Toros

La rivalidad de Capea y Robles en la pluma de Paco Cañamero

  • Presentó el libro en ‘Círculo de la Amistad’, con Jorge P. Company y Juan M. Núñez en la mesa

Juan Miguel Núñez, Paco Cañamero y Jorge P. Company en la mesa presidencial.

Juan Miguel Núñez, Paco Cañamero y Jorge P. Company en la mesa presidencial.

La peña taurino-gastronómica Círculo de la Amistad organizó el pasado martes en el Círculo Mercantil de nuestra ciudad un emotivo acto de sabor añorante, protagonizado en la lejanía por los maestros salmantinos Julio Robles y Niño de la Capea. Aquella vieja y sana rivalidad de ambos maestros en los ruedos de toda España la he plasmado en un bien documentado libro el periodista taurino Paco Cañamero, autor además de una decena de libros ensalzando las figuras de los maestros Curro Vázquez, El Viti, Andrés Vázquez, Juan Mora y ahora, Niño de la Capea y Julio Robles.

Tras las palabras bienvenida a cargo del presidente de Círculo de la Amistad, Jorge Pérez Company, el periodista veratense Juan Miguel Núñez tomó la palabra para conducir y moderar el acto. “Desde que Cañamero presentó el libro en Madrid tenía yo en la cabeza que, si no lo presentaba también en Almería, le faltaba algo pues ambos maestros han estado muy vinculados profesionalmente a Almería donde incluso Julio Robles tiene dedicada una calle en las inmediaciones de la plaza de toros”, afirmó Núñez.

Paco Cañamero aseguró de entrada que “tras la retirada de El Viti parecía que la cantera de toreros salmantinos declinaba cuando a finales de los años 70 surgieron dos figuras señeras: Julio Robles y Niño de la Capea. La frescura y juventud de éste impresionó de entrada la afición pero poco después surgió Robles con su toreo serio y recio, de sólido estilo castellano, y la afición se dividió. En Salamanca había que ser ‘capeísta’ o ‘roblista’, igual que en Sevilla la gente es sevillista o bética”. Recordó el hito de Capea en un cartel que compartió con Curro y Paula: “Los dos veteranos maestros estuvieron bastante mal mientras que Capea cortó dos orejas y rabo. Fue su consagración también como maestro”.

Cañamero firma un ejemplar a Francisco Balcázar, presidente del Círculo. Cañamero firma un ejemplar a Francisco Balcázar, presidente del Círculo.

Cañamero firma un ejemplar a Francisco Balcázar, presidente del Círculo.

Ambos periodistas, Núñez y Cañamero, aseguraron que “la crítica de aquellos años 80 era muy dura con las figuras pero estos dos se sobreponían a críticos del estilo de Jaime Navalón, Vicente Zabala, Mariví Romero, Manolo Molés..., quizá demasiado duros en una España a la que había llegado la democracia y se podía criticar. Consiguieron que de tres festejos que había a principios de los 80 en la Feria de Salamanca, la década se acabase con diez, la mayor parte de ellos con el ‘no hay billetes’ en las taquillas”. Y la última anécdota: “Capea brindó el último toro de su vida profesional a su amigo y rival Robles, en 1988”.

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