Las rebajas se quedan 'por los suelos' en su primera semana

La crisis económica ha sido la principal protagonista en esta primera semana de rebajas en los comercios almerienses.

Este periodo, que comenzó el pasado domingo en la mayoría de establecimientos, no ha tenido la respuesta que se esperaba por parte de los consumidores. Especialmente mal lo están pasando los trabajadores y dueños de pequeños comercios que no pertenecen a ninguna cadena nacional.

"Llevo 40 años detrás de este mostrador y nunca había visto nada parecido. Este año están las cosas muy mal". Así de tajante se mostraba Araceli, dependienta de la tienda de moda Cañizares Hombre, al ser preguntada por la situación actual del mercado: "la crisis está haciendo mucha mella en Almería en el sentido de que no se vende lo que se debería ni lo que estamos acostumbrados en años atrás. Hay un gran miedo a gastar", concluía.

Mónica, trabajadora de Piccadilly, se mostraba un poco más optimista, aunque también tuvo palabras de preocupación: "hemos empezado bien la semana, aumentando las ventas con respecto a otros meses, como es lógico, pero aun así están siendo unas rebajas muy flojas en comparación con otros años". "La gente, con el tema de la crisis, prefiere gastarse el dinero en otras cosas, ya que la ropa la puedes aprovechar de un año para otro".

Prácticamente lo mismo contaba Gloria, de Montepicaza: "comparadas con el año pasado, están siendo unas rebajas muy pobres en cuanto a ingresos. Hay días en los que pueden pasar horas sin que entre nadie en la tienda", aunque le pone buena cara al mal tiempo: "al menos puedo decir que no estoy estresada".

Algunos comerciantes, incluso, no han notado incremento de sus ventas pese a haber rebajado sus precios un 30, un 40 o un 50%. Este es el caso de Clara, dependienta de Orchestra, que afirmaba que "ni siquiera hemos aumentado mucho nuestras ventas con respecto al resto del año en el que no había rebajas". "La gente que viene se suele llevar más los artículos de nueva temporada que los que están rebajados".

Con este panorama ha arrancado el verano para la mayoría de establecimientos textiles de la ciudad. La crisis y el paro siguen haciendo mella en los consumidores que, cada vez más, prefieren emplear su tiempo y su dinero en otras actividades antes que en ropa.

La mayoría de comerciantes están de acuerdo en que los días con mayor actividad fueron el domingo y el lunes, coincidiendo con el comienzo de estas rebajas. Sin embargo, durante toda la semana han predominado la paz y la armonía para unos dependientes que, al contrario de lo que acostumbran por estas fechas, no han tenido que andar continuamente reponiendo, doblando o colocando ropa.

El orden se ha adueñado de un sector que no está pasando por su mejor momento, y parece ser que las rebajas no van a ser ese oasis en mitad del desierto en el que tantos propietarios habían depositado su confianza.

Tocará esperar a ver si las próximas semanas son más productivas y, si no, fijar la vista en la nueva temporada que se avecina y que muchos confían en que sea más productiva que unas rebajas que no han terminado de cuajar entre el público de la capital almeriense.