Un pino "protegido" pone en peligro a los vecinos de la parroquia de Costacabana

Coincidiendo con la celebración de la Virgen del Mar, la parroquia de Costacabana fue escenario de un suceso que afortunadamente sólo provocó daños materiales. El ramaje de un pino del jardín de acceso a la iglesia situada en la calle de Las Palmeras se desprendió causando desperfectos en un vehículo que estaba aparcado enfrente a la altura del número 24. Las fuertes rachas de viento de levante derribaron parte del árbol sobre la calzada con la fortuna de que en ese momento nadie se encontraba junto a la parroquia. De hecho, se tuvo que celebrar la onomástica de la Virgen del Mar en el interior de la iglesia por seguridad de los asistentes, mientras que se movilizaba una patrulla de Policía Local para interrumpir el tráfico rodado y se ponían a trabajar los operarios del servicio municipal de parques y jardines.

La Diócesis de Almería ya está solucionando los daños con el propietario del vehículo aplastado por el ramaje a través del seguro de responsabilidad civil que tienen contratado todas las parroquias, si bien existe un problema de fondo que no se ha solucionado. Según ha podido conocer este periódico, las raíces del pino han levantado parte del acerado y están provocando daños a las viviendas colindantes, en tuberías y otras instalaciones subterráneas, tal y como se ha comunicado en repetidas ocasiones al Ayuntamiento de Almería.

Desde el Obispado aseguran a este periódico que han solicitado su tala al encontrarse en su propiedad, si bien desde el servicio de parques y jardines les han denegado la petición al entender que no se puede talar por las características que presenta el arbolado. El vicario general, Ignacio López, argumenta que se han comprometido a hacer una poda regular en colaboración con la concesionaria municipal para prevenir accidentes como el ocurrido este fin de semana y la acumulación de residuos vegetales en la zona. Mayor conservación y cuidado por la seguridad de los vecinos, pero nada se puede hacer, al menos de momento, en cuanto a las raíces que invaden las viviendas más próximas, conscientes de que seguirán creciendo y generando problemas.

"Se ha solicitado la tala, pero el Ayuntamiento lo deniega por una cuestión de conservación. No tenemos en nuestra mano solucionarlo, pero intentaremos tenerlo bien podado", asegura el vicario general a este periódico. Desde el Ayuntamiento de Almería explican que este tipo de árboles grandes, con antecedentes y por sus características singulares, se podan con frecuencia, si bien el riesgo cero de caídas y desprendimientos de ramas no existe, además de recordar que se realiza un mantenimiento regular de los más de 50.000 árboles del término municipal.