era una mujer nacida en Almería
La escritora, natural de Rodalquilar, en la comarca de Níjar, empleó el seudónimo para firmar artículos y reseñas literarias en su época
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La expresión popular 'Perico el de los palotes', utilizada habitualmente para referirse a una persona cualquiera, indeterminada o sin importancia, esconde en realidad una profunda y significativa conexión con Almería a través de una de sus figuras más relevantes y pioneras: la escritora y periodista Carmen de Burgos Seguí. Detrás de este pseudónimo, que parecería menor, se encuentra el ingenio de una mujer nacida en Rodalquilar, dentro de la comarca de Níjar, que tuvo que recurrir a este y otros nombres para desarrollar su vasta y revolucionaria carrera en el periodismo y la literatura de principios del siglo XX. El hecho de que una mujer de su estatura utilizase la identidad de un "cualquiera" subraya las dificultades y la marginación que sufrían las intelectuales en su tiempo.
La vida de Carmen de Burgos, conocida también como "Colombine", está marcada por una incansable actividad literaria y activista que la llevó a ser una de las voces más progresistas de su época en España.
Nacida en 1867 en Rodalquilar, esta almeriense rompió moldes al abandonar un matrimonio infeliz y mudarse a Madrid con su hija, lo que para la época supuso un escándalo social mayúsculo y una declaración de independencia personal.
Primera mujer en formar parte de la plantilla de un periódico en España
Fue la primera mujer en formar parte de la plantilla de redacción de un periódico en España y, de forma aún más significativa, la primera mujer corresponsal de guerra de la historia del país.
Su labor como corresponsal la llevó a cubrir la Guerra de Melilla en 1909, narrando la contienda y la vida de los soldados con una perspectiva antibelicista que no era común.
A lo largo de su carrera, utilizó numerosos seudónimos para firmar sus trabajos, entre ellos 'Gabriel Luna', 'Raquel' y, por supuesto, 'Perico el de los palotes', el cual empleó para reseñas y críticas en publicaciones como El Heraldo de Madrid.
La elección del apodo
El uso de un nombre tan irrelevante como 'Perico el de los palotes' por parte de una intelectual tan influyente era una forma de sortear las barreras impuestas a las mujeres. Al ser una mujer separada y con ideas muy avanzadas, firmar con su nombre real a veces le cerraba puertas o restaba seriedad a su trabajo ante la sociedad más conservadora.
Este acto de adoptar la identidad de un "don nadie" se transforma en una sutil y poderosa crítica a un sistema que no valoraba a las mujeres. Carmen de Burgos fue una defensora acérrima del sufragio femenino y de los derechos de las trabajadoras, lanzando campañas decisivas a favor de estas causas.
El régimen franquista, al llegar al poder, incluyó a Carmen de Burgos y a todos sus seudónimos —incluido 'Perico el de los palotes'— en la lista de autores prohibidos, intentando silenciar y borrar su legado. Este hecho confirma la peligrosidad que representaba su figura para el nuevo régimen y resalta la magnitud de su obra.
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