Sobre seísmos y terremotos en Almería

Muchos recordamos que el 31 de diciembre sobre las 08:05 horas de la mañana, un gran sonido unido a un fuerte temblor despertó a la población del levante almeriense, este terremoto de magnitud 3,9 fue registrado por el Instituto Geográfico Nacional con epicentro al sur de Turre, lo que provocó llamadas al 112 de los vecinos que habían notado el movimiento sísmico en municipios limítrofes como Mojácar, Vera, Turre y Garrucha. Ese mismo día a las 09:12 horas hubo otro terremoto de magnitud 4,1 en Carboneras.

Esto se debe a que la provincia de Almería tiene una curiosidad que la caracteriza y es su ubicación al borde de la falla que discurre entre la placa tectónica euroasiática y africana, lo que la convierte en una de las zonas de la Península Ibérica de mayor actividad sísmica, por lo que se encuentra constantemente monitorizada por el Instituto Geográfico Nacional, gracias a esto sabemos que a fecha 30 de marzo de 2025, en esos últimos 7 días; poblaciones como por ejemplo Garrucha. ha tenido 35 sismos de magnitud hasta 3,1.

Son muchos los artículos que se han escrito sobre los terremotos, e incluso ese maremoto que asolará ciertas zonas de Almería dejándolas bajo el agua, pero realmente sabemos qué debemos hacer, cómo nos debemos preparar para cuando tengamos esta situación frente a nosotros. Me consta fehacientemente porque lo he estado comprobando con alguna que otra comunidad de vecinos, que, llegado el momento del terremoto o sismo, las comunidades de vecinos no están preparadas para asesorar, señalizar en los edificios, y mentalizar a sus comuneros, sobre todo que en un terremoto hay protocolos a seguir antes, durante y después del mismo, y que sus efectos no son sólo materiales sino las perdidas de algo que realmente es irremplazable la vida de las personas.

Vamos a dar unas pautas mínimas a seguir antes, durante y después de un terremoto conforme a las establecidas por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transportes y movilidad Sostenible, a través del Instituto Geográfico Nacional.

Antes del terremoto o sismo hay que tener preparado un botiquín, linternas con pilas, agua y comida no perecedera y si puede ser que no necesite cocinarse, una radio, conocer las salidas de emergencia del edificio.

Durante el terremoto lo primero y más difícil mantener la calma. Alejarse de ventanas, muebles, lámparas, y sí estamos en el exterior alejarnos de los postes eléctricos y de los muros. Agacharnos y protegernos la cabeza con los brazos. Si convive con nosotros alguien en silla de ruedas frenarla y proteger la cabeza son los brazos. Después del terremoto debemos hacer UNICA Y EXCLUSIVAMENTE caso a las informaciones de organismos oficiales. Colaboración con las instrucciones de Protección Civil, Bomberos y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cerrar las llaves de agua, luz y gas. No usar nunca el ascensor. Apagar todo tipo de fuego e iluminar con la linterna. No entrar en los edificios dañados. No mover a los heridos a menos que estén en peligro inminente de sufrir daños. Estar alerta de las posibles réplicas.

A nivel técnico, debemos tener en cuenta que pueden aparecer anomalías en la construcción que pueden provocar daños de gran calado en el edificio, a pesar de la aparición de grietas o fisuras, aunque no siempre son visibles estas anomalías en una simple inspección ocular, pudiendo aparecer daños mayores en la estructura del mismo. Para analizar adecuadamente la integridad de edificio es necesario contactar con profesionales (un arquitecto o un aparejador), quienes dictaminarán la urgencia en la colocación de testigos para avisar de la evolución de las grietas mediante micrómetros, defómetros y fisiómetros, monitorizando así estructuras y detectar posibles desplazamientos, también se necesitará una empresa competente en reparaciones de este tipo, las cuales pueden llegar a ser incluso estructurales

Las perturbaciones estáticas dan origen a las lesiones en la edificación que pueden llegar a afectar a su propia estabilidad y solidez, desembocando en el denominado “estado de ruina”, que en su grado más avanzado puede ocasionar la inhabilidad del inmueble por peligro de derrumbamiento.

Además, una de las medidas a tomar a nivel económico es el disponer de un seguro con cobertura suficiente como para cubrir la mayor parte de este tipo de anomalías, independientemente de que se encargue de ellos el Consorcio de Compensación de Seguros en lo que se conoce como Riesgos Extraordinarios.

Teniendo en cuenta que las estadísticas dan un promedio de 303 terremotos al año, según Volcano Discovery, conforme a datos de los últimos 55 años del archivo que tienen los terremotos, con datos desde 1900. No debemos olvidarnos de las réplicas pueden ser peligrosamente impredecibles, pudiendo causar daños adicionales.