Adiós a los ‘coches okupas’ a golpe de obras en Almería
Almería
Urbanismo pone coto a la invasión de vehículos en plazas del Barrio Alto con proyectos de remodelación, ya en marcha, que tienen por finalidad recuperar el uso peatonal y de encuentro
Acequieros es una pequeña plazoleta de la capital almeriense. Lleva apenas un mes en obras dentro de los planes de reforma del Barrio Alto que el Ayuntamiento arrancó hace ya tres Corporaciones y, aunque no es un espacio céntrico o de especial interés para la ciudadanía en general, constituye un ejemplo de lo que podría denominarse las tres erres del urbanismo, renovación, reapropación y resignificación, al cambiar, a golpe de pico y pala, el uso de aparcamiento que la ha venido caracterizando desde hace décadas y que dejó para el olvido el verdadero concepto de plaza como lugar de encuentro social.
Durante siete meses y con una inversión de 614.405 euros, Acequieros y su entorno, así como la plaza Azucena del mismo barrio, estarán en obras. La entrada de maquinaria ha exiliado a los vehículos que habitualmente han venido estacionando en este punto de la ciudad hasta convertir por costumbre un uso no permitido.
Precisamente la intención del proyecto de Urbanismo, que está respaldado con fondos europeos, es la de recuperar para uso ciudadano esta plazoleta invadida de coches, furgonetas y motos, además de mejorar sus condiciones estéticas y atraer la reapropiación de los vecinos como espacio peatonal y de encuentro en ese proceso de resignificación iniciado.
No es la primera actuación emprendida por el Ayuntamiento con esta finalidad. Le antecede la más significativa, tanto por inversión como por su ubicación: el parque de La Hoya, una extensión de terreno junto al conjunto monumental de la Alcazaba, que ha venido siendo utilizada durante décadas como aparcamiento ilegal y que pronto abrirá sus puertas como el nuevo parque Jardines Mediterráneos.
Si en otros puntos de la ciudad el Ayuntamiento ha habilitado solares en tierra para facilitar el aparcamiento, la operación, en estas plazas del Barrio Alto, es a la inversa.
Sobre una superficie total cercana a los 4.000 metros cuadrados, las obras pretenden ordenar un espacio evidentemente desorganizado y limitar la superficie de circulación de vehículos, dotando la zona de aceras más grandes, zonas peatonales que alternen con parterres con vegetación e incluyendo en este proceso de transformación integral la remodelación de mobiliario urbano y la instalación de una pérgola de sombraje y una fuente.
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