El 'prohibido fumar' se hace hábito desde su implantación

Una de cada tres personas que ha dejado de fumar a través del servicio 'Quit Line' de la Consejería de Salud continúa sin hacerlo un año después · El sector hostelero será el peor parado, con pérdidas estimadas superiores al 10%

R. A. / Almería

03 de enero 2011 - 01:00

Es posible que el domingo tras la resaca de la Nochevieja haya arrinconado las ganas de guerra o porque los fumadores ya tienen asumida su condición de 'desterrados' de cualquier lugar público y cerrado, pero el caso que es los conflictos brillaron por su ausencia en la primera jornada libre de humos del año. Lo que no quiere decir que la nueva Ley Antitabaco no se dejara notar. Cualquier no fumador que ayer entrara a cualquier bar de tapas, restaurante o cafetería respiró -probablemente con satisfacción- un ambiente más limpio y sin más olor que el de la comida o el café que consumía. Y cualquier fumador sufrió ayer, por primera vez después de cuatro años disfrutando de una permisiva Ley Antitabaco, los efectos de la prohibición total de fumar en sitios cerrados compartidos.

Como contrapartida, las calles registraron ayer una actividad inusitada. Con abrigos, bufandas y hasta guantes en el caso de los más frioleros, los fumadores llenaron las mesas de las terrazas y las puertas de los establecimientos, a las que tuvieron que exiliarse muchos compañeros de fatigas y humos para poder disfrutar de un cigarro antes, durante o después de la comida.

La Consejería de Salud ya tiene una estimación de los efectos de la nueva ley antitabaco que entrará en vigor en toda España el próximo día 2 de enero: en Andalucía -y, por tanto, en Almería-, el departamento que dirige María Jesús Montero calcula que se producirá una reducción del consumo de un 11%. Es, además, el objetivo del SAS en una comunidad donde una de cada tres personas es fumadora, una cifra "inaceptable" para Montero.

La titular de Salud ofreció esta semana un balance de los cinco años del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA) al tiempo que aprovechó para hacer hincapié en la norma que garantiza los espacios libres de humo. "Es una buena oportunidad para aquellos que quieran dejar de fumar". Algunos ya lo han hecho a través de la Quit Line, a la que se accede haciendo una llamada al Teléfono de información sobre el Tabaco (900850300) o a Salud Responde (902505060). Se trata de un sistema que acerca las técnicas para dejar el hábito a aquellas personas que por motivos de trabajo, tiempo o distancia no pueden participar en otras terapias y actividades de deshabituación, como las que organizan los centros de salud. A lo largo de todo este año se han recibido 1.055 llamadas, de las que un 51,3% las realizaron mujeres. Montero informó que una de cada tres personas que ha utilizado este sistema ha dejado el tabaco al aceptar el tratamiento y ha continuado alejada del tabaco. La edad media de los usuarios es 42 años.

Sin embargo, a estas alturas y después de meses de batallas, queda claro que los buenos efectos que la Ley Antitabaco puede tener sobre la salud de los granadinos no compensan a todos. Los propietarios de bares y restaurantes que en 2006, obligados por la anterior normativa, rehabilitaron su local para instalar zonas de fumadores, se preguntan qué pasará ahora con su inversión. Y cruzan los dedos para que la prohibición total de fumar no acabe con la ruina y el cierre de los negocios que no puedan soportar una nueva caída de las ventas. Porque de eso los hosteleros no tienen ninguna duda. La Federación Española de Hostelería, la Federación Andaluza y la de Almería ya lo han dicho en multitud de ocasiones: las pérdidas pueden alcanzar el 10%.

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