El sello es por sí mismo una pequeña obra de arte, un embajador de lo más representativo de cada país e incluso de sus diferentes provincias, además del imprescindible rol que jugó a la hora de universalizar la correspondencia que antes estaba al alcance de unos pocos. Sin embargo, el legado filatélico ha quedado relegado y excluido sin apenas protagonismo en el patrimonio cultural de las sociedades conforme se diluye su peso en el sector de las comunicaciones en favor de otros métodos y tipos envíos como la paquetería del comercio electrónico. Francisco J. Gutiérrez Gómiz (Vélez-Rubio, 1960), durante años director de la oficina principal de Correos en Almería y hoy prejubilado, ha querido reparar ese olvido con el libro ‘Almería a través de la filatelia’. En formato virtual a golpe de click y de descarga gratuita ha sido editado recientemente por el Instituto de Estudios Almerienses que sigue ampliando la bibliografía provincial.

No es una publicación pensada para los coleccionistas y amantes de la filatelia, sino para el público en general, porque lo importante no son los aspectos técnicos de los sellos y postales, sino su contribución a poner en valor el legado de la provincia. Es una obra inédita, tanto dentro como fuera de Almería, el primer libro en el que se detallan todos los elementos filatélicos desde una perspectiva histórica y cultural con la que recuperar el patrimonio almeriense para las generaciones venideras porque los catálogos disponibles se elaboran por años y sin filtros territoriales. Correos ha sido una parte fundamental de la vida de Gutiérrez Gómiz, que ya prepara un próximo trabajo sobre la prefilatelia en la provincia, y ha querido complementar su paso por la casa del servicio postal con una recopilación de todas las menciones directas a indirectas de Almería en la filatelia y, además de la información de los sellos, recoge anécdotas, diseños fallidos, propuestas rechazadas e incluso errores en las ilustraciones como el del traje típico de Almería o el escudo de la provincia.

Tarjetas postales de Costa de Almería

“Es una publicación para que todos los que tuvimos la suerte de disponer de sellos para nuestra comunicaciones personales podamos conservar ese pedacito de historia y cultura almeriense de una manera fácil y para que los jóvenes puedan conocerlos". De hecho, es un libro abierto porque seguirán saliendo sellos de Almería que se irán incorporando a este catálogo pionero que ha sido posible gracias a muchas horas de investigación, de internet porque casi todos están digitalizados, con la ayuda de otros profesionales de la Biblioteca y Museo de Correos. La figura de Nicolás Salmerón destaca por encima de cualquier otro personaje de la provincia y, según define, "es un verdadero tesoro filatélico". El ilustre alhameño que fue presidente de la Primera República tiene el primer sello dedicado a un personaje nacido en Almería que se puso en circulación en 1931 y luego serían dos más, además de sobres y matasellos. "Siento especial predilección por Salmerón, es una referencia nacional, me encantaría que Alhama hiciera un rincón a la filatelia en el Museo de su vecino más ilustre".

Nicolás Salmerón es el personaje almeriense con mayor proyección filatélica

Hasta treinta años después no llegó el segundo en 1961 con el escudo de la provincia de Almería en una serie nacional de 57 sellos. El de Almería llegó en los primeros meses de 1962 con errores en el diseño, al igual que ocurrió en 1967 con el traje típico de Almería. En 1969 se inmortalizó el Castillo de Vélez-Blanco para el género epistolar y al año siguiente la Alcazaba. Otro ilustre almeriense, Villaespesa lo haría en 1979 y a partir de ahí se sucedieron acontecimientos y enclaves de la provincia como el centenario del Cable Inglés en 2004, los Juegos Mediterráneos en 2005, la estación de ferrocarril en 2011 o el Milenio del Reino de Almería en 2016.

El sello del Castillo de Vélez-Blanco (1969)

Otros personajes recogidos por Correos fueron José Padilla en 1990, Julián Arcas en 2010 y Manolo Escobar en 2014. Gutiérrez Gómiz, que reconoce que nunca ha sido coleccionista de sellos, pone un ejemplo para comprender el ocaso del sello: el pasado siglo había tiradas de entre seis y ocho millones y hoy son de 135.000 ejemplares. Mientras que los de Nicolás Salmerón llegaron a millones de hogares, los de la Capitalidad Gastronómica Española de Almería 2019 apenas se editaron 180.000 sellos. Recuerda Gutiérrez Gómiz, que estudió Magisterio pero se incorporó como administrativo en el cuerpo de gestión postal y de telecomunicaciones en el año 2000, fórmulas ya extintas como el sello-moneda o la moneda-cartón que servían para pagar en tiendas y pequeñas facturas.

Colección en la que aparece el compositor conocido como 'Maestro Padilla'

Dispone de un amplio catálogo de materiales postales, incluidos los sellos con alusiones directas e indirectas a la provincia, que darían para una exposición “Yo cierro los ojos y recuerdo hasta el sabor”, comenta este enamorado de la filatelia a cuyos precursores en Almería, el Grupo Filatélico y Numismático Almeriense, agradece su colaboración. Aunque el libro es un acercamiento cualitativo que no cuantitativo sobre este legado cultural, la comparativa con otras provincias es inevitable para el autor y evidencia el discreto plano de Almería, de sus personajes, instituciones y enclaves en la filatelia española.

El autor echa en falta la Cueva de los Letreros, la Catedral Fortaleza de Almería, los Karst en Yesos de Sorbas, la Geoda de Pulpí sin olvidar a personajes como Jairán-Al Amiri (primer rey de la taifa de Almería), Carmen de Burgos (primera redactora en plantilla de un periódico y corresponsal de guerra) o el único santo de la provincia, José María 'El Padre Rubio'. En cualquier momento podrían retomarse porque todos los ciudadanos e instituciones pueden solicitar la emisión de un sello, de ahí su invitación a las administraciones y agentes sociales a elevar propuestas con las que revertir la limitada representación filatélica de Almería.