Entra en vigor el presupuesto de Almería con una curiosa partida

Con su esperada publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, el Ayuntamiento de Almería toma nuevo impulso de gestión al tener ya activado el presupuesto municipal para este año donde, junto a las grandes partidas ya anunciadas semanas atrás, figuran inversiones que, sin grandes cifras consignadas en estas cuentas que superan en su cómputo global los 218 millones de euros, serán dignas de comentarios. Una de ellas son las llamadas máquinas de reciclaje con incentivos sobre las que, desde meses atrás, trabaja la Concejalía de Sostenibilidad Ambiental, cuya responsable, Margarita Cobos, ya puede avanzar en este proyecto que aportará un plus al civismo ambiental de los almerienses. Y será gratificado.

Existen en muchas ciudades europeas y en algunos municipios andaluces, incluso han sido instaladas por iniciativa privada a las puertas de las tiendas. En la capital no hay este tipo de máquinas que recuerdan al pasado, cuando lo habitual era guardar en casa las botellas de vidrio para devolverlas al tendero a cambio de unas pesetillas de ahorro en la compra de nuevas cervezas, vinos o refrescos.

Era más una cuestión de economía doméstica que de un cambio climático inimaginable entonces, cuarenta años atrás, antes de las primeras polémicas de la laca y el ozono. No se trata ahora del vidrio ni de dinero en metálico.

La iniciativa, impulsada por Podemos, cuya portavoz, Carmen Mateos, la defendía en una moción aprobada por unanimidad en 2019, está dirigida a fomentar el reciclaje del plástico, envases altamente contaminantes y una de las fuentes de mayor preocupación medioambiental –se calcula que cada año se vierten el los océanos 8 millones de toneladas de plástico–.

Un granito de arena serán estas máquinas de reciclaje con incentivos o reverse vending, una iniciativa pionera en la capital almeriense que traerá este año las primeras máquinas a instalar en el Mercado Central (dos), y en la Biblioteca José María Artero, ambos espacios caracterizados por el alto flujo de personas que, con el reciclaje de envases de plástico, serán gratificadas con entradas a actividades culturales.