Llega la hora de los patinetes en Almería: seguro, matrícula y homologados

Desde el 2 de enero de 2026, todos los patinetes eléctricos deberán contar con un seguro obligatorio de responsabilidad civil y estar inscritos en el nuevo registro estatal gestionado por la DGT, con sanciones superiores a 1.000 euros e incluso inmovilización para quienes circulen sin cumplir la ley. En paralelo, los patinetes vendidos antes del 22 de enero de 2024 podrán seguir circulando sin certificado de homologación hasta enero de 2027, fecha límite para que todos los modelos del mercado sean oficiales. La cuenta atrás coincide con un uso masivo: se estima que circulan más de 10.000 patinetes en la provincia, lo que obliga a los ayuntamientos a actualizar su marco de movilidad.

El Poniente almeriense se ha adelantado y ya tiene el terreno preparado. Roquetas de Mar, El Ejido, Adra y Vera (en el Levante) han sido los más rápidos en adaptar su normativa a una realidad urbana que ya estaba cambiando. Estos municipios llevan meses trabajando en campañas informativas, controles y ordenación del espacio público, y en algunos casos han comenzado a habilitar zonas de estacionamiento específicas y a integrar el patinete en su planificación de movilidad. Esa anticipación permitirá una transición más ordenada cuando entre en vigor la nueva obligación estatal.

Municipios como Vícar, a la espera poner una ordenanza que ya ha sido aprobada en pleno, ha reforzado su estrategia de seguridad vial para patinetes eléctricos con controles informativos en la vía pública, reparto de material divulgativo y formación específica en colegios e institutos, además de charlas para asociaciones de inmigrantes y escuelas de adultos. El municipio cuenta con pista de tráfico y centro de educación vial para prácticas reales y confirma que su ordenanza sobre VMP está ya aprobada en pleno y pendiente de publicación, posicionándose como uno de los municipios más activos de la provincia en este ámbito. Huércal de Almería ultima su texto definitivo y acompaña el proceso con campañas de educación vial.

El escenario es diferente en Almería capital, donde sigue en vigor la ordenanza de 2016 —anterior a la irrupción del patinete eléctrico—. La Policía Local aplica ya directamente la normativa estatal, que prohíbe circular en aceras, y sanciona con base en el Reglamento General de Circulación. Solo en junio se contabilizaron 52 denuncias, por infracciones como circular por zonas peatonales, usar el móvil o conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.

¿Qué patinetes estarán homologados?

Desde el 22 de enero de 2027, solo podrán circular los modelos que cuenten con certificado oficial de la DGT, es decir, aquellos que han pasado un proceso de homologación que garantiza elementos como frenos adecuados, sistema de iluminación, reflectantes, velocidad limitada de fábrica entre 6 y 25 km/h, timbre integrado, ruedas con prestaciones mínimas y un sistema que impide su manipulación para superar la velocidad permitida. Todos los patinetes vendidos antes del 22 de enero de 2024 que no disponen de esta certificación se considerarán no homologados y quedarán excluidos de la circulación ese día, aunque seguirán siendo legales hasta entonces si cumplen con el seguro y el registro.

Este solapamiento normativo hará que 2026 sea un año de transición, en el que convivirán patinetes asegurados y registrados pero sin el certificado técnico exigido, junto a los nuevos modelos ya homologados de fábrica.

¿Cómo hacerse el seguro y registrar el patinete?

La coexistencia de patinetes antiguos y nuevos, junto con la obligación de asegurar y registrar los vehículos, marcará un periodo de adaptación en toda la provincia. Los municipios que ya han regulado —especialmente en el Poniente— parten con ventaja. Almería capital, por su parte, afronta los próximos meses como etapa decisiva para ordenar el uso de un medio de transporte que ha llegado para quedarse.

Para contratar el seguro, los usuarios deberán acudir a cualquier compañía aseguradora que ofrezca pólizas para Vehículos de Movilidad Personal. La contratación será similar a un seguro de moto o automóvil, aunque simplificado: bastará con aportar los datos personales y la información del patinete (marca, modelo y número de serie). Las pólizas cubrirán daños a terceros y responsabilidad civil, y cada aseguradora ofrecerá modalidades básicas y ampliadas. La DGT recuerda que conviene conservar la factura o documentación del vehículo para agilizar el proceso.

En cuanto al registro del patinete, el trámite se realizará a través de la DGT, previsiblemente vía sede electrónica o en Jefaturas de Tráfico cuando se active el sistema —algo previsto para los próximos meses, antes de enero de 2026. Cada patinete recibirá un código identificativo y un distintivo físico, que deberá colocarse en el vehículo. Para los modelos nuevos, el certificado de la DGT ya viene de fábrica; en los antiguos, el usuario deberá registrar el vehículo aportando su identificación personal y la documentación del patinete cuando se abra el censo estatal.

¿Por dónde deben circular los patinetes?

Los patinetes eléctricos, clasificados como Vehículos de Movilidad Personal (VMP), están sujetos al Dirección General de Tráfico (DGT) y al Reglamento General de Circulación que define que deben ser de una sola plaza, propulsados exclusivamente por motor eléctrico y tener una velocidad máxima de entre 6 y 25 km/h. Está prohibido circular por aceras, zonas peatonales, autopistas, autovías, vías interurbanas y túneles urbanos; los VMP deben transitar por carril bici o calzada cuando esté permitido. Asimismo, se exige el respeto de todas las normas de circulación habituales (semáforos, prioridad, alcoholemia, teléfono móvil) y se limita la circulación a una única persona.

Un impacto sanitario ya visible

El auge del patinete eléctrico no solo ha modificado la movilidad, también los quirófanos. La Unidad de Cirugía Maxilofacial del Hospital Universitario Torrecárdenas alerta de un aumento notable de traumatismos graves vinculados a accidentes de patinete, hasta el punto de que estas lesiones “prácticamente no existían hace cinco años” y hoy forman parte rutinaria de su actividad.

Más del 60% de los casos presentan fracturas craneofaciales severas —mandíbula, pómulos, nariz o cráneo—, con intervenciones quirúrgicas frecuentes bajo anestesia general y necesidad de hospitalización. En los últimos meses, más de 80 pacientes han precisado atención especializada y 21 cirugías han sido necesarias solo en este servicio.

El perfil del accidentado es diverso: jóvenes, trabajadores que usan el patinete como medio económico y rápido —especialmente en entornos agrícolas— y usuarios que circulan de noche sin casco ni elementos reflectantes. El hospital confirma que estas lesiones han pasado a ser una de las principales causas de traumatismo facial grave en la provincia, superando en frecuencia reciente a accidentes de moto en el ámbito maxilofacial.