Cuando San Telmo procesionaba con la Virgen del Mar
Almería
La figura del santo hace años salía de procesión junto con la patrona de Almería
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El Beato Pedro González Telmo, más conocido en la devoción tradicional como "San Telmo", nace hacia 1190 en Frómista (Palencia), localidad del Camino de Santiago. De noble linaje, recibió su primera formación humanista y teológica en la Escuela Catedralicia de Palencia. Tras ser ordenado Sacerdote, no tardó en alcanzar la dignidad de Canónigo y ser propuesto por su tío, el Obispo Tello Téllez de Meneses, como Deán del Cabildo catedralicio.
Pero dió un giro radical en su vida al experimentar el ridículo por caer desde su caballo al fango ostentosamente engalanado, ante los numerosos devotos. Renunciando desde este percance a sus vanidosos cargos eclesiásticos, ingresará en 1220 en la Orden de los Predicadores, Dominicos (recién fundada por Santo Domingo de Guzmán) como el humilde Fray Pedro González OP. Será enviado como Evangelista itinerante a las Diócesis de Castilla, León, Aragón, Navarra y Cataluña y como Capellán de las tropas del Rey Fernando III el Santo en la reconquista de Córdoba y Sevilla.
Al final de su vida, recorrería Galicia y Portugal sembrando el Evangelio entre las sencillas gentes de la mar, asistiendo espiritualmente a marineros y pescadores. Un día, mientras predicaba en Ramallosa, se desató una terrible tempestad. Fray Pedro rezó con tanto fervor que ésta se dividió en dos, dejando en calma el lugar donde oraban los creyentes. Cuentan también que a Gregorio de Noya y a un grupo de navegantes les sorprendió otro aterrador temporal, pero lo invocaron y apareció con una vela entre el oleaje, conduciéndolos a puerto seguro. Por ello, el resplandor azul que aparece en los mástiles de los barcos durante tormentas eléctricas, es llamado “fuego de San Telmo”, testimonio popular de su presencia. Estos milagros aumentaron su vínculo con los marinos, que comenzaron a implorarlo como patrón y protector. Aún hoy se le invoca cuando arrecia la tormenta y retumba el trueno. Se le suele representar con sus atributos: sujetando un barco de vela y un cirio azul (el "fuego de San Telmo").
Predicó su última Semana Santa en Tuy (Pontevedra), falleciendo en abril de 1246. Su sepulcro se convirtió desde entonces en lugar de peregrinación. El Papa Inocencio IV beatificó a Pedro González en 1254, confirmado su culto universal Benedicto XIV en 1741 por la vía de la "equipollens canonizatio" como benefactor de los que corren peligro en el mar, conmemorándose cada 14 de abril. Aunque canónicamente es aún Beato, el devocionario popular lo identifica como "San Telmo" pues su nombre fue asociado al principio con el de San Erasmo (Sant' Ermo en italiano), protector de los marineros mediterráneos; en Galicia, se le empezó a llamar Sant Elmo, que evolucionó a San Telmo. En 2024 el Obispo de Palencia, Mikel Garciandía, respaldado por los Dominicos y por el Obispo de Tuy-Vigo, viajó a Roma para impulsar el proceso de canonización, ya que el Papa Francisco fue Obispo en el bonaerense barrio de San Telmo.
Tanto culto tuvo San Telmo en Almería que designó al "Castillo de San Telmo". Conocido también como el "torrejoncillo" fue construido durante el s. XVI como torre artillada y rehecho por orden de Felipe II como baluarte para defender con artillería la ensenada de Almería. Reformado por José Crame (1771), volado por los británicos en 1811 y reconstruido por Fernando VII, acabó finalmente el XIX como puesto de Carabineros, luego cuartelillo de la Gurdia Civil y desde 1976 reconvertido en el "Faro de San Telmo". Actualmente Balerma y la ciudad de Almería tiene una pequeña calle "San Telmo" cerca del Puerto, paralela a la Real de la Almedina y a Pedro Jover, perpendicular a las calles San Juan y Alborán. En Almería, la frase metafórica de "subirse San Telmo a la gavia" es burlesco para significar que se he enfurecido uno, aludiendo a la tempestad.
Narra "La Crónica Meridional" que en julio de 1899 procesionaron en el percador Barrio de las Almadravillas las veneradas imágenes de San Telmo, San Antonio y una Inmaculada. Según cuentan el Diario "La Independencia" y Fray Joaquín Delgado OP en el "Yugo" (1955),desfilaba triunfante la excelsa Patrona Virgen de los Mares en las calles de Almería repletas de fieles en agosto de 1910, 1919 y 1927 con el regio manto donado por Isabel II en 1863, sobre modesta carroza y con su corte de honor: abría la solemne procesión el Santo Dominico San Pedro González Telmo, Abogado de las gentes del mar, con sus atributos marineros (barquito en mano): hermosa talla barroca completa que veneraba el pueblo en el Retablo de la Capilla Mayor del Santuario de la Virgen del Mar. Formaban también parte del cortejo escoltado por la Corporación bajo mazas y autoridades religiosas: San Indalecio (que salía de la Catedral), Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino (Patrono universal de los Estudiantes Católicos) y el Arcángel San Miguel (procedente de San Pedro), con atuendo de bizarro soldado romano blandiendo la espada gallardamente.
Según refiere la experta en destrucción de patrimonio religioso Maribel García Sánchez, el 22 de julio de 1936 la turba anticlerical incendió el Templo de la Virgen del Mar, quemando una réplica de la Patrona, la Virgen del Rosario y las imágenesexpuesta en el Retablo churrigueresco del Altar Mayor, entre las que se encontraría la de San Telmo, si bien no consta esta talla en ningún inventario de la Causa General abierta tras la Guerra Civil ni testimonio de testigos ni gráfico.
Actualmente, el Camarín del Santuario acoge la imagen de Nuestra Señora del Mar con vara de mando de Alcaldesa Honoraria perpetua, presidiendo la Iglesia, acompañada con los bustos de los Santos Dominicos Alberto Magno, a su izquierda, Pedro González ("San Telmo") a la derecha (en memoria de la hoy desaparecida talla quemada) y Domingo de Guzmán, en el centro, que alza su mano derecha en bendición, bajo el cual campea el escudo de Almería. Decoran las columnas uvas, conchas, anclas y barquito en estuco y dorados.
Según reseña y fotografía de Roberto Travesí de la Mediateca del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, en colaboración con el Departamento de Historia del Arte de la UAL, se trata de una pieza neobarroca de madera policromada adosada a la pared que representa a San Telmo, de medio cuerpo, ataviado con túnica blanca dominica con capucha y esclavina negra. Las mangas están decoradas con cenefas. Ladea ligeramente la cabeza hacia la izquierda, y su pelo está tonsurado. Dirige la mirada al frente, y mientras lleva su mano izquierda al pecho, con la derecha sostiene un pequeño barco de vela con el casco blanco recorrido por una línea roja. Pertenece al conjunto de la Capilla Mayor, incluído en el proyecto de reconstrucción del Templo tras la contienda, gravemente dañado. Las obras se ejecutaron entre 1941-50 por el Arquitecto Guillermo Langle, el Padre Ballarín y en lo ornamental e imaginería por Jesús de Perceval y su taller.
Desde allí arriba sigue San Telmo protegiendo a navegantes y pescadores, aunque hace casi un siglo que no sale en procesión con la Patrona de Almería y su devoción y conocimiento hayan ido a menos en la Almería marinera, que sigue invocando con muchísimo fervor a la Virgen del Carmen y a la Virgen del Mar como sus bienhechoras.
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